Capítulo 25

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Ava sintió un considerable cambio. Cedric y San la estaban tratando extraño, como si no quisieran ofenderla, mientras que Edwin había puesto cierta distancia entre los dos.

Y todo aquello no era tan desconcertante como la actitud del Todo Poderoso.

Cuando ella llegaba ya había un jugo en su escritorio esperando por ella, con una nota de su letra dándole los buenos días. Al entregarle el café el hombre le daba las gracias y le sonreía amablemente. No una sombra como ella esperaba, sus comisuras realmente se levantaban ligeramente y le daban el impacto directo en sus pupilas, y en otras partes más abajo. Martes y miércoles creyó que solo estaba de buen humor, jueves que lo hacía por compromiso, ese viernes ya creyó que se había golpeado la cabeza con algo.

– Vamos Adam, es algo que tenemos que hacer, es estrictamente profesional.

Terminando de mandar unos correos, Ava vio salir al jefe seguido de un primo quejumbroso.

– Ya dije que no.

– ¿Sucede algo?

– Señorita James – la vio como si fuera su bote salvavidas – hoy y mañana están programadas las primeras fotos para la campaña de Línea Blanca de esta temporada, le digo a Adam que necesitamos ir, debemos tener presencia en todo el proceso.

– ¿Esta seguro que no es porque quiere ver a las modelos con ropa interior?

Edwin todavía tuvo la decencia de parecer ofendido.

– Por supuesto que no, esta visita es única y exclusivamente por motivos éticos y profesionales.

– ¿Sabe qué? Tiene toda la razón, la corporación Gueller necesita tener presencia en el proceso, deberían ir a la sesión de hoy.

Mirando hacia el Todo Poderoso, notó que el hombre levantaba las comisuras en una pequeña sonrisa cómplice. Ava se sorprendió que le fuera a seguir la broma.

– ¿Ves Adam? Hasta la señorita James lo entiende.

– De acuerdo – fingió fastidio mientras se rendía – vamos a la sesión de hoy, pero no quiero que te vayas a mitad de ella, si te sientes comprometido con el proyecto cumple con el horario.

– No tienes que decírmelo dos veces

– Si te vas estarás despedido

– No me amenaces, te puedo asegurar que me quedaré durante toda la sesión.

Yendo directamente hacia el elevador, Edwin parecía realmente emocionado. Ava estaba aguantándose las ganas de reír al verlo.

– Cancele mi comida por favor – le recordó el Todo Poderoso – y no olvide la gala del domingo.

– ¿Cómo olvidarla? Estuvieron insistiendo demasiado en su asistencia.

Casi le daba pena las personas que llamaban y prácticamente rogaban por confirmar si el señor Gueller asistiría al evento.

Una vez las puertas se abrieron Edwin entro como bala y picó rápidamente la planta baja.

– Vamos a la sesión – canturreó mientras se acomodaba las mangas del saco.

Así que Ava le tuvo que explicar.

– ¿Señor Belmonte?

– ¿Si?

– Sabe que la sesión de hoy es para la línea de ropa masculina ¿Verdad?

Antes de que el elevador se cerrara, pudo notar la cara de decepción del hombre y la media sonrisa del Todo Poderoso.

1) Como Secretaria Para GruñonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora