Cap. 10.

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By Anna.

Siempre que voy al Supermercado me gusta traer de todo lo que necesito para no tener que volver en el mayor tiempo posible allí. No tenía pensado ir todavía pero Arthur me dio la paga del mes, y luego de haber cancelado la Mensualidad de la Universidad, y el alquiler del departamento, todo lo que me quedó disponible lo usé en comprar algo de comida y cosas para la casa, aveces logro ahorrar un poco, pero la verdad el dinero me alcanza bastante justo.

Venía llegando a mi departamento con los paquetes del supermercado y antes de abrir la puerta Diana apareció buscándome, no habíamos podido hablar después de que se habían llevado a Tom con ellos por la noche anterior.

- Dame!!... te ayudo.

Tomo dos de mis bolsas y esperó a que abriera la puerta.
Entramos en el departamento y me dirigí hasta la cocina, quería evitar a toda costa qué comenzará a interrogarme, pero sabía que lo haría en cualquier momento.

- Has ido temprano a comprar... ¿Por qué no me pediste que te acompañara? Pude haberte ayudado...

- Siempre lo hago sola...

- Pero ahora somos vecinas... Podemos ayudarnos... En todo...

Me volteé a mirarla y vi como chismoseaba en mis paquetes y se entretenía leyendo las instrucciones de un shampoo.

- ¿ A qué viniste Diana?...

Levantó la mirada y me observó intentando disimular...

- A verte... Eres mí amiga... No estés tan pesada conmigo... Yo no te he hecho nada Anna.

- ¿Ah no?

- ¿Vas seguir molesta por lo de ayer?

Solté las cosas que estaba acomodando y me dirigí hasta la sala... La miré a los ojos unos segundos y ella me observó con atención.

- No puedo más Diana... Ya no soporto esta situación... Me sobrepasa...

- ¿Te refieres a Tom?

Moví mi cabeza en señal de aceptación.

- ¿Te gusta mucho verdad?

- Si...

- ¿Por qué las mujeres somos así?... Podemos tener en frente al chico más bueno del mundo, pero ahí viene uno malvado y con personalidad guarra y nosotras perdemos los estribos por ese, justo por el qué no nos conviene...

La observé detalladamente, sabía que se refería a Tom y Bill, pero sentí que sus palabras tenían mayor peso, cómo si hablara dentro de la experiencia, cómo si...

- Diana... Tú... ¿Estás enamorada de Gustav, verdad?

Me observó con los ojos enormes y guardó silencio...

- Tú... Sólo... ¿Lo amas a él? ¿No?

No me contestaba y eso me preocupó...

- Diana...

- ¿Por qué me preguntas eso?

- No lo sé... Curiosidad, supongo... Pero... Respondeme...

- Si... Sólo a Gus...

Moví mi cabeza de arriba abajo lentamente, intentando afirmar lo que ella me decía, pero con un tanto de incredulidad...

- ¿Qué piensas hacer?... ¿Qué harás con Bill?

- Se lo diré... No voy a ocultarselo, no se lo merece... Le diré la verdad...

- ¿Creés qué... Pierda interés en ti?

Me enamoré de los Dos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora