Mikkel
Una semana de mierda por donde lo vea. No puedo seguir con esta mentira, me encantaría decirle, pero no se como lo pueda tomar. Sentía que no podía respirar, que no tenía el valor para verla a la cara y seguir con toda esta mierda que yo mismo había comenzado.
Cuando la vi con Tyler en la fiesta fue la peor sensación del mundo, es como si la estuviera perdiendo. Pero lo peor de esa noche fue cuando beso a Tyler, toda la ira que nunca antes había sentido la sentí en ese momento.
No debería seguir con Aylen, pero es imposible no soporto verla con nadie más. La idea de alguien le haga el amor o la bese me enferma. Soy un puto egoísta y de eso no tengo duda.
Despertar en su cama es algo que no tiene comparación aunque prefiero cuando esta ella también. Abro la puerta del baño y nunca me imaginé verla ahí. Sus panties están en sus rodillas y casi se le salen los ojos cuando me ve.
Aylen se ve como un ángel. Tiene una cola en lo más alto y unas pequeñas ojeras que adornan su rostro.
- Sal de aquí – niego.
- Dame una buena razón – rueda los ojos y yo no puedo evitar reír con ese gesto.
- Mi madre sabe que pasaste la noche aquí – mierda –. Nos escuchó hablando, así que preparó unos submarinos.
- ¿No está enojada? – pregunto.
- Nop – dice relajada –. Ve a comer y déjame orinar en paz.
- Esta es la primera vez que veo a una chica orinar – susurro –. Me gusta.Salgo y veo la bandeja. Que vergüenza, no se si sea capaz de salir por la puerta principal. Veo la cazadora sobre la silla y se me ocurre una idea.
Me siento al borde de la cama y tomo uno de los submarinos, esto sabe muy bien. Aylen no demora en venir y se sienta en su silla.
- Nunca te he visto usarla – señalo la cazadora.
- Es tuya – le doy otro mordisco al submarino.
- Quiero que la uses – murmuro –. Ahora.
- ¿Cómo ahora? – deja el zumo en la mesa.No quiero que piense que lo único que me interesa es su cuerpo, porque hace tiempo me di cuenta que Aylen es diferente a las otras.
- Olvídalo – vuelvo la atención a mi comida.
- Dímelo – exige.
- De verdad, no es nada – susurro.Se incorpora de la silla y camina lentamente hacia mi. Levanta una de sus largas piernas y se sienta en mis piernas. Mete sus dedos en mi cabello y tira de ellos para levantar mi rostro, sus labios buscan los míos pero justo antes de hacer contacto niega.
- Has sido un muy mal novio – susurra en mi odio.
Sus manos se cuelan debajo de mi camisa y con la yema de sus demos hace un pequeño desde mi pecho hasta la parte baja. Sus ojos azules son tan oscuro ahora mismo que hace que mi excitación crezca más. Toma mi camisa y me la quita sin protesta alguna de mi parte. Mis manos automáticamente van a su alrededor para aferrarme a ella.
Comienza hacer pequeños movimientos circulares con su cuerpo y en respuesta al placer que estamos sintiendo suelta pequeños gemidos en mi oído mientras yo beso su cuello.
Pone sus manos en mi pecho y nos separa de tal forma que quedó atónito. Nos quedamos agitados mientras su pecho y el mío suben y bajan sin control.
- ¿Escuchaste eso? – niego mientras intento acercarme a ella –. No.
Se incorpora y me mira con picardía. Miro mi entrepierna y luego la miro a ella de nuevo, baja sus ojos a donde estaban los míos antes y sonríe.
- Creo que es hora que te vayas – susurra.
- ¿Es broma? – enarco una ceja.
- Estas en modo prueba – tenso mi mandíbula.
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Mentiras
RomanceLa mentira y el engaño tienen fecha de expiración, al final todo se descubre, y lo que es peor una mentira lleva a otra. Al mismo tiempo el dolor aparece y destruye todo a su paso. Mikkel tiene todo lo que el quiere, no le importa pasar sobre lo...