Cap. 6.

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By Tom.

Tardamos más de tres horas en salir de Hamburgo, había un tráfico del demonio en la carretera, y lo peor de todo era que venía montando sobre la motocicleta de Geo con él de piloto, era vergonzoso la verdad, pero entre conducir la motocicleta color negro con rosa de Arly y venirme pegado a la espalda de Geo, no había donde perderse.

Al llegar a la ciudad de Núremberg, paramos en una gasolinera para llenar los estanques de las motocicletas y comer algo en la estación de servicio antes de irnos a las dichosas carreras, que por cierto nos quedaban a unos veinte minutos más de camino por la carretera.

-Bill está llamando. -Dijo Geo mientras bebía de su lata de gaseosa y miraba la pantalla de su móvil.

-El hermanito obsesivo otra vez. -Replicó Arly en tono de burla.

-Ignoralo, no le contestes, lo que menos quiero es saber de Bill en este momento. -Respondí mientras me sentaba en la acera para disfrutar de mi gaseosa.

Eran alrededor de las ocho de la tarde y ya comenzaba a anochecer, el tráfico disminuía notablemente y el clima comenzaba a estropearse con el viento que corría, demostrando que sería una noche fría en la ciudad de Núremberg.

Estabamos en época de Otoño y el clima cada vez empeoraba más con el paso de los días, el viento, los árboles desnudos habían dejado caer sus hojas secas por las calles Alemanas, plasmando imagenes otoñales que me producían nostalgia.

-¿Todo en orden?. -Me preguntó Arly mientras se acomodaba a mi lado en la acera de la estación de servicio.

-Geo fue a pagar la gasolina, ¿Quieres charlar?. -Arly no era una chica con quién podías platicar de cualquier cosa, así que simplemente moví mi cabeza en señal de negación y volví a beber de mi gaseosa.

La vi sonreír evadiendo la frustración que le generaba mi rechazo y bebió de su lata mientras fijaba su mirada en los árboles que teníamos en frente.

-Antes de venir a Hamburgo, tenía un novio. -Dijo sin mirarme.

-Era un gilipollas, alcoholico, drogadicto y mujeriego. -No le interrumpí, quizás quería contarme su historia para que yo le tomara algo de confianza.

-Estaba muy enamorada, enceguecida la verdad. -Soltó una risita en un resoplido mientras sacaba una cajetilla de cigarrillos de su chaqueta de cuero.

-Me golpeaba... teníamos grandes discusiones por sus engaños y sus infidelidades. -Me tendió un cigarrillo y se lo acepté agradeciendo en un susurro.

-Una noche llegué a la casa que alquibamos, bueno, la casa que yo alquilaba, porque el gilipollas no me daba ni un euro para la renta, era un puto vago mantenido. -Volvió a reír, encendió su cigarrillo y me tendió el encendedor.

-Estaba metido en la cama con mi mejor amiga... podía oír los gemidos desde antes de abrir la puerta. -Eso debió ser una escena muy fuerte de presenciar, pensé.

- Me metí en la habitación y le quite a esa puta de encima jalandola de los pelos, la golpee por horas... Le di tantos puñetazos y patadas que recuerdo que no podía verle bien su rostro por toda la sangre que le cubría. -Trague saliva con dificultad, pero Arly volvió a reír restandole importancia a lo que a mí, me parecía algo escalofriante.

-Al baboso ese... Le escupi en la cara, pero era tan cobarde que huyó... La policía me llevó detenida por la golpisa que le di a la zorra esa... -Le di una calada al cigarrillo y solté el humo mientras miraba a Geo para saber si regresaría pronto. Le vi conversando muy tranquilo con un muchacho que también cargaba combustible en su motocicleta, así que volví a concentrarme en la historia de Arly.

Me enamoré de los Dos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora