Mentiras

5. Un idiota más

Aylen

Mierda, mierda y mil veces mierda. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? De todas las putas mujeres de este mundo, soy yo la que se tiene que encontrar de frente con el idiota que se acostó conmigo y me dejo sola en una habitación. Es que además de idiota es guapo, muy guapo.

Estoy en clase de algebra, pero no dejo de pensar en el pendejo que esta sentado en la parte de atrás del salón. Lo que menos quería era empezar encontrándome al estúpido ese y peor aún, que estuviéramos en las mismas clases. Porque conozco el sistema de mierda de este instituto, y si tengo una clase con una persona lo más probable es que la vea en el resto.

Apenas entre a la clase le conté a Mel que lo había visto. No quiero hacer un drama de esto, pero es que con solo verle la cara, me enoja saber que fui utilizada por ese idiota. Me había jurado que nadie más lo volvería hacer.

Busco por todos los medios durante el cambio de clases y los recesos no encontrármelo, ya todo el mundo sabe que me lie con un pendejo que me dejo sola, ahora no quiero que se sienta importante por lo que pasó.

Cambiando de tema dentro de las miles de cosas que hago este año Mel, Lou, Owen y yo nos encargaremos del anuario y de los preparativos de los eventos de nuestra promoción. Quiero que todo salga perfecto, no pienso que el idiota nuevo me arruine mi último año.

De las primeras cosas que debemos preparar es la fogata de inicio de clases, se suele hacer el primer sábado después del partido de exhibición del equipo de futbol. Recuerdo perfecto que el año pasado me moría por ir junto a Tyler, pero ese día no llego como yo lo esperaba. Ahora saber que el chico de la fiesta está estudiando aquí, y que lo más probable es que me lo encuentre de nuevo me molesta. Cuando lo vi pensé que me le iba a dar una cachetada, pero su mirada me distrajo.

No puedo negar que es guapo, es alto, demasiado para mi gusto, sin embardo los detalles de su rostro me hipnotizaron por un momento, pero sobre todo sus ojos. No puedo permitirme dejarme llevar por una atracción física, mucho menos sabiendo la clase de hombre que es, lo único que va a recibir de mi es desprecio, al igual que los demás.

– Tierras llamando a Aylu – dice Mel sacándome de mis pensamientos –. Deja ya de pensar en tu chico.

– No es mi chico – le corrijo.

– Como sea – me señala las notas –. Tenemos que hacer esto.

Dentro de las materias que tengo que ver este año están química, algebra, literatura, proyecto de grado, historia, biología e inglés, también tengo que asistir a teatro y deportes. Algo me dice que la perra de Ashley me va a restregar en la cara que sigue siendo la capitana de las animadoras.

Ella se puede quedar con su uniforme y el equipo de descerebradas que tiene. La última clase que tenemos hoy es biología, y como lo dije, él idiota está aquí también.

– Me gusta uno de los nuevos – comenta Lou –. Tiene cara de chico malo.

No, no, no y no. Lou no puede caer en la misma trampa que yo, no puedo permitir que Lou sea utilizada. Aunque Lou sea la que nos enseñó a utilizar a los hombres, en nuestro equipo tenemos unas reglas, y una de ella es que nadie se puede meter con el ex de las demás. Teóricamente entre el idiota y yo no hubo nada, pero igual cuenta.

– ¿Sabes su nombre? – pregunta Mel mirándome.

– Logan – suspira –. Viene de New York.

– No entiendo – interrumpe Owen –. Que hace un chico de cuidad aquí.

– No lo sé – responde Lou –. Pero lo quiero para mí.

– Mmm Lou – le corto –. No puedes.