05. Colorado

478 59 24
                                    

|||AVISO|||

- En este capítulo será mencionado Natalan, llamado por su nombre real (Alan)


Disfrute de la lectura.
__________________________________

Viernes, 05 de febrero del 2021.
- 09:00 A.M.

Divisó en la pantalla del celular al momento de apagar la alarma. Revolviéndose entre sus sábanas, Da Rey se veía reacio a dejar su cama.


Era viernes, y no tenía clases hasta la noche.

  Quería descansar lo máximo posible, pues esa primera semana de clases había sido exhaustiva viendo macroeconomía, finanzas y ética y responsabilidad social. Tres horas de clase en cada materia, viendo hasta dos en un solo mismo día, era completamente diferente al horario del colegio o de los cursos auxiliares que realizó antes de entrar a la universidad.

Sintiendo la inmensa soledad de su habitación al abrir los ojos, acurrucó las piernas contra su pecho, extrañando su anterior dormitorio, más pequeño y acogedor, donde se sentía como en casa.


- Solo no me he acostumbrado a este nuevo vivir...- tratando de animar su humor, el azabache salió finalmente de su cama, levantándose en dirección a la puerta.


Aún somnoliento y bostezando, abrió la puerta de su habitación, topándose con su compañero cara a cara en el pasillo. Diego recién había salido de bañarse; con el cabello completamente mojado, dejando caer gotas de agua por todo su cuerpo, tenía la toalla de baño amarrada a la cintura, cubriendo únicamente su entrepierna.

Da Rey, sin disimular, desvió la mirada al torso desnudo del moreno, entrecerrando los ojos para poder observar mejor, ya que no cargaba puesto los lentes. Era jodidamente precioso, de pies a cabeza, con un cuerpo increíblemente fuerte y deseable, parecía ir al gimnasio con regularidad, o al menos parecía ejercitarse con gran emoción.

Estaba completamente musculoso, para solo tener dieciocho años.

Tragando saliva, Da Rey subió nuevamente su mirada, topándose con Diego detallando de igual manera su figura.


- Buenos días- Saludó el más bajo, tapándose con torpeza su pecho desnudo, lastimándose en el proceso las mordidas de su piel aún visibles.


- Buen día- Respondió Aquino.- ¿Cómo amanece?


- Con calor- Respondió el contrario de manera impulsiva, mirando nuevamente el cuerpo del contrario. Este mismo río por lo bajo, confundiendo al azabache.


- Ya veo..- Comentó, llevándose la mano a la cadera- ¿Le siguen doliendo?.- Preguntó, señalando con la zurda los chupones de Da Rey.


- Sí... mucho.


- Le sugiero que vaya a bañarse, luego pase a mi habitación para ponerle una crema- Explicó Diego.


- ¡No, no! Descuida, estoy bien- Respondió Da Rey, apenado por la situación.


𝓦𝓮𝓷𝓷𝓮𝓼𝓼𝔂'𝓼 𝓓𝓪𝔂𝓼 |  𝓓𝓾𝔁𝓲𝓷𝓸 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora