Pecado [SatoSugu] Mpreg

XXVII

- Geto...-

El hombre musculoso y moreno con un corte corto estaba parado frente suyo.

- Señor Yaga - Al azabache le venían recuerdos de su adolescencia al volver a ver el rostro de que en su día fue su profesor cuando aún estudiaba con fe en la humanidad.

Ambos se quedaron en silencio. Sentían una gran incomodidad al estar frente a frente después de muchos años pero eso no podía durar para siempre.

- Debo irme... Con permiso- Suguru quiso evadir estar más tiempo junto a él.

- Geto,¿Estás bien?- Lo miro con preocupación.

-¿En serio tiene el descaro de preguntarme eso?- su expresión de confusión cambio abruptamente a una de furia.

- Yo solo... estoy preocupado- Respondió.

- ¿Por mi? No sea ridículo - Las palabras estaban clavándose con el profundo resentimiento que tenía arraigado.

- Geto,no es momento para ponernos de este modo,debemos apoyarnos,es un momento crítico para todos- El director  trató de poner una mano en el hombro de Suguru como solía hacerlo años atrás pero el azabache no era el mismo chico de antes.

Apartó su mano con desdén.

- No sé atreva a ocupar sus artilugios baratos conmigo otra vez Señor Yaga, una vez cai en sus palabras y ¡Mire a dónde me llevo!- Su voz comenzaba a aumentar de volumen.

Apretó su puño con rabia queriendo golpearlo inmediatamente.

- Geto - Tocó su frente tratando de comprender el comportamiento de su ex-alumno aunque tampoco sabía cómo asimilar todas las aberrantes noticias que había recibido y visto durante esa fatídica noche.

- ¡No me pida que me calme! ¡¿Cómo puedo estar calmado y mucho más en mi condición?! ¡Mierda,esto es una completa basura! ¡Todos ustedes son los culpables de todo lo que acaba de suceder! ¡Ya me arruinaron la vida a mi una vez y ahora acaban de arruinarsela a otro chico más!-

Su garganta ardía en profundo odio hacia el mundo que a pesar de tener en su nombre "Magia" para el habia sido una pesadilla,su respiración estaba agitada y sus ojos solo enfocaban el rostro moreno con una expresión de profunda tristeza.

Suguru quiso volver a hablar pero Inmediatamente sintió un espasmo doloroso que le recorrió todo el cuerpo impidiéndole decir una palabra.

-¿Qué sucede?- Yaga inmediatamente noto el malestar del azabache.

- Nada,me siento cansado.- Se reincorporo después de unos segundos,aquella punzada había calado en sus entrañas.

Sin decir nada más ignoro completamente a Yaga caminando a la salida pero cuando ya estaba en el umbral del ascensor se giró.

- Dígale a Itadori que lo siento,vendré luego- Y sin más la puerta del elevador se cerró en su rostro.

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El camino a casa estuvo completamente en silencio,tomo un taxi ya que no quería ver a ningún auxiliar más que le diera una mirada llena de lastima y sosobra a ese punto ya no importaba que lo vieran. Ya no le interesaba nada.

El automóvil se detuvo a la entrada de la mansión y este lo abandonó con lentitud.

Aquella casa lucía lugubre y todo estaba en silencio.

Noviembre había llegado y con él las nubes negras que anunciaban una gran tormenta asomándose a la distancia.

Quería moverse,refugiarse antes de que comenzara la lluvia pero no pudo,solo se quedó admirando todo desde la entrada.