Merry X- Mas... Especial navideño (+18)

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- Antes de comenzar... disculpen la demora, quería publicar el capítulo ayer y pasaron cositas que me lo impidieron (flojera de revisar la ortografía kjsaksj)

-  Para disfrutar mejor el especial, os dejé una canción navideña que la he tenido muy pegada últimamente, me parece una canción que transmite mucho el sentimiento de ''navidad''. Si desean escucharla la dejé arribita para que la disfruten con el especial.

Disfruten la lectura:)

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Hacía frío por las calles, y la nieve se hacía presente por las veredas.

De su boca salían pequeños humos, ocasionados por la misma temperatura baja, enrojeciendo sus labios, nariz y orejas, haciendo que se envuelva las manos en el interior del saco de invierno que cargaba puesto. No soportaba el frío, para nada.

Pero se aliviaba con la idea de volver a casa, y quedarse cerquita del fuego, amarrado a los brazos de su amado, sintiendo aquel calor que tanto amaba de él.

Emocionado por regresar, apresuraría el paso, caminando por las aceras, pisando con cautela el cemento cubierto de nieve; al pisar, su botas se enterraban en la superficie fría, dificultando su caminata, provocando que se resbalara de vez en cuando. Pasó rápidamente por una panadería, viendo en las vitrinas de ésta distintos pasteles navideños, así que analizando si comprar algo o no, decidió llevar a casa un pastel de chocolate negro, esperando que su chico se emocionara al ver el dulce.

Casi que corriendo, logró divisar su edificio, dejando soltar un gritillo de felicidad, aliviado de sentir prontamente el calor de su hogar. Siguió avanzando, sintiendo a su vez cómo los copos de nieve iban cubriendo sus ropas, percatándose del frío que les proporcionaba.

Llegando al vestíbulo, se sacudió los pliegues de la ropa, para luego subir corriendo por las escaleras, incapaz de tener la suficiente paciencia de esperar al ascensor. Cuando llegó a su piso, divisó rápidamente la puerta de su apartamento, marcando una sonrisa de oreja a oreja, emocionado por entrar y verlo nuevamente.

Colocando la huella de su pulgar en la pantalla dactilar, abrió la puerta, cerrándolo tras sí con rapidez. Y dejando el abrigo en el perchero de pared, avanzó con prisa hacia la cocina, colocando el pastel en la encimera, justo al lado del refrigerador, para luego dar pequeños saltitos hacia la sala, observándolo por completo.

Y allí estaba, portando su cabellera negra azabache con gran estilo, luciendo un polo con estampados de renos navideños, el cual iba en conjunto con el que traía puesto su novio. Cargaba además un mono sencillo, con unos calcetines largos de navidad, de colores navideños característicos: rojo, verde y blanco. Sus preciosos ojos violetas parecían estar concentrados en las bambalinas brillantes de la caja, las cuales sacaba poco a poco para colgarlas en el árbol de navidad, el cual era como dos veces más grande que él. Ya había avanzado más desde la tarde, el árbol estaba completamente armado, y ya lo estaba terminando de decorar.

Diego se encontraba emocionado de verlo, se sentía disgustado de haber tenido que salir a pleno veinticuatro de diciembre. Era el día más tardío para decorar la casa de navidad, pero a los chicos les había parecido una buena idea armar el árbol el mismo veinticuatro, como actividad de parejas.

Da Rey estaba algo cansado ya, su novio lo había abandonado en la tarde, obviamente sin intenciones de hacerlo, pues tuvo que irse por cuestiones de trabajo, y aunque lo entendía, una parte de él era caprichoso y solo quería tenerlo ese día para él, pero no podía ser así de egoísta, menos si era por un tema empresarial.

Enfocado en la suyo, no se daría cuenta de la presencia del moreno, quien además caminaba en puntillas, con gran sigilo para que tampoco se diera cuenta, para así lograr cometer su pequeña travesura. E inclinándose atrás del azabache, guío sus manos hacia el pecho de Da Rey, rodeándolo por completo, dedicándole un pequeño soplido en su oreja derecha, provocando que el mayor se exaltara en el acto, dando un pequeño brinco sobre sí mismo, asustando al contrario involuntariamente con el grito que soltó.

𝓦𝓮𝓷𝓷𝓮𝓼𝓼𝔂'𝓼 𝓓𝓪𝔂𝓼 |  𝓓𝓾𝔁𝓲𝓷𝓸 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora