Carlos se estaba comportando extraño. Desde la cena del viernes no paraba de intentar presentarle compañeros de trabajo, diciéndole que eran buenas personas y excelentes caballeros. Incluso le enseñó la foto de uno de ellos que sostenía una bebé
– Es viudo – dijo enseñándole la foto – su hija ahora tiene 5 años y está abierto a encontrar el amor otra vez.
Ava en varias ocasiones le preguntó que sí que era lo que le pasaba, y este respondía con evasivas. Todo el sábado la había bombardeado con eso, en especial cuando tuvo que ir de emergencia a la empresa por unos papeles que Araki no encontraba y terminaron, de alguna forma, comiendo con el abogado, el señor Gueller y Edwin.
El domingo era el último día que Carlos estaría en la ciudad, por lo que Ava había planeado salir juntos a la playa. Desde temprano alistó una mochila con lo necesario y se puso a picar sandia, pepino y un poco de mango.
– Que divertido ir a la playa, hace mucho que no voy – le dijo su hermano metiendo su toalla en la mochila – Ojalá Isa pudiera ir con nosotros.
– Lo sé, pero tendríamos que llevar dos maletas entonces, una para la ropa y otra para sus tantos botes de bloqueador y crema para el cuidado de la piel.
– Tienes razón – se rio Carlos tomando un pedazo de sandía – eres más blanca que Isa y tú no te quejas de las quemaduras tanto como ella.
Mientras ambos reían a costa de la hermana que no estaba ahí, sonó el timbre y Carlos se ofreció a abrir la puerta.
Ava continuó picando la fruta cuando escucho el quejido de su hermano.
– ¿Usted otra vez? Creí que los ricos tendrían mejores cosas que hacer que molestar a sus secretarías los fines de semana.
Corriendo hacía la entrada, se encontró con un Carlos y un Todo Poderoso viéndose directamente a los ojos como si estuvieran a punto de pelear. Para este punto ella ya no sabía que pensar, el hombre se le había estado apareciendo hasta en la sopa, y no sabía cuál era realmente el motivo de ello.
– Señor Gueller ¿puedo ayudarle en algo?
El hombre dejo de acribillarle dagas con los ojos a su hermano y volteo a verla
– Edwin planeo una salida a... a – hizo una pequeña mueca como si aquello le pareciera desagradable – a la playa. Ya que a usted le gusta esa clase de lugares, supuse que querrían unirse.
– Que amable...
– Pero ya teníamos planeado ir nosotros por nuestra cuenta – la interrumpió Carlos poniendo una mano en su hombro y atrayéndola hacía él – nosotros dos solos.
El señor Gueller miró donde estaba su mano y después frunció ligeramente el ceño
– Entiendo, es su último día aquí antes de volver a su trabajo ¿en la constructora?
– Así es
– ¿La constructora Casas?
– Sí, esa
– ¿La que quebró y hace tres semanas finiquitaron a todos sus empleados dejándolos sin trabajo?
– Si esa constructora, la que...
Ava abrió los ojos por la sorpresa ¿la empresa donde trabajaba Carlos había quebrado? Ahora tenía todo el sentido del mundo cuando le habló y le dijo que le pagaría la mitad de la deuda. Se lo iba a dar de su finiquito.
– ¿Cómo sabe eso?
– En el mundo de los negocios superficial y frívolo donde me muevo, siempre se sabe cuándo una empresa fracasa. Esta no fue la excepción.
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1) Como Secretaria Para Gruñones
RomanceAva no tiene empleo y sus pagos atrasados la están obligando a ir con un currículum falso a la corporación Gueller a pedir el puesto de secretaria. Sin experiencia y con solo las ganas de trabajar para mantenerse a flote, Ava es sin duda una mala op...