Capítulo 17

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– ¡¿Qué te gusta quién?! – sonó en el altavoz del celular mientras Ava picaba un kiwi en la cocina.

Luego de la comida con el Todo Poderoso había sido imposible para ella concentrarse en el trabajo, el hombre la había dejado incapacitada haciendo que reviviera el momento donde él le había dicho que su sonrisa iluminaba sus ojos. La mirada que le dio después no debería haberla puesto calurosa, pero lo hizo.

Y mucho.

Lo consideró un día nada productivo porque no terminó ni uno solo de los reportes cuando el licenciado Gueller salió de su oficina y la obligó a recoger sus cosas y marcharse a casa. Ahora tenía muchos sentimientos vagando libres por su cuerpo sin control alguno y necesitaba que alguien le dijera que hacer. Es por ello que había video-llamado a Isa.

– No sé si decir que me gusta, solo que... bueno yo...

– Quisieras empotrarlo en la pared y comértelo a besos – terminó Isa por ella chillando del otro lado – no puedo creer que esto esté pasando, quiero decir ¿Desde cuando comenzaron estos sentimientos? Uno no se despierta diciendo "me gusta mi jefe"

– Pues, realmente... no lo sé ¿De acuerdo? No tengo ni la menor idea de cuando sucedió, solo sé que me puse a la defensiva cuando la tal Hannah dijo que el señor Gueller la necesitaba, como si el necesitara una mujer que escribe haya sin h.

– Oh por dios, escúchate, estás hablando como toda una novia celosa. Necesito todos los detalles mujer, ¿Cuándo empezaste a sentir cositas?

– ¿Cositas? ¿enserio?

– ¿Quieres que sea más explícita? De acuerdo, ¿Cuándo empezaste a sentir humedad en...?

– Estoy bastante segura que esto no es solo atracción sexual Isa – la interrumpió mordiendo la rebanada de kiwi – sí, me atrae de forma física porque ¿a quién no le atraería un hombre como él? Pero también al verlo trabajar, al ver su porte, su dedicación su... bueno, todo él.

– Ya está, caíste, y muy fuerte. No hay salvación para ti Avi, estas completamente, enfermamente e irremediablemente enamorada de Adam Gueller.

Que Isa lo dijera en voz alta la hacía sentir vértigo, porque aquello no presagiaba cosas buenas. ¿Qué pasaría si sus sentimientos comenzaban a verse mezclados con su trabajo? Ambos trabajaban juntos, estaban prácticamente solos ahí arriba, sería muy fácil cometer la locura de subírsele al regazo y pedirle un beso mientras él ponía sus manos en su trasero y ella lo rodeaba con sus brazos para después tomar...

– Jamás creí que esto pasaría cuando fuiste a esa entrevista – siguió hablando su amiga, haciendo que su nube de pensamiento lujuriosos se desvaneciera.

Maldición, se dijo completamente aterrada, ¿Qué pasara conmigo ahora que he abierto la caja de pandora?

El mismo Edwin lo había dicho, Adam Gueller comería excremento de paloma antes que salir de forma romántica con una persona. Si el hombre llegaba a enterarse de sus sentimientos las cosas se pondrían demasiado incomodas, porque ni él la podía despedir por un año ni ella podía renunciar. Aquello era el epitome de la complejidad.

– ¿Cómo se des-enamora una persona?

– Muriendo – contestó Isa de forma sincera – o haciendo que el príncipe se convierta en un ogro, lo cual solo pasa después de casarse.

– Ninguna de esas respuestas me ayuda.

– También está la opción de relacionarte con otra persona ¿Hay alguien en la oficina que sea de tu agrado?

– ¿Estas insinuando que empiece a salir con alguien cuando me gusta otra persona?

– Un clavo saca a otro clavo ¿no?

1) Como Secretaria Para GruñonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora