Después de un tiempo de paz mental y de alegría nacida de la esperanza de encontrar a Leopoldo, la intranquilidad vuelve a asaltar la mente de María.
Las llamadas a los establecimientos de salud no arrojaron resultados positivos, tampoco hubo una buena respuesta a los retratos distribuidos por los diferentes barrios de la ciudad de Sevilla.
María está sentada sobre un almohadón de cuero negro,cerca del teléfono,con el rostro mojado por las lágrimas,se abraza a si misma y balancea el tronco hacia adelante y hacia atrás.
Su mirada borrosa atenta al teléfono que no suena,una de sus manos se desplaza hacia el interior del bolsillo de su pantalón para sacar de él un pañuelo que le había regalado su hermano, para limpiarse la cara y sonarse la nariz, y luego vuelve a abrazarse.
Baja la mirada y sigue balanceándose .
-Leo, Leo, ¿dónde estás?¿Por qué nadie llama? ¿Por qué nadie dice dónde está?
¡Leo! ,¡Leo!, ¡Leo...! Grita entre llantos y con una respiración agitada y una voz entrecortada.
Los gritos llegan hasta Begoña,que está entretenida en la cocina, jugando con Teo y Alan.
Sin pensarlo dos veces corre hacia la sala de estar donde se encuentra su prima.
-¡María!¡María! ¡Por Dios!¿Qué son esos gritos?¿Por qué lloras ?
Se pone en cuclillas para estar a la altura de María y la abraza.
-¿Qué pasa primita ?¿Por qué estás así?
-Quiero a Leo.
¿Por qué nadie llama para decir dónde está?¿Por qué en los centros de salud, nadie sabe nada? ¿Y si está muerto?
-No pienses eso,ten fe. En cuanto menos lo esperes el teléfono va a sonar con buenas noticias acerca de tu hermano.
-¿Y si eso no pasa?
-Va a pasar, Dios lo va a permitir.
-¿Y tú cómo puedes saberlo?
-No lo sé, solo tengo fe. Y tú que eres tan creyente,nunca deberías dudar del poder de Dios y de la bondad con que trata a sus hijos.Hasta hace un tiempo atrás, todos estaban convencidos de que Leopoldo estaba muerto y ahora los hechos muestran que está vivo y lo estamos buscando, si Dios abrió esta puerta para que te encuentres con tu hermano,es por algo, Dios nunca deja las cosas por la mitad, tené fe.
Tan hermosa que eres y tan fea que te has puesto, esos ojos tan lindos rojos como los de un conejo, trata de calmarte, porque poniéndote así no vas a ganar nada.
-Sí , tienes razón,pero no puedo evitarlo.
-Sí que puedes evitarlo, tienes que tener control sobre ti misma.
- A veces lo tengo, otras no, depende de las circunstancias.
- Eso está mal ,debes tenerlo siempre.
Se escuchan unos gruñidos seguidos de unos ladridos, Alan subió a una silla y llegó hasta la mesa y tomó una pechuga de pollo que había sobre un plato.
Su hermano quiere acercarse para sacársela y Alan responde a la defensiva de forma agresiva, típico de ellos.
María y Begoña miran hacia la cocina, luego se miran entre ellas.
María vuelve a limpiarse la cara , se pone de pie y junto a su prima recorren los metros que separan ambas habitaciones.
-¡Alan!¡Teo! Basta.
¿De dónde sacaste eso ?¿Quién te dio esa pechuga?
-La tomó de la mesa.
-No sé puede dejar nada arriba de la mesa, ellos son muy rápidos.
-Cuando te oí gritar ni pensé en la pechuga, corrí hacia ti.
María abre la heladera y toma otra pechuga para dársela a Teo y que no peleen.
-Teo esto es para ti.
Feliz moviendo su corta colita de dirige a María para recibir su porción de pollo.
- Como se nota que tienes dinero,otra se estaría lamentando que le hayan sacado su almuerzo,y tú no solo no te quejas sino que le das una al hermanito para que finalicen la pelea.
-Begoña no es para tanto.
-Para ti.
Cuando yo estaba en una excelente posición económica pensaba como tú, pero después que perdí todo y quedé en la calle las cosas cobraron otro valor para mí. Hasta las migas de pan tenían importancia , cuando antes la tiraba.
- Lo siento Bego.
- No tiene importancia, yo antes era igual que tú.
María sonríe.
- Y dime ,¿te gustaría conseguir un trabajo?
-Sí, pero más me gustaría un hombre para que me mantenga. Alguien como mi padre que supo darnos todo a mi madre y a mí.
Alguien como tu esposo o como Manolo que las tienen como reinas y no necesitan trabajar.
- Pues busca un marido entonces ,¿qué esperas?
-Busco, pero aún no encuentro
- Sigue buscando,ya lo encontrarás.
Begoña cambiando de tema, ¿te molestaría quedarte de casera?
Juan y yo vamos a tomarnos unas mini vacaciones, Teo y Alan van a venir con nosotros, nos gustaría que nos cuides la casa . ¿Puede ser?
-Claro.¿Y cuándo sería eso?
-Aún no lo sabemos.
Primero tenemos que hablar con Manolo para que nos preste la casa que tiene en Cádiz.
-Ah , ¿tiene casa en Cádiz?No lo sabía.
Que suerte que tiene Hermesinda, otra que se casó bien.
Suena el teléfono. María corre para atender.
-¡Aló!
-María,soy yo . ¿Qué cuentas?
-Justo estábamos hablando de ti.
-¿De mí?¿Y qué hablaban?
- Le estaba diciendo a Begoña que con Juan vamos a Cádiz, y queremos pedirle prestada la casa a Manolo, ¿puede ser?
- Sí, cuando quieran pasen a buscar las llaves.¿Cuándo se van?
-No lo sé, Begoña me preguntó lo mismo, quizás lo decidamos hoy.Cuando tengamos las maletas hechas pasamos por las llaves.
- Bueno, cuando quieras aquí estaré.
¿Ella va con ustedes?
-No ,se queda para cuidar la casa.
-¿Y yo voy a tener qué aguantarla?
-Por unos días.
-Por unos días que para mí van a ser una eternidad.
-Tenemos que conseguirle un marido, es lo que más desea.
-Que se lo consiga ella.
-¿No tienes alguien para presentarle?
-No , todos los que conozco están casados.
-La primera vez que me viste con ella me dijiste que le ibas a preguntar a Manolo si conocía a alguien.
-¿Te dije eso? No lo recuerdo,bueno ahora cambié de opinión.Si quiere conocer a alguien que busque por su cuenta.
-Que raro que no lo recuerdes, tú tienes muy buena memoria.
-Sí María pero por más buena memoria que tenga siempre hay algo que se olvida.
¿Por qué no la llevan con ustedes?
-No Hermesinda, queremos privacidad y necesitamos alguien que nos cuide la casa,su presencia nos viene como anillo al dedo.
Vamos a llevar retratos de Leo para poner en la farmacia y distribuir por Cádiz.
-Eso está muy bien. ¿Tienes alguna novedad de Leo?
-No , sino ya te hubiera dicho.¿Y ustedes?
-Tampoco.
-Hermesinda si notas algo raro en nuestra ausencia, avísame.No confío mucho en mi prima.
-Quédate tranquila María, voy a ser como un soldado vigilando una fortaleza,no le voy a sacar los ojos de encima.
- Gracias. Aunque tampoco va a ser tan así, están en casa separadas,tu tienes tu vida, no vas a poder controlarla tanto.
-Es una forma de decir María.
¿Tú harías lo mismo por mí?
-Sin lugar a dudas.
¿Cómo está Manolo?
- Bien como siempre, estudiando mucho porque pronto tiene que rendir el último exámen para lograr el título de cirujano cardiovascular .
Le conté lo que me pasó en la catedral cuando fuimos,el opina como ustedes y no quiere que piense en esas cosas.
Pero como es un niño grande a las cuatro de la mañana me jugó una broma. Se levantó sin que yo lo oyera y empezó a hacer toda clase de ruidos para asustarme y lo logró hasta que me di cuenta que era él.
-El bromista Manolo,a veces es mejor no contarle nada.
-Sí , pero ya sabes que no puedo tener secretos con él.
¿Tú puedes tener secretos con Juan?
-Yo tampoco.
Cuando se reciba vamos todos, ¿qué te parece?
-Seguro en ese momento debemos estar todos con él y después de la graduación el festejo.
- Sí se lo merece porque se ha sacrificado mucho .
Hermesinda,te dejo todavía no he comido nada , y voy a tener que preparar otra cosa , porque Teo y Alan se comieron parte del almuerzo.
-Ay ,esos pequeños diablillos que te hacen trabajar el doble .
Nos vemos, besitos.
-Besitos también para ti.
Luego de terminar de hablar con su amiga María se dirige a la cocina.
-¡Guau ! Begoña, pero que guapa te has puesto.
Hace mucho que no te veo tan linda.
¿Y cuál es el motivo?
-¿Te olvidaste de lo qué hablamos? Debo conseguir esposo.
María echa una mirada a la mesa y ve que está servida, unas tapas de papas y camarones, que ya había hecho ella se encontraban en los platos listas para ser llevadas a la boca, y un pulpo a la gallega está en el centro de la mesa como plato principal.
-Begoña este pulpo huele fantástico.
No sabía que eras tan buena cocinera.
-Gracias .Hoy me levanté muy temprano y se me ocurrió cocinar algo.
-Muchas gracias. Pues a comer se ha dicho.
Los padres de Hermesinda tienen una empresa de lácteos, les va muy bien y se lo merecen porque son personas muy generosas.
Cuando el grupo de soldados repatriados tocaron tierra española,el gobierno se encontró con el problema de la inclusión laboral de esos hombres, la remuneración económica que recibieron no era suficiente para poder vivir y había que darles un trabajo.
Los padres de Hermesinda, Concepción Ramírez y Juan Manuel Díaz, abrieron las puertas de su empresa para darle trabajo a un gran número de ellos, y hoy viven bien gracias a la familia de mi mejor amiga. Federico y Luis ,sus hermanos, fueron los encargados del proceso de capacitación.
Cuando me enteré que había una gran fila de ex combatientes para ingresar a la empresa me acerqué con la esperanza de encontrar a Leo, pero él no estaba ahí.
Creo que todos teníamos la esperanza de encontrarlo en esa fila.
¿Te gustaría qué te consiga un trabajo en la empresa?
- María te agradezco la intención, pero prefiero un marido.El trabajo no me va a dar amor.
-Pero te va a dar dinero, y eso te va a permitir vivir bien.
-Pero un esposo me va a dar amor y dinero.
Dime que tal están Luís y Federico.
-Olvídate los dos son casados y tienen hermosos niños.
-Que mala suerte.Espero que Dios tenga alguien para mí.
-Si está en la voluntad de Dios,vas a conocer a alguien.
¿Y te has puesto así para salir?
-Sí, acá encerrada no voy a conocer a nadie.
-¿Y dónde piensas ir ?
- Hay un bar muy lindo, a unos treinta minutos de aquí.Voy a ir a tomar un café,y de paso miro si hay alguien interesante, luego pensé en ir a caminar por el casco histórico.
-¿Tienes plata?
-Sí, me quedó algo de la limosna que la gente me daba cuando estaba en la calle.
-¿Quieres qué te preste más?
-No, gracias María.
María se queda con la mirada fija en el pulpo que tiene en su plato y juega con la comida que todavía no ha probado.
Las sospechas que tiene acerca de Begoña, como la responsable de haber alterado la tarta ,le impide llevar bocado a la boca.
-¿Qué pasa María?Aún no lo has probado.
María levanta la vista y observa a su prima que come como si nunca lo hubiera hecho.
Begoña se da cuenta y hace con la cara un gesto de aprobación invitándole a comer.
María lo entiende y se entrega al placer de la degustación.
Cuando terminan de almorzar y luego de recoger la mesa , Begoña sale por un poco de diversión.
María se encierra en la habitación junto con Teo y Alan.
Abre el cajón de la cómoda y saca una foto donde está con Leopoldo.
Se sienta en la cama y la mira con una mezcla de tristeza y alegría,tristeza por no tenerlo con ella y alegría por la ilusión de que vuelva a su vida.
- Pero ¿qué hago aquí mirando esta foto? No puedo quedarme sentada aquí esperando una llamada tengo que salir a buscarlo.
En la vida hay que actuar , muchas veces la espera es tiempo perdido, y yo estoy perdiendo el tiempo, mientras él vaya a saber donde está.
Begoña tiene razón, Dios nunca deja las cosas por la mitad .
Guarda la foto,coge las llaves y se dirige hacia la puerta principal seguida por Teo y Alan que quieren impedir que su amada hermana humana se vaya porque no les gusta quedarse solos.
María recorre caminando las calles de San Vicente observando cada uno de los rostros que se cruzan en su camino, nunca antes estuvo tan atenta a la fisonomía y expresión de las personas, rostros con el ceño fruncido que reflejan preocupación, rostro sonrientes en aquellas personas que van pensando en sus sueños y en las cosas hermosas que le han pasado en el día, rostros con la mirada triste por algún golpe de la vida, rostros que parece no estar prestando atención a nada, rostros morenos , blancos, pero ninguno es el de Leopoldo.
Sus pasos la llevan hasta la casa que habitaba con sus padres y hermano,se detiene en ella y decide ingresar, con la esperanza de abrir la puerta y encontrarse a su hermano en la cocina tomando un café y leyendo el diario.
Recorre cada una de las habitaciones, y en cada una de ellas las imágenes y conversaciones de lo que vivió cuando estaban todos juntos, se reproducen en su mente.
Cuantos recuerdos, cuantas emociones.
El comedor,donde compartieron tantas conversaciones y tantos proyectos,donde se planificaban salidas , donde se abordaban los diferentes temas del día, mientras disfrutaban de la exquisita comida preparada por su madre .
El dormitorio de sus padres donde tantas veces habrá dormido entre ellos esas noches que le daban terror.
El mismo dormitorio donde los vio por última vez, donde les dio el último beso y mojó con sus lágrimas el cuerpo inmóvil y helado de ellos.
El baño donde tantas veces las suaves y delicadas manos de su madre recorrían enjabonadas su pequeño cuerpo para limpiarlo y donde frente al espejo le hacía las trenzas antes de ir al colegio.
Su dormitorio donde tantas veces su madre le leía un libro antes de dormirse y que guarda secretamente sus conversaciones con Hermesinda.
El patio donde jugaba con su hermano, con su mejor amiga y los hermanos de ella a los cromos y a la escondida.
La cocina y el recuerdo más fresco, la última comida, el último café y el último día pasado junto a Leo .
María lleva las manos a su cara y se pone a llorar, luego levanta la vista , se frota los ojos , corre una de las sillas y se sienta por unos minutos.
Solo hay recuerdos, no hay nada que indique que Leo haya estado aquí en el último año.
¿Dónde estará?
María no se da cuenta de la hora que es, pero ya son más de las 20 hs y Juan ya está en la casa con una caja de bombones con forma de corazón destinados a ella .
-María mi amor,llegó tu galán.
Los perros corren hacia él para darle la bienvenida.
Nadie responde.
-María,mira lo que te he traído, yo siempre cumplo mis promesas.
El silencio se impone y Juan sigue sin tener respuesta de María.
-María . ¿Dónde estás?
Ante la ausencia de respuesta por parte de su esposa,recorre la casa , pero su mujer no está en ningún lado .
En ese instante la puerta principal se abre e ingresa Begoña cantando.
- Begoña, parece que te ha ido muy bien .¿De dónde vienes?
-De dar un paseo. Y si ya por el hecho de estar viva ,estoy muy bien.
He pasado por muchas cosas que me han llevado a valorar más la vida.
-¿Sabes dónde está María?
-No . Cuando me fui ella estaba aquí.
-¿No te dijo dónde iba?
-Jamás me dijo que iba a salir.
¿Le preguntaste a Hermesinda? Quizás sabe algo,son muy amigas ,son como carne y uña .
-La voy a llamar.
En cuestión de segundos Juan llega hasta la mesa donde se encuentra el teléfono , cansado de estar de pie ,coge una silla y la la acerca para poder hablar más cómodo.
-Aló.
-Hermesinda . ¿Cómo estás guapa?
-Muy bien Juan.Me sorprende tu llamada.
- Te llamo porque no sé nada de mi esposa.
-¿Cómo qué no sabes nada de tu esposa?
-No está en casa . ¿Se encuentra contigo?
-No Juan ,aquí no está.
-¿Tienes idea dónde pudo haber ido?
-No me dijo nada . ¿Le preguntaste a Begoña?
- Sí, pero no sabe nada.
María jamás dijo que iba a salir,debe ser algo repentino.
-Quizás fue a hacer algún mandado.
-¿A esta hora? Imposible, nunca sale de noche.
-Sí tienes razón, a esta hora le gusta estar en la casa para recibirte a ti. Esto no es algo común en ella.
¿Por qué no esperas un poco? Ya va a llegar, quizás salió a dar una vuelta y se entretuvo por ahí.
-¿Entretenerse con qué?
Con cualquier cosa Juan,ya sabes como somos las mujeres, quizás entró a un negocio a comprar ropa.
-Pero ya tendría que estar aquí.
-Dime Juan . ¿Llevó la bicicleta?
-No , está en el patio.
-Entonces se fue caminando, no debe haber ido muy lejos.
-¿Y si viajó en ferrocarril?
--Pero Juan . ¿No conoces a tu esposa?
María odia viajar en ferrocarril.
Begoña se acerca a Juan.
-Juan creo saber que pudo haber pasado.
-Ahora me dices .
Hermesinda debo dejarte, Begoña parece que recordó algo.
-Mejor,escucha Juan, le voy a contar a Manolo, vamos a tu casa.
-Los espero.
Dime Begoña.
-Hoy al mediodía, cerca del almuerzo, escuché gritar a María el nombre de su hermano y cuando llegué a ella estaba llorando.
En ese momento tocan el timbre son Manolo y Hermesinda.
-Pasen, gracias por venir.
-Hermesinda me contó algo . ¿Cómo qué no sabes nada de María?
-Pues, no sé. Aquí Begoña me estaba diciendo algo.
Continúa Begoña.
-La vi sentada frente al teléfono muy angustiada porque no recibía llamadas que indicaran el paradero de Leopoldo . Estuvimos hablando y se tranquilizó.
-Y entonces... que crees.
-Que quizás salió a buscarlo.
Juan , Hermesinda y Manolo se miran.
-No puede estar muy lejos Juan si fue caminando . ¿Por qué no vamos a buscarla?
-Sí Hermesinda,es una buena idea .
Bego tu quédate por si se recibe alguna llamada.
Mientras tanto y sin tener en cuenta la hora , María sigue recorriendo la casa donde vivía hace unos cuantos años atrás.
Abre la puerta del dormitorio de Leo.
Recorre con la vista cada rincón ,su cama, su placard, su cómoda ,su mesa de luz.
Abre el placard y revisa toda la ropa de su hermano en busca de no sabe que.Nunca quiso regalarla, quiere conservar todo lo que a él pertenece porque es una forma de tenerlo con ella .
Revisa el cajón de la mesa de luz , y allí encuentra un sobre que dice María.
Lo abre y hay una carta escrita por su hermano en el año 1895.
En ese instante Juan, Manolo y Hermesinda llegan a la casa .
Se acercan a la puerta . Está abierta.
Las luces de la casa están prendidas, lo que indica que hay alguien.
De una habitación sale una voz femenina.
-Te amo Leo.
Juan, ya más tranquilo por haberla encontrado pronuncia el nombre de su esposa.
-María.
Van hacia la habitación, y ahí está ella,con el rostro mojado por las lágrimas y una carta en la mano .
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De Andalucía al mundo #PGP2024
RomanceUna historia de amor, de compromiso con el prójimo en un contexto crítico de la historia española . .Es una historia donde el amor se expresa en todas sus formas, hacia la pareja, los amigos,el prójimo, la vida,la familia y que lleva un mensaje de...