Me enamoré de los Dos.

Cap. 16.

By Bill.

No había un buen clima para volar, incluso había turbulencia, odiaba las putas turbulencias, sobre todo cuando volabamos de noche, pero no quedaba de otra, los pasajes estaban reservados y Charlotte tenía una entrevista muy temprano por la mañana así que apenas aterrizaramos empezaría el arduo trabajo para nosotros, nuestro nuevo trabajo, en un nuevo país, con nuevas personas y sin Anna.

Bajar del avión y ver todas esas caras nuevas, rasgos tan diferentes a los nuestros, de pequeño siempre había pensado que los asiáticos eran todos iguales, y no entendía como ellos se distinguían entre sí... Cosa de niños me imagino.

- Tomaremos un taxi y según el GPS estaríamos en el salón en cuarenta minutos.

Dijo mi madre mientras caminaba apresurada arrastrando su maleta de equipaje, Gordon la ayudaba con dos maletas más y un enorme bolso...
Ellos se habían vuelto una pareja muy compremetida, Gordon era un hombre solitario, vivía cerca de las montañas y podía darme cuenta en su rostro lo extraño que se sentía en Japón, tenían vidas muy distintas y hacían cosas muy diferentes, pero creo que esa era la magia de su relación, habían encajado a la perfección y Gordon la quería muchísimo, el solo hecho de haberla acompañado hasta aquí era una enorme muestra de amor para ella.

Sin hablar mucho, sin expresar demasiado metí mi equipaje al taxi y me subí de una vez... Ya no había vuelta atrás, estábamos aquí y tenía que hacer lo que le había prometido a mamá. Sabía perfectamente que no sería fácil, había sido una semana muy dura para mí, congelar mi carrera en la Universidad, empacar, esconderme de Anna y de Tom para no hablar un tema que yo ya tenía decidido y ellos se negaban en aceptar.

Antes de subir al avión, fue la última vez que les hablé, y Anna no fue capaz de mirarme a la cara, estaba molesta conmigo, sus palabras fueron pocas pero se me habían metido en el pecho y me daban vueltas en la cabeza sin parar...

"No puedo obligarte a nada... Ya lo decidiste... Buen viaje Bill... Les deseo mucho éxito... Cuida mi corazón desde allá... Porqué te lo estás llevando a la fuerza"

A la fuerza... Eso significaba que ella no quería que me trajera su corazón conmigo... Ella quería estar, ella quería que me quedara, pero Anna no era una chica que llevara la contraria en nada... Accedió.
Y Tom... Él no entendía mi repentina decisión, pero de todos modos aceptó...

"Si no vuelves dentro de dos meses... Iré por ti... No vas librarte de mí tan fácilmente cabrón"

Dos meses... Dos putos largos meses...
Podían pasar tantas cosas en ese tiempo... Podía olvidar... Podía volverme loco... Podía sufrir... Podía cambiar... Y ellos... Ellos también...

Al llegar al salón me impresionó ver que el lugar era muchísimo más grande que el salón de Hamburgo, era muy lujoso, como todas las construcciones de Japón, rodeado de edificios enormes y lleno de luces y publicidad de todo tipo... Era un lugar muy transitado, había muchísimas personas por todos lados.

Un asiático de cabello bien recortado vistiendo un elegante traje y un elegante maletín de cuero negro, fue quién nos recibió...

- Mi nombre es Ryoma Nakamura, mucho gusto...

Estrecho nuestras manos y nos invitó a pasar...
Las pinturas de mamá ya estaban aquí, seguían empacadas, habían enormes telones blancos sobre las paredes y el techo era tan alto que se hacían ecos hablar...
La sonrisa qué se le formó en el rostro a Charlotte fue digna de admirar, mi madre estaba feliz, estaba viendo uno de sus más enormes sueños en frente de su cara y no pude evitar sentirme bien por ella.

Toda la mañana estuvimos enterandonos y aprendiendo como se debía trabajar aquí, no hubo tiempo de descansar, no hubo tiempo de pensar, ni hubo tiempo de sufrir... Aunque el corazón no había vuelto a latirme con normalidad desde que les había dado la noticia a los chicos de que vendríamos aquí...
Esa sensación de vacío en mi interior, ese extraño dolor que se hacia más intenso cada vez que recordaba qué al llegar la noche y recostarme en una cama qué no era la mía, estaría solo.