17. Verdad o Reto

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Aylen

Mi cabeza está a punto de explotar, y por segunda vez este año no se ¿qué carajos hice anoche? Desperté en mi habitación con un saco que no es mío. Mel está a mi lado cosa que me alivia mucho. Tengo el cabello húmedo y en un total enredo. Me levanto en dirección al espejo y casi me caigo de vuelta a la cama, tengo todo el maquillaje corrido, parezco un oso panda.

Miro el reloj en la mesa de mi cama y me sorprendo al ver que son casi las 12 del mediodía. Intento hacer memoria, pero no tengo nada claro. Sin querer despierto a Mel, bueno eso dije yo, de igual forma me lo debía.

No puedo creer todo lo que hice. ¿Por qué no puedo de ser de esas chicas que cuando toman se quedan quietas? NOOOOO! Yo tengo que se la que hace cuanta locura le proponen. Sigo un poco incrédula ante las cosas que me dice Mel sobre Michael.

Me siento totalmente avergonzada. Cuando llegue a la fiesta quería demostrarle al idiota que no puede tener todo lo que quiere, como había dicho en el colegio. Yo nunca sería de él y quería provocarlo. Pero cuando se fue con la estúpida esa algo en mi se fue a la mierda.

No me gusta, pero alguien necesita hacerle entender que no es el centro del mundo.

El lunes cuando llego al instituto muchos de los chicos por no decir todos no paraban de mirarme, no es que me moleste, pero es que siento que la he cagado. Voy a mi casillero y apenas lo abro unas cuantas notas se caen al piso.

– Al parecer rompiste más de un corazón el sábado – dice Mel.

– Ni que me lo digas – ruedo los ojos.

Tomo los libros que necesito y meto las cartas como puedo. Veo sentado a Tom y siento pena con el, cuando Mel me conto que Michael lo había dejado como estatua en la fiesta me sentí realmente mal por él. Antes de sentarme le doy una pequeña sonrisa que para mi fortuna el responde con otra.

Chris, Logan y Michael entran. La mirada de Michael se clava de una vez en mi, y siento como mi cara arde de la vergüenza. Me guiña el ojo y luego se va a la parte de atrás del salón como de costumbre.

El profesor comenzó la clase y siento unas ganas de dar la vuelta. Es como si me muriera por saber que está haciendo el idiota. Y no me explico la razón. Cuando lo hago me llevo una gran decepción, porque la castaña con la que fue a la fiesta esta sentada junto a él.

Inhalo y exhalo un par de veces. ES UN IDIOTA. No tiene remedio. Puede que me ayudara en sábado, pero sigue siendo el mismo imbécil que me dejo sola en la habitación. ¿Qué esperaba de él? Ojalá yo tuviera esa respuesta.

Tengo que terminar todos los trabajos de la próxima semana antes del viernes, porque con la excursión al lago no tendré tiempo para hacerlas después. Estoy junto a Mel y Lou en la biblioteca en la hora libre que tenemos.

– ¿Aylu puedes ir por el libro de física? – me pregunta Mel.

– Pensé que lo habías traído – ella niega.

– Se me olvido – asiento.

– Voy

La biblioteca no es el lugar más grande del instituto, así que voy hasta el pasillo 7 donde está el área de física y matemáticas. Busco el nombre del libro que nos había dicho el profesor. Cuando por fin encuentro el libro comienzo a escuchar un ruedo que viene del otro pasillo.

Camino en silencio, y para mi mala suerte me llevo otra decepción del idiota. Tiene a una peli roja en sus brazos, literalmente se le está comiendo la boca. Es ahora cuando me doy la razón, es un idiota mujeriego que solo utiliza a las mujeres. Lo bueno es que me quedo muy claro que Haley no es su novia. No después de verlo con una chica nueva cada semana.

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