Mentiras

28. No voy a dormir solo

Aylen

Novios, somos novios. Después de nuestra tonta discusión ahora estamos en una relación. No puedo negar que las palabras de Michael me lastimaron, no me esperaba que dijera esas estupideces.

Cuando entramos tomados de las manos en dirección a nuestros amigos la gran mayoría de personas nos voltearon a ver. Sentí la mirada moral de más de una chica.

Mientras los chicos y mi novio entrenan nosotras decidimos ir de compras, hace ya un buen tiempo no tenemos una tarde solo de chicas, siempre estamos organizando cosas para el instituto o en su defecto estudiando. Entiendo perfecto la línea que hay en una relación, pero es que si no le digo a Mel lo que está pasando voy a morir.

Mi móvil comienza a vibrar como loco, en la notificaciones me doy cuenta que son mensajes de WhatsApp que llegan por montones. Abro al app y me doy cuenta que son de Mike, tengo 58 mensajes y contando.

Yo: Paraaaaaaaaa
Mike: Hola novia
Yo: Que bonita forma de arreglar los 102 mensajes.
Mike: Lo siento
Mike: ¿Qué vas hacer esta noche?
Yo: Dormir
Mike: ¿Con quién?
Yo: Sola por ahora ¿tú?
Mike: Planeaba robarte y no regresarte.
Mike: Pero ahora que lo pienso también voy a dormir, pero no solo.
Mike: Te hablo más tarde.

Me quedo paralizada mirando la pantalla de mi móvil ¿Cómo que no va a dormir solo? ¿Qué quiso decir? ¿Es una broma? Pero que diablos le pasa a Michael para decirme algo como esto y luego irse. Le mando un par de mensajes pero no esta en línea.

–    Vámonos Aylu – escucho al fondo.

Meto el móvil en el bolso e intento disimular mi estado delante de mis amigas, no pienso dañar mi tarde por un tonto comentario que seguramente sea una broma.

De regreso a casa le envió otro mensaje a Michael para saber donde esta, pero no hay respuesta. A ver Aylen es solo una tonta broma de tu novio, seguramente para el debe ser gracioso dejarte así, pero la venganza es dulce.

Dejo mis cosas sobre mi cama y me temo a al baño, cuando termino mi ducha bajo para saludar a mi madre que acaba de llegar.

–    ¿Qué tal tu día peque? – me pregunta.
–    Bien – susurro –. Fue como una montaña rusa.
–    Tengo que ser adivina para saber que el nombre Michael tiene algo que ver – ruedo los ojos.
–    Me pidió ser su novia – digo sin poder ocultar mi emoción –. Después de pelear.

Le ayudo a preparar la cena, hoy es de las pocas veces que mi papá no esta viendo futbol a esta hora si no que esta en garaje.

Es increíble como en un par de meses una persona me ha cambiado tanto, no quiero hacerme ilusiones tan rápido, pero es que con Michael me siento realmente bien. Estos días donde hemos estado los dos juntos siendo nosotros mismos han sido inolvidables.

Esta nevando cuando me subo de regreso a mi habitación, dejo la ropa que usare mañana lista, voy a la mesa donde deje mi móvil cargando a ver si tengo noticias de Mike. Para mi mala suerte no hay nada de él, solo un par de mensajes de las chicas.

Aún esta temprano y no hay nada interesante para ver, no paro de pasar y pasar canales, y de responder a las ocurrencias de Lou en el grupo. Es casi media noche y todo parece indicar que mi novio se lo ha tragado la tierra, no pretendo que Michael sea un chico romántico de los que se sienten obligados a darles las buenas noches a sus novias, pero que se desaparezca de esta manera después de un comentario que deja mucho a la imaginación, es una mierda.

Dejo el móvil en la mesita al lado de mi cama y voy a mi baño a cepillarme los dientes, y de paso aprovecho para hacer pis. Abro la puerta del baño y casi muero en el instante cuando veo un bulto sobre mi cama, fue tanta la impresión que di un tropezón contra la puerta a mi espalda.