Capítulo 36

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Cuando las puertas del elevador se abrieron Ava quedó momentáneamente asombrada. Carlos traía un traje gris oscuro con todo y corbata, sus zapatos se veían impecables y estaba completamente erguido. Su cabello estaba recortado y peinado pulcramente, ya sin mechones dorados a la vista.

– ¿Quién eres y que le hiciste a mi hermano?

– Ja, ja, ja, lo mismo me pregunto Isa.

Dándole un fuerte abrazo, Carlos sacó de su traje un sobre y se lo extendió.

– ¿Qué es esto? ¿un regalo?

– No, pero es tuyo.

Abriéndolo extrañada se dio cuenta que adentro de este venían varios billetes.

– Carlos...

– Antes de que empieces déjame decirte que me está yendo muy bien en este nuevo trabajo, ese dinero es tuyo y lo has ganado con mucho esfuerzo, así que será mejor que lo tomes y lo olvides. Te prometo que no me quedaré sin comer por dártelo.

Agradeciéndole por ello, le pidió que pasara a la oficina y se sentara en el sillón. Adam había salido con Ed a un almuerzo de negocios al que ella debió de haber asistido, pero su Todo Poderoso le dijo que esto era más importante.

– Carlos, necesitamos hablar

– ¿Podemos hacerlo en casa? Quiero pasar al área de archivos generales para hablar con Hannah.

– Es precisamente de ella de quien debemos hablar.

El semblante de su hermano cambio, frunciendo ligeramente el ceño confundido. Ava sabía que no había forma fácil de comenzar el tema, así que simplemente habló

– ¿Qué es exactamente lo que pasó entre ustedes?

– Sinceramente no lo sé, eso es lo que venía a averiguar, desde que nos conocimos en la playa todo parecía perfecto, casi mágico ¿sabes? Jamás había conocido a alguien como ella. Digamos que el 80% de las cosas que me gustan también le gustan, nos compartíamos música y mensajes todos los días, incluso pasamos juntos el fin de semana antes de que me hablara Isa sobre la tía Patsy. Y de pronto suena el teléfono un día y me dice que ya no podemos volver a vernos, me dice que lo siente, pero que lo nuestro no es posible y entonces me bloquea de todos lados sin siquiera explicarme nada más.

Para este punto Ava tenía las manos en puños con los sentimientos de la tristeza y el coraje revoloteando en su pecho. Hannah se había lavado las manos, ni siquiera le había dicho él porque estaba terminado su relación.

– He salido con muchas chicas Avi, pero te aseguro que ninguna como ella – parándose bruscamente frunció el ceño y empezó a caminar – así que por eso estoy aquí, para exigirle una explicación.

– ¡Espera! Hannah ya no trabaja aquí

Deteniéndose de golpe, Carlos volteó a verla sorprendido.

– Como que ya no trabaja aquí

– Se fue a una de las subsidiarias de la corporación que están en otro estado. Y con respecto al porque te dejo.... Fui yo quien se lo pidió.

Carlos se asombró completamente al oír la confesión, y Ava se culpó por no haber planeado una mejor forma de decirlo.

– Escucha, de pronto se corrió el rumor de que el jefe estaba enamorado y todos apuntaron sus ojos a Hannah porque había tenido algunos privilegios mal interpretados de parte de Adam, así que ella vino a mi cuando se enteró y me dijo que estaba en un dilema, que le gustabas, pero que ahora que sabía que Adam sentía algo por ella no sabía qué hacer.

1) Como Secretaria Para GruñonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora