Cap. 7.

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By Tom:

Cuando la luz del sol me pego en la cara fue cuando comencé a despertar... La nieve se había derretido de los parabrisas y podía ver el exterior con claridad, la nieve blanca por todos lados, iluminada por el resplandeciente sol del medio día... Mierda estaba sudando, tenía el cuerpo pegado a la ropa y apestaba como mil demonios... Me dolía la cabeza y con cada pequeño movimiento sentía que se me partiría en dos, llevé ambas manos para sostenerla y comencé a enderezarme en el coche, quejándome como un anciano que apenas y podía moverse... Apoye mis manos sobre el asiento y mi mirada se centro en la tela brillante que destellaba con la luz del sol... Frunci aún más el ceño y agarre la tela en mis manos... La escena se me vino a la mente de inmediato, los fuegos artificiales, el alcohol, la botella de agua ardiente, y las dosis de cocaína que me había esnifado... Mi comportamiento patético con los chicos, y... Anna...
Tomé el vestido en mis manos y sentí como la realidad me invadia... Sus gritos, su ojos llenos de miedo, los golpes... Mierda le había pegado... Me había propasado con ella... Mierda, mierda, mierda y más mierda... Abrí la puerta de un tirón y comencé a salir del coche, tenía los pies descalzos y la la nieve aguada me empapo por completo, seguía fría pero no me detuve para lamentarme, empecé a correr olvidando el dolor de cabeza y todo lo que sintiera en ese momento, debía ver a Anna...

Corría semidesnudo como un loco y cuando llegue a la puerta de entrada a la cabaña me quede unos segundos intentando recuperar el oxígeno que había perdido... Tome aire llenando mis pulmones por completo y abrí la puerta de una vez...
Las miradas de todos me invadieron por completo, un silencio profundo se hizo en la mesa del comedor donde todos desayunaban y compartían...
La maldita puerta crujió en cuanto la solté haciendo un ruido molesto y avisando que el gilipollas de la casa había llegado...

- Tom... Cariño... ¿Y esas fachas?
Pasa, pasa!! Siéntate a desayunar...

Mí Madre actuaba normal, eso quería decir que... No sabía nada de lo que había pasado entre Anna y yo... Observé la mesa y comencé a caminar, busque a Anna con la mirada y cuando la encontré me di cuenta que estaba con la mirada perdida, sus ojos estaban tristes, si rostro había perdido el brillo del día anterior y no me miraba... Maldición me sentí fatal... Yo era el culpable, yo la había lastimado... Bill estaba sentado a su lado, lo miré a los ojos y me observaba con atención, me acusaba de algo pero tuve la sensación de que no sabía de qué, tal vez lo sospechaba, pero de todos modos estaba enfadado...

- Iré... Me iré a vestir... No tengo hambre...

Todos se voltearon a verme...
Mierda que situación de mierda tan desagradable... Me metí en la habitación de los chicos y observé las camas... en la que había dormido Bill seguía deshecha y en la orilla izquierda estaba mi camiseta, la que yo mismo le había regalado a Anna para que usará de pijama en nuestra casa...
Habían dormido juntos, de seguro Anna había corrido a sus brazos después de que yo la tratara como a una perra y Bill la había consolado...
Me acerque y la tome en mis manos, me la lleve a la cara y la olí... Ya no tenía mi olor, ahora olía al cuerpo de Anna, a ese sudor tan delicioso que emanaba de su cuerpo cada vez que hacíamos el amor... Mierda debía hablar con ella, no podía dejar las cosas así, debía pedirle perdón debía explicarle, aunque no tuviera justificación alguna debía hablar con ella, debía hacer algo para que me perdonará...
Tomé la camiseta y me la puse sin pensarlo, después de todo era mi ropa... Me abroche los pantalones y me puse zapatillas... No perdería tiempo buscando una mierda debía ir con Anna cuanto antes...
Caminé hasta la puerta y cuando llegué a la sala me di cuenta que Anna y Bill no estaban... Los busque con la mirada por todos lados pero no estaban...

- Tenemos que hablar...

Dijo Gustav parado a mi lado...
Lo miré un momento pero después lo ignoré, seguía buscando a Anna...

Me enamoré de los Dos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora