Capítulo 16: Cita doble

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Teniendo tan cerca la boda de Jonia y Rachel, Dean y yo organizamos una cita doble con Quinia y Simeon para comprarnos la ropa para la boda.

Al llegar al centro comercial, nos juntamos con ellos. Pude notar como Quinia estaba bastante contenta con que Simeon accediera a esto. Simeon no es de esas personas que dedican su tiempo en irse de compras.

Aunque las discusiones ya empezaron desde la primera tienda de ropa en la que entramos...

—¿Qué hacemos en esta tienda de pijos? —preguntó Simeon.

—¿Comprar ropa para la boda? —respondí con una pregunta retórica.

—¿Y quien os ha dicho que yo me vaya a vestir con esta mierda? —refunfuñó Simeon.

Dean no pudo evitar soltar una carcajada. Como se nota que le conoce bien.

—¿Y como vas a ir vestido? ¿En chándal? —se burló Dean.

—No, en chándal tampoco... —respondió Simeon —. Quiero mirarme una sudadera guapa guapa.

Dean se estaba descojonando. Quinia y yo nos estábamos mirando la una a la otra, tratando de expresar nuestra decepción a la otra.

—Mira Simeon, ¿Por que no te pruebas ese traje? —le dijo Quinia, señalando un traje.

—¿Ese traje? ¡Pero si es feísimo! —exclamó Simeon —. ¡Yo quiero ir a la boda con la camiseta de la Barca FC!

Dean, por culpa de la risa, no era capaz ni de mantenerse en pie. El líder de la 3F cayó al suelo, donde siguió riéndose como un cochinillo.

Esto es surrealista, donde me he metido...

—Ejem, ejem... Simeon, ese traje tiene protección especial a los golpes y los disparos. —traté de engañarle.

—Eso es interesante... Se lo podríamos comprar a Shyna —dijo Simeon, con una expresión orgullosa —. ¡Yo no necesito algo así!

No puedo creer que alguien pueda ser tan tonto.

—Dean, por favor, dile algo. —le supliqué a Dean.

Pero Dean todavía estaba en el suelo muriéndose de la risa. Toda esta situación provocó que todos los clientes de la tienda nos miraran, lo que me avergonzó bastante.

—Bueno, Dean y yo nos vamos a otra tienda a comprar el traje —dije mientras agarraba a Dean —. ¡Buena suerte Quinia! —sonreí.

—¿Te vas, Mia? —Quinia levantó una ceja.

—¡Si! ¡Chao! —y me llevé a Dean a la tienda más lejana posible.

Lo siento Quinia, eres mi mejor amiga, pero creo que mi vergüenza es mas grande que nuestra amistad. ¡Además Simeon es un completo imbécil!

—¿Cómo es Simeon tan sumamente tonto? —le pregunté a Dean.

—No se, creo que ni siquiera se ha sacado la primaria —dijo Dean —. Bastante que sabe hablar y no cagarse encima.

Dean y yo fuimos a otra tienda de ropa formal, y ahí se miro un traje. Era de tres piezas. Camisa negra, chaleco blanco y americana negra. Le permití darle el toque personal poniéndose una corbata morada.

El traje no le queda nada mal...

—Mia, ¿Qué te pasa? —Dean hizo una mueca —. ¡Estás roja!

Me puse las manos en los mofletes. Mierda, es verdad.

—Dejémoslo en que no te queda mal ese traje, creo que es de tu talla. —suspiré.

Un pasado sin resolver (EN REFORMAS, ACTUALIZADO SOLO HASTA EL CAP 13)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora