29. Días de Wennessy

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||| AVISO |||


Por favor, lea con SUMO CUIDADO ESTE CAPÍTULO, contiene escenas de violencia no apto para todo público.

Se recuerda que esta es una OBRA DE FICCIÓN, no se apoya ni promueve ningún tipo de acción que lleva a cabo algún personaje de la obra.

Recordamos que cada insulto o denigración a las personas homosexuales o de diferentes orientaciones y gustos no los soportamos ni promovemos; si se hace algún comentario negativo hacia ellos es completamente ficticio y solo por la trama, NO APOYO LA HOMOFOBIA NI LOS ESTEREOTIPOS DENIGRANTES HACIA LOS HOMOSEXUALES.

Tenga paciencia en leer el capítulo, este puede llegar a ser pesado de leer y entender.

A su vez, quiero notificar que es el capítulo de la historia más personal y con más índole filosófico, se utilizarán muchas metáforas, muchos recuerdos, alucinaciones y cosas que parecen no tener sentido, pero tienen un trasfondo más fuerte de lo pensado.

(me encargaré de explicar cada detalle que no se entienda más adelante).

Sin más nada que decir, espero disfrute el último capítulo de Wennessys days, gracias por acompañarme en todo este trayecto.

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- Bienvenido, joven Da Rey; pase adelante.


Haciéndose a un lado de la puerta, el profesor de cabellos oscuros dejó pasar a Da Rey por la puerta, llegando hacia la entrada de su apartamento, divisando en hogar del hombre.


Se veía solitario, muerto, como si algo le faltase a la casa, o al profesor.


Dando una vuelta por el lugar con sus ojos, el azabache notaría los colores tan apagados que decoraban la habitación. Grises, negros, verdes oscuros y marrones se hacían presente en la sala, comedor y cocina.



Esta mantenía una estructura diferente, tras pasar la entrada te encontrabas con la sala, la cual parecía ser una enorme biblioteca, pues en todas direcciones y en todas las paredes habían estanterías con solo libros y más libros, siéndole un tanto perturbador al más bajo.


Rodeando unos muebles de cuero oscuro, se encontraría al centro un gran marco, marcando así la división del salón con la cocina. Esta misma era mayormente decorada con madera, sus despensas y encimeras emanaban un color grisáceo apagado, como si estuviese muerto, aunque ni los objetos vida tienen. A su otro lado se hallaba una pequeña mesa de comedor cuadrada, acompañada de un par de sillas transparentes, dándole un toque moderno al apartamento.


Guiándose hacia aquella mesa, el profesor incitaría a Da Rey acomodarse en la silla, mientras él buscaba una bebida para ofrecerle al chico.


El muchacho apenas vería a su profesor darse la vuelta hacia la cocina, sacaría con cautela su celular del bolsillo, pues se supone que estaba allí para recuperar el suyo, pero él no era tonto, le había dado al profesor su viejo celular, el que Diego no le había regalado.

Así que colocando su teléfono en silencio, le mandó un mensaje a los chicos diciendo que ya estaba dentro del apartamento con el profesor Mateo, y que todo estaba bien.

𝓦𝓮𝓷𝓷𝓮𝓼𝓼𝔂'𝓼 𝓓𝓪𝔂𝓼 |  𝓓𝓾𝔁𝓲𝓷𝓸 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora