14. Malas decisiones

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Mikkel

Voy a toda velocidad por la vía principal, siendo honesto no tengo ni idea a donde voy. Mi móvil comienza a sonar y me lo pienso un poco en responder. No quiero hablar con nadie ahora mismo. El móvil suena nuevamente y lo tomo.

– Mikkel ¿Dónde diablos estas? – pregunta Chris.

– Puedes dejarme en paz por un momento – escupo furioso.

– ¿Qué carajos te pasa? – me quito el móvil y lo miro por un instante.

– Pasa que todos se pueden ir a la mierda – respondo antes de colgar.

Nunca pensé que ver a Aylen besándose con Tom me llegara a afectar tanto. Tengo que sacarme a esa chica de la maldita cabeza. Y para completar viene Chris con sus estúpidos sermones a decir que todo está mal.

Estaciono a un lado de la carretera, y me bajo del auto dando un portazo. Grito. Tengo que liberar toda esta mierda que tengo adentro y la única forma es gritando.

¿Qué estoy haciendo con mi vida? Me estoy dando golpes por una chica que no para de rechazarme. ¿Dónde mierdas esta Mikkel? Este no soy yo, y por actuar de esta forma es que estoy como estoy. No soy así, este no soy yo. No ruego. No insisto. No busco una relación. Si Aylen cree que soy un hijo de puta que estoy con todas, pues es hora que conozca el Mikkel que todas han tenido el placer de conocer.

Por un momento pensé que si la ignoraba ella quizás cambiara su postura, pero lo que conseguí es que Tom terminara con ella. Increíble, pero la chica que tanto dice que no pierde su tiempo con idiotas hoy beso a uno.

Subo de nuevo a mi auto, tomo el paquete de cigarrillos que tengo en el maletero, enciendo un cigarrillo y enciendo la radio. Estaciono fuera del bar del primer día, apenas cruzo la puerta veo a Chris y Logan acompañados de algunas chicas, entre ellas Mel. Paso de ellos y me voy directo a la barra, pido una cerveza. Cuando estoy a punto de salir por la puerta de nuevo alguien toma mi brazo.

– Suéltame – sentencio sin mirar quien me detiene.

– ¿Mikkel qué haces? – pregunta Chris.

Me doy la vuelta, ahora mismo no quiero hablar con nadie. Chris es mi hermano, pero lo último que quiero es sacarle toda mi mierda contra él.

– No es un buen momento – digo antes de liberarme de su agarre.

– ¿Qué pasa contigo hermano? – niego.

– ¿Qué parte de que no es un buen momento no entiendes? – pregunto enojado –. Déjame en paz.

– Como quieras – escupe.

Se gira y va de regreso a la mesa donde todos están viéndome atentamente al igual que la mayoría de personas. Salgo del lugar y me siento en una banca.

Después de terminar con la cerveza entre de nuevo al bar, pero esta vez pedí una botella completa de vodka.

Recuerdo perfectamente el día que mi madre se dio cuenta que fumaba. Me dio cientos de folletos donde decía lo malo que hace a mis pulmones, siento que la he defraudado en todo. Quizás este en la etapa de la borrachera donde los sentimientos florecen. Luego del pleito con el estúpido profesor de teatro no la he vuelto a ver o por lo menos hablar con ella. Ahora mismo debe estar deseando haberme abortado.

Todo en mi vida es una mentira. Mi familia. Mi familia es ante la sociedad una de las más solidas. Mis amigos. Mis amigos están aquí por mis estúpidas decisiones. Mi hermana. Mi hermana está en un maldito hospital por culpa de una enfermedad que no se merece.

MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora