Cap. 24.

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By Tom.

Me tire en la cama en cuanto regresé de llevar a Anna a la Universidad, estaba exhausto... Me quedé dormido de inmediato y desperté cuando eran alrededor de las tres de la tarde.
Tomé una ducha porque la necesitaba y me preparé algo de comer... Masticaba mirando hacia un punto fijo, ya estaba agotado de pasar tanto tiempo sin hacer nada, Gustav tenía un taller de motocicletas cerca de nuestra casa pero siempre estaba ocupado y ya lo tenía cabreado con mis visitas diarias, así que no me iría a meter allí por ningún motivo.
Había dejado el negocio de las drogas hace un par de meses porque Charlotte me lo había suplicado llorando, y Bill me había dicho que si no dejaba ese trabajo me tenía que buscar otro lugar para vivir.
Ellos dos estaban muy de acuerdo en todo siempre, pero yo desencajaba en la familia con mis actitudes, y con el inmenso cariño que les tenía preferí dejar el negocio y así poder darles tranquilidad.

Bill iba a la Universidad, y trabajaba con nuestra madre los fines de semana, George también estaba estudiando y era el compañero de salón de Anna, que suerte tenía el imbécil ese... ¿Y si me metía a estudiar algo? De seguro Charlotte se sentiría feliz... Bill se veía todos los días con Anna allí, y eso le daba muchísima ventaja, podía acompañarla en todo momento y Anna de seguro estaba feliz de tenerlo con ella... ¿Pero que podía estudiar? No tenía idea de ninguna carrera, ¿pero que tan difícil podría ser?.

Tomé el vaso de jugo y lo bebí por completo, miré la hora, las tres con cuarenta minutos, si me daba prisa podría ir a la Universidad de los chicos y averiguar yo mismo que cosa me llamaba más la atención, y si tenía suerte, podía tomarme con Anna allí.
Me puse una camisa a cuadros de color rojo con negro y ate una pañoleta negra en mi frente, tomé las llaves del Audi y salí de la casa de inmediato... Conduje a toda velocidad, me sonreía involuntariamente de solo imaginarme allí, de seguro habían chicas guapísimas, de seguro todas se volverían locas por mi.
Llegué al parqueadero de la Universidad y me estacione en el mismo lugar en donde lo había hecho por la mañana al traer a Anna, mire a mi alrededor y todo estaba en calma, de seguro todos estaban en clases. Busqué mi móvil y le envié un mensaje a Bill, debía decírselo, si no lo hacía me mataría por no contárselo...

Estoy en tú Universidad, vengo a matricularme para estudiar... Ven a la dirección, necesito de tu ayuda.

Apagué el coche y bajé mirando el edificio en frente, no me había dado cuenta de lo enorme que era el lugar. La idea que había tenido era un poco presipitada, pero así era yo, un maldito acelerado y un puto loco... Caminé hasta la puerta y un tipo me recibió...

- Buenas tardes... ¿En qué te puedo ayudar?

- Buenas... Vengo a matricularme... ¿Con quién tengo que hablar?

- Debes ingresar a dirección, pregunta por Petter Müller, es el prefecto, él podrá ayudarte.

- Muchas gracias...

Llegué a la oficina del tal Petter y me quedé esperando un momento, una hermosa chica de unos veinticinco años aproximadamente, estaba sentada detrás de un escritorio y al verme se sonrió con picardia... Era la secretaria seguramente pero estaba buenísima, su cabello negro brillante y largo, una falda ajustada qué le marcaba su buen culo y una bluza con un llamativo escote, tenía gafas que la hacían ver jodidamente sensual, en cuanto al rostro, no era tan agraciada, pero si no te fijabas en eso todo lo demás era perfecto... Le sonreí con una sonrisa ladeada, metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón haciéndome el chulo y jugue con mi pircing del labio mientras le observaba...

- ¿Puedo ayudarte en algo?

Dijo desde la distancia, estaba desesperada por cruzar palabras conmigo, se le notaba a leguas...
Me acerque dando pasos lentos hasta ingresar en la oficina...

Me enamoré de los Dos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora