Y ahí estaban...
Tres determinaciones puestas en ese lugar; unidas por un propósito en común.
Matar a su rival.
Mahito sonreía de oreja a oreja al ver la furia en las pupilas del joven de cabellos rosas y del azabache que ya ansiaba ponerle fin a su existencia.
-¿Qué acaso tengo que pedirles que vengan por mi?- Sonrió la maldición en un tono malicioso.
Yuuji y Suguru no respondieron; era inútil seguir su juego de palabras. No podían despegar la mirada ni un momento por qué no sabían de qué forma atacaría Mahito.
-¿Sucede algo? ¿Les comió la lengua el ratón?- Y después de decir esto se abalanzó contra ambos como si estuviera jugando un "Te toque,corre" macabro.
Solo se escuchaban las carcajadas de este buscando poner sus manos en los cuerpos de los hechiceros.
Suguru se defendía magistralmente de los ataques; la adrenalina y la furia era su motor. Mientras que Yuuji trataba de quitárselo de encima ocupando la técnica que su profesor le había enseñado.
Con las palmas y los puños cerrados lanzaba golpes directos al cuerpo de la maldición quien parecía que se deleitaba con el dolor que ambos humanos le ejercían en su cuerpo.
Lanzaba humanos modificados de vez en cuando para realentizar los ataques de ambos pero al adulto que estaba enfrentando no era cualquier cosa.
Cómo exorcista de maldiciones de grado especial sabía cómo controlarlas para matarlas rápidamente. No importaba que sus nudillos estuvieran hechos polvo; solo con sus manos y sus piernas se dehacia de ellos.
Yuuji solo miraba de reojo la habilidad del azabache que era completamente impresionante. Incluso algunos movimientos que este hacia le recordaban a los que Satoru usaba cuando peleaba cuerpo a cuerpo.
No; estaba en un error.
Eran los mismos que Gojo le había enseñado... Alguien ordinario jamás se hubiera dado cuenta de ello.
Satoru llevaba consigo a Suguru hasta en la batalla.
-¡Yuuji,cuidado!- La voz de Suguru lo saco de sus pequeños recuerdos.
El chico de cabellos rosas no pudo esquivar el brazo de Mahito transmutado en un artilugio con filo.
La sangre comenzó a brotar de un costado de su cara. Un corte cerca del ojo izquierdo que sangraba lentamente.
Suguru observo esto a la distancia. Yuuji había sido herido.
-¡Por un pelo!- Canturreo Mahito quien lamió la sangre de Itadori- Casi te arranco el ojo... Lástima que escapaste.- Hizo un pequeño gesto con su boca después de ver cómo Yuuji se limpiaba la sangre de la cara para que no le estorbase.
- Desgraciado...- Musitó Suguru después de ver la herida del chico. - Pagarás por esto.-
El azabache apretó los puños con profundo odio hacia aquella cosa que parecía no tener límite para atacar. No podía negar que estaba agotado después de todo lo que había pasado.
Sus respiraciones rápidas se mezclaban con la del propio Mahito quien comenzaba a desesperarse después de que ninguno de ellos lucía moribundo.
No se suponía que Suguru en ese estado estuviera aguantando tanto sin tener la suficiente salud para tener una pelea a muerte. Y el otro Itadori estaba completamente decidió a matarlo por venganza.
Ese sentimiento tan espantoso que le daba fuerzas para seguir de pie.
- Veo que ustedes son mosquitos molestos; supongo que lo son tanto que ya están agitando mi paciencia... ¿Qué tal si les muestro mi verdadero yo? Lo he estado reservando para una ocasión especial... Y matarlos será la mejor de ellas-

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Pecado [SatoSugu] Mpreg
FanficSuguru Geto había muerto pero Satoru Gojo no pudo aceptarlo e hizo un trato con los altos mandos de la hechicera para traerlo de vuelta. Tener descendencia legítima para combinar las habilidades de los hechiceros más poderosos de Japón. ¿Podrán logr...