36. ¿Mikkel?

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Mikkel

Ahora mismo tu y yo no somos nada. Esas palabras se repiten una y mil veces en mi cabeza, ojala yo pudiera decir lo mismo.

Esta justo al frente mío, sentada con su mejor amiga. Hace un rato un policía me pidió que saliera, la verdad estaba cagado del susto porque se perfectamente esto nos podía joder todo. Era mi madre, ella fue la que recibió la llamada. Le explique un poco como pasaron las cosas y entonces nos iba ayudar sin meter a Jack.

Las chicas fueron las primeras en salir, mi mamá también nos ayudó. Es increíble que hubiéramos terminado aquí. Nos vamos todos en el auto, yo voy adelante y Chris va manejando. Dejamos a Mel y Aylen en su casa, y después nos fuimos al hospital.

El dolor es soportable pero es constante. La madre de Aylen está de turno y nos ayuda. Según el doctor no es nada grave solo tengo que tener reposo por un tiempo y no jugar futbol ni tampoco meterme en más peleas. Kate misma se ocupó tanto de los moretones de Chris, Logan y míos.

– ¿Qué quieres hacer? – pregunta Chris una vez estacionamos frente al piso.
– Honestamente quiero irme – suelto –. Mamá me lo propuso y es lo que quiero.
– ¿Dejaras que ese idiota se quede con Aylen? – pregunta Logan.
– A lo mejor ese idiota es mejor – susurro –. Le he mentido en todo, y seguramente me odie cuando sepa toda la verdad.

Me bajo del auto y subo. Me encierro en mi habitación y lo único que hago es ver todos los dibujos que tengo de ella. Siento que soy la persona más ridícula del mundo haciendo esto, pero ver estos dibujos me recuerda lo feliz que era.

Tomo mi móvil y le mando un mensaje de a mi madre. Si no me voy ahora no lo voy hacer nunca. Al día siguiente estamos en clase cuando el director me hace salir. Voy a su oficina y ahí mi mamá.

– ¿Esta su padre de acuerdo con lo que está haciendo? – pregunta el director.
– Si – responde mi madre muy seria.
– Mikkel aún no ha terminado su servicio social – suelta.
– Nosotros nos ocuparemos de esa situación – resuelve –. Quiero que esta misma semana Mikkel regrese con nosotros.
– La orden del juez dice que se lo puede llevar – asiente.

Salimos de la dirección y veo a Aylen, mi madre me toma da un abrazo porque tiene que irse a una reunión. Chris y Logan aún no creen que me voy, yo tampoco. Siento que no encajo ya en este pueblo, necesito lo que vine a buscar, aire.

El jueves voy a donde los abuelos de Aylen para hacer mi último día con ellos, no le di muchas explicaciones solo que tenía asuntos urgentes en New York. Mi mamá contrato a alguien que los ayudara, de algo estoy seguro y es que este par de viejos tiene los corazones más grandes del mundo y es hora de que alguien los ayude a cuidar este lugar.

Voy saliendo de la floristería y veo Aylen, esta con el idiota del otro día. Paso por un lado y sigo adelante. Ahora mismo tu y yo no somos nada.

Deben ser las dos de la mañana y yo sigo mirando el techo, ya tengo mis libros empacados y algunos dibujos. Mi ropa aun esta hecha un desastre, que seguramente mañana lo podre en una maleta como sea.

La puerta se abre de un portazo dejándome con el corazón en la mano.

– ¿Te vas? – pregunta Aylen furiosa.
– ¿Quién te lo dijo? – niega y mira las cajas.
– Eres un idiota – llega hasta mi y me empuja.

No me empuja muy fuerte, pero de igual manera por no caer hago fuerza y siento un pinchazo en mi costilla. Se sienta en el borde de mi cama y yo solo la miro. Posiblemente han pasado más de diez minutos sin decir ninguna palabra.

– ¿Quién era la mujer rubia del otro día? – niego –. Si vez, esta es la razón por la cual esto que teníamos se terminó.
– Lo sé – susurro.
– Y tu solución es largarte – espeta enojada.
– No entiendo – refuto –. Tú pareces de maravilla con que lo nuestro terminara, soy muy consciente de que nunca seré suficiente para alguien tan perfecto como tú.
– ¿De qué hablas?
– Al parecer necesito más de ti que tu de mi – murmuro.
– No sabes lo que hablas – menciona –. ¿Tú crees que para mí es fácil estar a tu lado como si nada?

MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora