– ¿Aquí vives? – se escuchó la voz horrorizada por detrás de Ava.
Los días en el hospital habían pasado lentos y aburridos. La mayor parte del tiempo debatiéndose entre la desesperación de querer salir y el enojo porque el idiota de su jefe no había vuelto ni una sola vez.
Necesitare muchos post it para cuando llegue a la oficina, pensó frunciendo el ceño, el cajón se inundará de "púdrete Gueller" más rápido de lo que pueda imaginar.
En cuanto le habían dado el alta había puesto los pies fuera de esa habitación y fuera de ese hospital, esperando no volver a pisar aquel lugar por un tiempo. Al salir, y para su asombro, Cedric y Antonio estaban ahí para recogerla y ayudarle a llevar a casa sus flores y demás obsequios.
Ava se sintió muy agradecida con ellos, hasta que el privilegiado Cedric miró el edificio de apartamentos con suma repulsión.
– Disculpa si te parece un insulto el departamento, pero la clase trabajadora así es como vive – se burló Ava sabiendo que Cedric realmente no lo hacía con mala intención.
– Creí que por ser la secretaria del diablo tendrías un sueldo acorde a tremendo sacrificio – dijo Antonio pasando la puerta e inspeccionando los pocos muebles viejos que había.
Ambos hombres observaban el entorno como si fuera un museo de cosas antiguas y pasadas de moda.
– De acuerdo, aclaremos algo – rodo los ojos ya empezando a ofenderse – número 1, no llevo mucho en el puesto, número dos, tengo deudas, pago de la renta, comida, luz, agua, gas y ropa de oficina. En tres meses no se puede pagar eso y comprar un ático en la zona rica. Y Número 3, ustedes dos son gerentes de sus áreas, deben ganar mucho más que yo.
– Ya no – dijo Cedric viendo la lámpara de la esquina como si fuera un artefacto extraño – con tu incremento del 24% de sueldo, ganaras más que nosotros.
– ¿24%? – dijo Antonio abriendo la boca.
Su reacción no estaba muy lejos de la de la misma Ava, ella había negociado el 16%, ¿De dónde había salido el otro 8? Recordaba haber leído el contrato en el hospital ¿o es que estaba drogada por los medicamentos que no leyó bien?
– Cedric, debes estar mal informado, se supone que mi aumento será del 16%
– Si – dijo recomponiéndose y mirándola directamente – pero Araki me informo del ajuste por los bonos de productividad y asistencia, ganando un 8% adicional. Está en el contrato.
Vaya, pensó asombrada, recordaba ver la cláusula de bonos, pero no que fuera aumentar tanto mi sueldo solo por ello.
– Bueno, unos 3 meses más trabajando con el nuevo sueldo y podrás comprar ese ático – se burló Antonio.
Una vez colocaron las flores, peluches y demás obsequios en el departamento, Ava miro avergonzada la pequeña cocina y se encogió de hombros
– A menos que quieran solo agua caliente, no tengo nada para ofrecerles, necesito ir a surtir mi despensa.
– Bueno, puedo llevarte a comprar...
Antes de que Cedric pudiera terminar de ofrecer su ayuda, una persona tocó la puerta abierta. Era un chico, mucho más joven que Ava, traía un uniforme blanco con naranja que tenía un logo que decía "Granja Buena Vida"
– Buenas tardes ¿Ava James?
– ¿Si?
– Traigo su pedido.
Detrás del chico aparecieron otras tres personas con el mismo uniforme cargando cajas con verduras y una hielera.
– Aquí tiene su recibo con todos los productos entregados – dijo el chico entregándoselo – si faltó alguno puede llamar al número que viene ahí.
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1) Como Secretaria Para Gruñones
Roman d'amourAva no tiene empleo y sus pagos atrasados la están obligando a ir con un currículum falso a la corporación Gueller a pedir el puesto de secretaria. Sin experiencia y con solo las ganas de trabajar para mantenerse a flote, Ava es sin duda una mala op...