𝓦𝓮𝓷𝓷𝓮𝓼𝓼𝔂'𝓼 𝓓𝓪𝔂𝓼 | 𝓓𝓾𝔁𝓲𝓷𝓸 (En edición)

12. Familiar

- ¿Puedo invitar a un amigo?

- ¿Acaso tienes más amigos a parte de nosotros?- Escuchó a la chica decir a través del celular.

- Jaja. Qué graciosa.

- Bueno bueno- Dijo riendo.- Si quieres sí; debe ser alguien importante para ti como para que me pidas invitarlo.

- Quizás- Respondió el moreno, finalizando la conversación.

Ya era domingo, y Abril cogía su vuelo al exterior el lunes por la mañana. Como último día en el país, decidió pasar su tiempo con Luis y Diego, y al parecer, un nuevo chico. Sorprendida por lo que le pidió el castaño oscuro, le llamó rápidamente a Luis, contándole lo sucedido.

- Adivina qué me dijo Aquino.

- ¿Qué te dijo?- Preguntó el contrario, ansioso por saber.

- Me preguntó si podría invitar a un amigo- Contestó Abril, haciéndose mil ideas en la cabeza.

- ¿Amigo?, ¿no crees más bien que será una novia o algo?- Contradijo Luis.

- ¿Novia?- Preguntó sarcásticamente la chica, riéndose en el acto.- Por Dios, cómo Diego va a tener novia.

- Quizás tenga novio.

- ... - La chica se quedó callada, analizando si era posible que su amigo estuviera saliendo con alguien, siendo un chico además.- No lo creo. Tal vez solo sea un simple amigo.

- Apuesto a que será su novia. Ya lo verás- Contestó Luis.

- Apostemos entonces- Retó Abril, deseosa por saber los motivos de Diego.

- Me parece- Aceptó Luis, cediendo siempre a los juegos de su amiga.

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Duchándose rápidamente, salió disparado a su habitación, buscando qué ponerse entre todas sus cosas.

Estaba nervioso, muy nervioso, pues hoy conocería a los amigos de infancia de Diego. Quería agradarles, o como mínimo, darles una buena impresión.

Secando su cuerpo con ayuda de la toalla que cargaba al rededor de su cintura, apresuró a ponerse las prendas de ropa más decentes que tenía. Decidió portar una camisa negra sencilla, debajo de un polo manga larga de rayas púrpuras que combinaban con sus ojos. Tenía además un pantalón holgado de color oscuro, junto a unos zapatos de marca regalados por Diego. Ese era el cuarto par de zapatos que le regaló el moreno desde que se conocieron. Estaba agradecido por esos detalles. Indiscutiblemente, llevaba su característica gorra color negro, tapando su liso cabello, el cual buscaba salir del gorro con algo de desorden por los lados de su cabeza.

Mirándose varias veces en el espejo antes de aprobar su outfit, salió de la habitación, topándose con Diego, que se veía divino como siempre.

Usaba una camisa cuello de tortuga negra, y por encima una abrigo de cuadros verdes sencilla, portando unos pantalón negros, y unos zapatos blanco con verde, creando una escala de colores que combinaban muy bien entre sí. Usaba unos lentes oscuros para el sol, a pesar de que ya estaba atardeciendo. Sus ondulados mechones caían bien por toda su cabeza, dándole un toque muy juvenil a sus atuendos formales.