Cap. 4.

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By Anna.

Con el rostro pegado a mis brazos y la espalda encorvada por completo, el torso hechado sobre la mesa, y el exceso de saliva había inundado mi pupitre al salir de mi boca mientras dormía plácidamente con la boca abierta en la clase de Contabilidad.
No había pegado ojo durante toda la noche pensando en los sucesos anteriores, y estaba agotadisima, los ruidos de un molesto golpesito repetitivo al lado de mi oreja me despertaron lentamente... Abrí los ojos con parpadeos pesados, saqué mi cabeza del hueco formado en mis brazos y me volteé para mirar, el profesor de Contabilidad me miraba con el ceño fruncido y una mueca divertida en su boca producto de su feo bigote, golpeaba su pluma sobre mi pupitre de manera impaciente y su mirada me traspasaba odio.

- Anna, Anna, Anna... ¿Qué voy a hacer contigo?... Es la cuarta vez que te quedas dormida en mi clase... Si no tienes intenciones de prestar atención, no deberías venir, me haces perder mi tiempo.

Enderece mi cuerpo rápidamente, mientras me limpiaba los restos de saliva en mi mejilla con la manga de mi suéter, observe a mi alrededor y vi la cara de mis compañeros, todos riendo, y burlándose de mi situación.

- Lo siento Señor Edwin... no volverá a pasar, se lo juro...

- No me jures nada... Toma tus cosas y sal de salón!

- Qué!?... Noo!! Señor Edwin, no me haga esto, no me volveré a dormir, se lo juro por mi madre!!

Una carcajada retumbó en el salón haciendo eco a las burlas de mis compañeros.

- Sal del salón Anna!!... No me hagas repetirtelo...

Bajé mi cabeza rendida por completo, tomé mis cosas lentamente haciendo una escena bochornosa mientras el profesor Edwin me observaba con fuego en los ojos, deseando tomar de mí a la fuerza para lanzarme fuera del salón cuanto antes.

- Apresurate Anna!!

Colgué uno de los tirante de mi mochila en mi hombro y tomé los libros en mis manos, di dos pasos temblorosos saliendo de mi pupitre y mis piernas se enredaron en la pata de la silla haciéndome perder el equilibrio... casí me voy encima de Georg, el compañero más burlezco y payaso del salón.

- Ya va Anna!! ¿No te cansas de ser tan boba?

Todos volvieron a reír...
Hice una mueca de desagrado en frente de su cara y me enderece para volver a caminar, el silencio qué se hizo mientras avanzaba era jodidamente incómodo.
Abrí la puerta y le dirigí la última mirada a mi profesor, me observaba ansioso de que me fuera de una buena vez, agaché mi mirada y salí de salón.

Aún me quedaba la clase de derecho civil a la última hora, así que caminé hasta mi locker para guardar mis cosas y así poder pasar el rato en la cafetería, tomé uno de mis libros que tenía pendiente para leer y caminé cabizbaja hasta la cafetería.

Aproveché de pedirme algo para comer ya que nunca me daba tiempo de hacerlo cuando salía de la Universidad, y tenía que esperarme hasta salir del Restaurante para cenar.
Acomodé mi libro sobre la mesa pegada al ventanal, junto a mi leche enchocolatada y mi sandwich de queso.
Me acomodé en la silla pegando mi espalda sobre el ventanal y subí mis pies sobre la silla de mi lado, le di un enorme mordisco a mi sandwich y comencé a leer...
¿Han leído alguna vez "Pídeme lo que quieras" de "Megan Maxwell"? Bueno, yo lo estoy comenzando, voy en el primer libro, Eric Zimmerman es el típico chulo dominante, qué busca un jueguito sexual con una chica llamada Judith, qué acepta formar parte de su capricho, la cosa es que se pone bastante erotico y subidito de tono, Eric le hace de todo y ella se deja.
Acostumbro leer esta clase de libros, me siento bastante atraída por los libros erotico y sexuales, me los traígo conmigo para leerlos en ocasiones como estas, ya que no tengo mucho tiempo durante el día. Me gusta fantasear de esta manera ya que no llevo una vida sexual activa y me resulta excitante poder al menos imaginarlo.
Estaba justo en medio de la penetracion qué Eric le daba a Judith, cuando la silla de mi lado se movió haciendo caer mis pies de golpe al suelo, y sacándome de mi imagen mental.

Me enamoré de los Dos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora