Aylen
Literalmente las calles están vacías y blancas, aún no está nevando, pero de seguro en un rato si. Durante gran parte del camino me preguntaba si no iba a ir decepcionarme, quizás no fue porque había quedado con Haley de pasar juntos. Pero no importaron mis dudas, aquí estoy.
Antes de tomar la chaqueta que tengo puesta saque del abrigo de Chris las llaves. Así que ahora mismo estoy frente a la puerta del piso del idiota que me he enamorado. No se cuánto tiempo llevo aquí afuera, pero creo que no hay nadie adentro.
Recuerdo que un par de ocasiones escuche que a Mike le gusta ir a la terraza. No se que le verá de divertido ir a congelarse allá arriba, pero nada pierdo con ir a ver si esta allá.
Abro con cuidado la puerta y ahí esta el. Esta sentado mirando al bosque, no puedo creer que esté usando un simple saco negro. Carajo yo estoy aquí a punto de entrar en hipoxia del frio.
Siento como si estuviera en una película, no puedo dejar de sacar de mi mente la canción de Queen Love Of My Life. Es raro. Tomo una bocanada de aire, es ahora o nunca.
– Nadie debería estar solo en acción de gracias – artículo y veo como su espalda se contrae pero no voltea.
No se escucha nada solo hay silencio, aunque en mi mente sigo escuchando la canción. Espero su respuesta, pero no llega.
– Michael lo siento – susurro.
Puedo ver como sale humo de él, no se si es por el frio o es que esta fumando. Me acerco un poco, ahora mismo siento que estoy haciendo el mayor ridículo de toda mi vida.
– Mike no quería que escucharas eso, lo siento – repito.
Sabía que haría de esto un drama gigante, no se que esperar de él. Tengo el dilema si quedarme a humillarme más o irme a casa y dejar que al niño se le pase la rabieta.
– Como sea, yo solo quería decirte que...
– Que lo sientes – me interrumpe.
Se da media vuelta y me mira con el ceño fruncido, en un mano derecha tiene un cigarrillo.
– Ya lo dijiste ahora deberías regresar a tu fiesta – sentencia.
– ¿Es enserio? – no me lo creo –. Vine hasta aquí para disculparme, con este frio de los mil demonios y tú me dices que me vaya.
– A ver Aylen déjame adivinar – se pone de pie camina hasta mi –. Tu estas aquí porque te sentías culpable, seguramente escuchaste que no fui a la estúpida cena porque te escuche ¿no es así?
Su mirada es igual o más fría que el clima ahora mismo, sus ojos no muestran nada. No respondo porque odio darle la razón.
– Tomare tu silencio como un si – se pone el cigarrillo en la boca y luego bota el humo –. No necesito de tu lástima, lárgate.
Regresa de nuevo a la silla donde estaba y me da la espalda. ¿Por qué mierdas no puede simplemente aceptar mis disculpas e intentar llevarnos bien? Pase de estar literalmente congelándome a sentir como la sangre sube por mi cuerpo y quedarse estancada en mi cabeza.
Odio que me dejen con la palabra en la boca, si le tengo que decir algo a alguien se lo digo y punto, y este idiota no va a ser la excepción. Camino hasta el frente de él, siendo un obstáculo a su linda vista.
– ¿Qué más quieres? – pregunta enojado.
– Me vas a escuchar idiota – le señaló –. Tienes toda la razón me sentí culpable que por lo que dije te quedaras solo en acción de gracias, pero me acabo de dar cuenta que con esa actitud de Mierda te vas a quedar solo el resto de tu vida.
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Mentiras
RomanceLa mentira y el engaño tienen fecha de expiración, al final todo se descubre, y lo que es peor una mentira lleva a otra. Al mismo tiempo el dolor aparece y destruye todo a su paso. Mikkel tiene todo lo que el quiere, no le importa pasar sobre lo...