Mentiras

32. Noche vieja

Aylen

Por fin vacaciones. Después de las conmovedoras palabras que le dijo mi padre a Michael nos sentamos a ver algunas fotos que saco mi mamá para avergonzarme en frente de mi novio.

La parte que no me gusta es que Michael hace poco cumplió años y ahora tengo que ponerme a pensar en que le regalo de navidad. El parece a simple vista tenerlo todo, seguramente sus padres antes de morir le dejaron mucho más que para estudiar.

Ha caído tanta nieve que los planes de ir a esquiar hemos tenido que cancelar un par de veces porque las tormentas nos dañan las salidas. Nos hemos estado reuniendo en el bar a tomar chocolate mientras hablamos.

Michael tenía razón. Haley se ha acercado de nuevo a nosotras, no puedo decir que confío en su palabra al cien por ciento porque no quiero engañar a nadie, pero con lo que me dijo Mike prefiero llevar la fiesta en paz mientras dure.

A petición de mi súper novio he estado usando su cazadora cada vez que salimos o nos quedamos en casa viendo alguna película.  Cuesta un poco creer que Michael es de los chicos que no quieren salir y prefieren pasar un par de horas abrazados.

Quedamos hoy de ir a un mirador y centro de esquí que el año pasado inauguraron. Vamos en dos autos; Lou, Owen, Mel y Chris en uno, y en el nuestro viene Logan y Haley. Mi padre de pequeña solía llevarme a esquiar y aunque casi muero un par de veces ahora me considero muy buena.

De vez en cuando miro en dirección a Michael y luce increíble, esta tan concentrado en la carretera que no se ha dado cuenta que lo estoy mirando. Su perfil es perfecto, parece un modelo que posa para la portada de alguna revista de autos.

– ¿Tengo algo en la cara? – susurra.

Al parecer no estaba tan concentrado como imagine, me mira para darme una sonrisa y luego regresa sus ojos a la vía.

– ¡Puaj! – dice Logan atrás –. Sus expresiones de amor me dan nauseas.
–Eso es envidia – digo mientras me siento de lado para verle.
–No – enarca una ceja el moreno –. Tengo todo lo que necesito.
– ¿Así? – me cruzo de brazos.
–¿Quieres ver? – asiento.
–Mira esto.

En un abrir y cerrar de ojos esta besando a Haley, ninguna de las dos se esperaba eso. Cuando Logan libera a Haley, ella no duda un segundo para darle una bofetada.

– El que busca encuentra – dice Michael riéndose.
– Me va a salir un morado – toca su mejilla.
– ¿Por qué lo hiciste? – pregunta Haley enojada.
– Porque... – abre los ojos buscando ayuda.
– Que idiota eres – digo levantando mis manos para que Haley me de los cinco.
– No – sentencia Mike y lo miro –. Aquí tu idiota soy yo.

La mañana esquiando ha sido increíble, Owen y Haley se han pegado un par de caídas que merecen estar en ridículos de MTV. Los chicos me han sorprendido muchísimos, son casi profesionales es como si toda su vida lo hubieran hecho.

Mi abuela me ha pedido que invite yo misma a Michael a pasar noche buena con nosotros, y me alegra que me lo pidiera. Al principio dijo que no porque no quería que Logan se quedara solo, al final conseguí dos acompañantes increíbles. Por lo que me dijo Mel el último de los tres chiflados ira a su casa a pasar noche buena.

Estoy usando un vestido sencillo de color crema que me mi madre me ha prestado. He dejado mis obsequios debajo del árbol hay uno para uno, incluyendo a Logan y Chris. Dejo mi móvil en la cocina para ayudar a poner la mesa mientras esperamos a los invitados. Mi abuelo Danny se ha encargado de poner la música, la casa se llena de la hermosa voz de Frank Sinatra. Con esta decoración, la música y la comida me siento como en esos grandes bailes que hacen.