♥️ Capítulo 51: Reencuentro con el pasado ♥️

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Después de las respectivas presentaciones, Candela los conduce por un pasillo que termina en una habitación donde se encuentran algunos de los que fueron rescatados.
-Gente , ellos son...
-¡Leopoldo!
Dice uno de los muchachos presentes con quien ha compartido todas las penurias vividas al lado de Ñaqui,que lo reconoce y se pone de pie para saludarlo, e interrumpe la presentación de Candela quien va a sentarse en el apoyabrazos de un sillón donde está una de sus compañeras.
-¡Ignacio!
¿Dónde están los demás?
-Salieron a buscar trabajo, pero hoy en día está muy difícil .
-Yo puedo ayudarlos , les ofrezco trabajo en mi farmacia.
-Disculpen no los presenté, él es Juan mi cuñado.
-Un gusto Juan, gracias por la ayuda.
-Tengo una farmacia en esta zona,se llama La Esperanza, yo voy a hablar con la persona que está a cargo de ella, les voy a decir que van de parte mía, y que los tomen en el momento,no busquen más,ya tienen el trabajo.
-Gracias, no sabes cuanto lo necesitamos.
-Lo sé por eso se los doy . Estamos dispuestos a ayudar.
-Gracias a Juan nos contactamos con Bartolomé Rojas, él nos informó donde estaban alojados.
Tenía ganas de saber de ustedes , quería asegurarme que estén bien.
-Estamos muy bien , luchando ,pero bien.
Tú te ves excelente Leopoldo.
- Ignacio la vida de ahora no es la misma que la de un tiempo atrás.
Escapé de un destino fatal, frío, oscuro, hiriente,y volví a recuperar mi vida junto a mi familia y amigos,una vida digna, respetable, en libertad,con posibilidades de progresar,¿cómo no voy a estar bien?Si  dejé de ser un muerto en vida para volver a ser un hombre que vive su vida en plenitud.
-Tienes razón, nuestra situación es comparable con la de un animal que vivió siempre en cautiverio y que vuelve a recuperar su libertad y a unirse a su especie.
Por lo menos yo lo sentí así cuando la policía nos sacó de ese galpón maloliente y sucio .
Cuando los  vi a Ñaqui y a sus hombres esposados en la seccional volví a sentir después de mucho tiempo que le importaba a alguien. Y cuando una persona nos ofreció este lugar, recobré la confianza en el ser humano.
Durante mucho tiempo pensé que mi vida iba a terminar ahí, dentro de ese galpón y a mano de uno de esos delincuentes,por suerte me equivoqué.
-Te entiendo Ignacio,yo muchas veces tuve la misma sensación pero creí siempre en la existencia de Dios y su justicia .
-Tomen asiento donde más les guste,¿quieren tomar algo?
-No Ignacio, gracias.
-Responde Leopoldo en nombre de los dos-.
La sala es amplia con vistas al río Odiel, muy luminosa y sencilla con colores claros en las paredes que contrastan con el oscuro de los muebles.
-Yo también llegué a sentir eso,creía que la muerte estaba cerca, más aún después de la desaparición de María Francisca .
No tenía esperanza en que nos rescataran hasta que pasó.
Recuerdo una compañera que nos dijo que nos iba a sacar de ahí.Nunca creí que  sus palabras se hicieran  realidad , Ñaqui y quienes nos rodeaban son personas peligrosas,no durarían nunca en matar a alguien que los delate.
Yo la admiraba mucho, porque me daba la impresión de ser una mujer decidida, y porque logró mejorar su posición al convertirse en la amante del jefe.
Su nombre es Begoña.
Cuando la policía entró a la casa no la vi, hacía mucho tiempo que ya no la veía y ese
día recordé su promesa.Hasta el día de hoy me pregunto si ella tendrá que ver con nuestro rescate.
Me gustaría volver a verla y saber como está.
-Tienes suerte Candela ,Begoña es mi prima.
Está muy bien y sí ,ella y Juan tuvieron que ver con la liberación de ustedes y la detención de Ñaqui.
Bego en la actualidad se dedica a pintar cuadros.Nació para ello.
Y puedes volver a verla, va a asistir a un evento solidario donde parte de lo recaudado será destinado a ustedes y a los soldados repatriados.
¿Te gustaría formar parte? Necesitamos dos mujeres con ganas de bailar.
-Acepto.
-Yo también quiero participar,mi nombre es Azucena.Amo la música y el baile, y me encantan las fiestas.
¿Dónde se va a llevar a cabo?
-En Sevilla,les dejo el teléfono de mi madre para que se comuniquen con ella .
Juan saca de su billetera un papel con los datos de Pilar y se lo entrega a Azucena.
-Gracias Juan.
-No es nada, están todos invitados.
-¿Y se necesita algún hombre?
-'¿Sabes tocar la guitarra?
-Lo hago desde chico Juan.
-Entonces puedes ayudar, gracias.
-Leopoldo, Candela dijo que no vio a Begoña el día de la detención de Ñaqui, y recuerdo que yo tampoco te vi a ti.
-¿No les dijo nada Bartolomé?
-No.
-Estaba con mi familia, Ignacio.
-El día que Ñaqui se dio  cuenta que escapaste  de la organización  te buscó por toda la zona.
Estaba enardecido , juró matarte si te encontraba y lo mismo pensaba hacerle a Begoña.
Nunca se le había escapado nadie y no soportaba la traición.
Todos sus hombres tenían la orden de dispararles si los encontraban, tuvieron suerte.
Supuso que Begoña tenía un amante  y hacía guardia en la puerta de los hoteles para ver si salía de alguno de ellos acompañada.
Estaba tan dedicado a encontrarla que dejó de controlarnos.
Begoña le gustaba mucho,no la quería, solo sentía atracción física por ella,y no soportaba la idea de que esté con otro, pensar en eso lo enfurecía más.
En una oportunidad El Gavilán y El Calvo,
fueron a Sevilla para saldar unas cuentas y vieron a Begoña caminando muy tranquila por una calle importante.
La siguieron, sin que se diera cuenta y la vieron ingresar a una casa, después de ese día El  Calvo fue el encargado de vigilarla de lejos, hasta que recibió la orden de llevarla ante Ñaqui. En esa oportunidad actuaron con más cuidado porque hubo una primera vez en la cual se les escapó.
Si bien al comienzo él le dio la orden a otro de terminar con ella, después cambió y prefirió hacerlo él.
Pero las cosas se le complicaron porque apareció un hombre en escena en defensa de Begoña.
Cuando Ñaqui se enteró  rompió todo lo que encontró a su alcance, tomó el arma y le disparó a un retrato de Begoña hasta terminar todas las balas.
Mandó a llamar a quien la tenía que haber vigilado el día que escapó y lo mandó a azotar.
Escribió una nota que mandó a entregar con El  Calvo pero ella ya había desaparecido y se la entregó a otra persona,lo cual le costó una tremenda golpiza por parte de Ñaqui, solo a alguien con diminuto cerebro se le podría haber ocurrido darle esa nota a otra persona.
-Perdón Ignacio, pero ,¿cómo sabes todo esto?
-Juan muchas cosas las escuché del mismo Ñaqui, y otras por los hombres de él, que siempre estaban hablando del tema.
-¿Le contaste todo esto a la policía?
-Sí Juan.
-¿Cómo fue la detención de Ñaqui?
-Habíamos llegado alrededor de las siete de la mañana , agotados por haber estado toda la noche recorriendo una zona de atracción turística en busca de personas piadosas y generosas que estén dispuestas a darnos algo de sus ganancias en nombre de la caridad.
No fue una buena noche para mí, la gente que paseaba por ahí era adinerada pero de corazón mezquino, no obtuve mucho dinero y eso traería malas consecuencias para mí en cuanto lo supiera Ñaqui.
Nos echamos a dormir,con la misma ropa que teníamos puesta,y alrededor de las 11 horas de la mañana, escuchamos golpes  muy fuertes en la puerta  y mucho antes de que nos incorporemos se oyeron unos tiros en la cerradura, y acto seguido,dos oficiales entraron al galpón.
Revisaron todo en busca de otras personas,
y al no encontrar a nadie, volvieron sobre sus pasos,se acercaron a nosotros,nos palparon para asegurarse que no tuviéramos armas y al darse cuenta de nuestra inocencia nos ayudaron a salir de ahí.
De allí nos trasladaron al hospital para que recibamos atención. Recibimos un buen trato tanto por los policías como por los médicos.
Hasta aquí lo que recuerdo de ese día, el resto lo escuché en la seccional de  policía.
Según me dijeron, cuando llegaron Ñaqui estaba en su despacho contando el dinero recaudado, El Gavilán se encontraba con él tomando un vaso de vino, estaba desarmado y en el momento de la irrupción de los agentes no le dio tiempo a tomar el revólver.
Al verlos entrar ,Ñaqui, sentado en su sillón preferido, uno individual de cuero marrón, que soporta muy bien su sobrepeso , y con un cigarro en la boca, intentó abrir el cajón de la mesa que tenía frente a él para extraer del mismo un arma, pero el entrenamiento de los efectivos los llevó a actuar con rapidez,y antes de que Ñaqui logre su cometido, lo tomaron por la fuerza obligándolo a ponerse de pie y en esa posición lo esposaron.
No les dieron tiempo a cambiarse , los llevaron a la seccional de la forma en que los encontraron , y esto lo vi yo con mis propios ojos .
Nunca creí que ver a esos perversos, sádicos rufianes me iba a provocar un acceso de risa difícil de sofocar, siempre el verlos generaba pavor, la presencia de ellos era de temer. Pero desarmados , debilitados en el poder y en el autoritarismo que ejercían sobre nosotros, parecían un par de payasos dignos de un espectáculo circense.
Yo estaba esperando a un oficial para brindar declaraciones contra todos mis victimarios, cuando los vi, tanto Ñaqui como El  Gavilán, estaban con el pecho desnudo.
Ñaqui llevaba un pantalón largo, de un color rosa fuerte con flores violetas, el elástico de la cintura estaba un poco flojo, y  parte de su ropa interior de color rojo,se encontraba a la vista de todos.
La forma en que estaba vestido, su velludo pecho y su rollizo abdomen expuestos ante todos, el policía pisándole los talones,la situación en que se encontraba después de haber soportado durante tanto tiempo su tiranía, y para completar el cuadro, El Gavilán,uno de los más allegados a él, famoso por su naturaleza seductora que lo llevó a atrapar a más de una joven inocente  que lejos de encontrar en él,un cortés caballero, encontró un perfecto raptor; vestido también con un pantalón de tan mal gusto como el que vestía su jefe, pero con un mejor físico que aquel, fue lo que me hizo prorrumpir en risa.
Con mis compañeros estuvimos cinco horas en la seccional dando declaraciones.
El Calvo no estaba cuando cayeron los efectivos, a él lo detuvieron horas más tarde cuando regresó a la casa después de comprar unos cajones de vino.
Bartolomé Rojas y su equipo hicieron un gran trabajo.Les estamos muy agradecidos.
-Debe ser gratificante ver a quien te humilló ,humillado.
-¿Qué te parece, Juan? Nunca pensé que llegaría un día así. Lo imaginé más de una vez y de mil maneras, pero vivirlo  lo supera todo.
-Yo también recuerdo algo de ese día.
-Comenta Candela,que al igual que el resto de los presentes, escuchó atenta a Ignacio-.
Se estaba viviendo un clima de tensión en la habitación donde estábamos.
Una de nosotras había sido tomada por la fuerza por uno de los encargados de nuestra custodia con intensiones libidinosas.
Nosotras cansadas de tanto maltrato y abuso,nos unimos en su defensa.
Nos lanzamos sobre  él para liberarla y desarmarlo sin medir la gravedad de las consecuencias pero en ese instante éramos solo un grupo de mujeres enardecidas unidas por un sentimiento de justicia.
Cuando entró la policía estábamos todas arriba de él,ellos nos separaron, el desgraciado tenía toda la cara roja y varios rasguños,su corazón estaba acelerado y  nos miraba con odio.
Le explicamos lo que había sucedido, una a una fuimos saliendo de esa habitación y a él se lo llevaron esposado.
Les pregunté si sabían algo de María Francisca y me dieron la peor noticia.
Todavía están investigando el caso, tienen muchas dudas que resolver, no es tan simple como yo lo había pensado.
Nuestro caso llegó a oídos de una enfermera quien se acercó para brindarnos apoyo y nos ofreció esta casa que era de sus padres fallecidos y estaba desocupada porque ella está viviendo en otra zona de Andalucía.
-Candela,¿tú tienes familia?
-No Juan.
-¿Y tú Azucena?
-Tampoco Juan. Y ese es el perfil de mujeres que buscaban porque de esa forma se aseguraban que nadie pregunte por nosotras y eso  mantendría alejada la mirada de la policía.
No son ingenuos, esta gente sabe como operar para no ser descubiertos .
Candela toma la mano de Azucena que se encuentra a su derecha y de Ignacio que está a su izquierda y entrelaza los dedos.Y con su voz suave que refleja la emoción del momento expresa su pensamiento.
-Ahora somos una familia de rescatados.
Así que si alguien nos pregunta si tenemos familia vamos a dar nuestros nombres.
Me rectifico Juan, sí tengo familia,en el momento en que conocí al Gavilán no la tenía, pero ahora sí.Azucena, Ignacio, y los que no están aquí,son mi  familia.
Hemos vivido y sobrevivido a la misma pesadilla, nuestros corazones latían con el mismo sentimiento y compartíamos un mismo sueño de justicia y libertad. Y eso nos hace familia.
Y tú Leo también formas parte de ella.
Leopoldo se vuelve hacia atrás apoyándose en el respaldo del asiento,exhala un suspiro , entrelaza sus manos,las vuelve a separar,las apoya sobre las rodillas correspondiente a cada una , las mira sonrientes pero no artícula ninguna palabra.
Juan sentado a su lado derecho, le acaricia la espalda.
-Te has quedado sin palabras Leo.
-Estoy muy emocionado.
Tiene razón Candela, la vida nos ha convertido en familia.Espero que a partir de ahora estemos más en contacto.
Bueno,¿Juan qué hora es?
-Las 18 ,Leo.
Se nos está haciendo tarde, es hora de regresar.
-Sí, mejor vamos, conociendo a mi hermana ya se habrá rezado dos rosarios pidiendo que estemos bien.
Juan y Leopoldo se levantan , Ignacio se acerca a Juan y le pone una mano en la espalda mientras lo acompaña hasta la puerta.
-Son siempre bienvenidos.
-Gracias.
-Replican   al unísono los cuñados que ya están saliendo de vuelta a Sevilla-.
Entre risas y charlas caminan hacia el coche estacionado a pocos metros de la casa, otro coche tirado por caballos está ahí  esperando por su dueño ,ellos le echan una mirada a los nobles animales y luego emprenden su marcha .
-Cuantos carros como ese, debe aumentar la producción de coches  como el tuyo.
-Con el tiempo,en el futuro solo existirán coches como el mío.
-Me hubiese gustado estar ahí para ver como se llevaban a ese desgraciado.
-¿Y perderte de todo lo qué viviste,Leo?
-Es una forma de decir, nunca sacrificaría toda la  felicidad ganada junto a ustedes.
Hoy en todo el día no he visto ni a Manolo ni a Hermesinda.
-Yo tampoco, pero viven al lado de nuestra casa en cualquier momento los vemos.
Te estuve hablando de Conchita ,hay algo que aún no te dije y puede interesarte.
- Conchita fue compañera de Tony.
Lo recuerda como un buen hombre.
-¿Y tú cómo sabes?
-Lo dijo ella una vez que conversamos en los ratos libres de la farmacia .
-Ese puede ser un buen tema para acercarme.
-Sí.Estoy famélico,estoy arrepentido de no haber aceptado el convite.
-¿Y por qué no lo aceptaste?
-Porque alguien que yo conozco y tengo muy cerca dijo que no en nombre de los dos y por no hacerte quedar mal no dije nada, pero la próxima vez te pido que respondas solo por ti.
-Perdón Juan,no va a volver a pasar.
-Lo primero que hago es ir a la heladera.
Llegando a su casa ven a María en la puerta gritando el nombre de uno de los perros.
A su lado está Begoña ambas mirando en una dirección.
-¿Qué estará pasando Juan?
-Cuando lleguemos nos enteraremos.
En dos minutos llegaron pero en lugar de descender Juan preguntó desde su lugar de conductor sobre lo que está sucediendo.
-¡Juan! Tratá de alcanzarlo.
Se me escapó Teo cuando se fue tu madre , lo llamo pero no viene.
Juan sigue conduciendo hasta llegar a la altura donde está Teo, quien está muy entretenido con el  perrito de una vecina que vive a dos cuadras de su casa.
Leopoldo camina a paso lento hacia él, y lo toma por detrás, pudo esquivar una   mordida dirigida hacia él al creer Teo que se trataba de un desconocido .
Su hermana y Bego siguen esperando en la puerta.Cuando ven a Leopoldo bajar con Teo en brazos ambas se relajan.
-Que suerte que llegaron, si tardaban cinco minutos más lo perdíamos.
-Hermanita nosotros siempre estamos presentes cuando nos necesitan.
-Ya veo Leopoldo,deben tener un ángel que los guía .
-Responde María mientras lo toma del brazo-.
Después de intercambiar saludos entran a la casa.
Teo busca a su hermanito para jugar.
Juan va a la cocina en busca de un vaso de leche y unas tostadas y luego va a reunirse con María, Bego y Leopoldo.
-Begoña, ¿así qué eras muy brava?
-¿Qué Juan?No sé a que te refieres.
-Vamos confiesa, que de aquí no va a salir.
-Juan,¿tú te embriagas con leche?¿Qué le pusiste?
-Estuvimos con Candela y con Azucena, ellas nos hablaron de ti.
-¿Y qué te dijeron?
-¿Hay algo qué no nos puedan decir?
-Ay,ya basta Juan, estás insoportable.
Juan se acerca a Begoña con una amplia sonrisa , y mientras le da un fuerte abrazo, le dice que se trata de una broma, que sus compañeras la admiran y quieren tanto como ellos.
-Pronto las vas a ver van a estar en la fiesta que vamos a hacer.
-Que linda noticia, Leo.
-Juan hoy estuvo un rato Josefina,vino a felicitarme por el embarazo, trajo unos regalitos para el bebé,y te trajo folletos sobre unos nuevos productos de cosmética que sacó una empresa y quiere saber si los quieres en la farmacia.
Leopoldo a ti te llamó Ruy , para invitarte al cumpleaños de su padre.
-María, ¿dónde dejaste lo qué te dio mi hermana?
-En el escritorio,arriba de una pila de libros que tienes sobre la mesa.
¿Cuándo piensas ordenarlo?
Si no tienes lugar comprá otra biblioteca, o hacé lugar donando viejos libros. Son muchos los que hay, estoy segura que no me equivoco si digo que pertenecen a varias generaciones de la familia.
Y con respecto a los cosméticos,Bego y yo queremos probar unos maquillajes ,si no lo quieres en la farmacia compra algunos para nosotras.
-Tienes razón,mi amor hay muchos libros, y después con la llegada de nuestro hijo va a haber más, pero siento un cariño especial por ellos, y no quiero donarlos,ni tirarlos.
Y en cuanto a los cosméticos si son buenos y prometen ser exitosos, los voy a vender en la sucursal de aquí.
Y a Begoña,que se los compre Carlos.
Un coro de risas estalla de inmediato, pero ninguna pertenece a Bego.
-Juan,no te molestes me los voy a comprar yo, voy a poner peseta sobre peseta.
-Bego, mi amor es una broma,dime cual quieres y en que cantidad, y lo tienes en un abrir y cerrar de ojos.
-Tu broma no tiene mucha gracia Juan,vas a tener que mejorar, hiciste bien en seguir farmacia porque como payaso te morirías de hambre.
-Bego,¿estás enojada?No te pongas así, sabes que te quiero mucho.
-Me pongo de la única forma que puedo ponerme, y si no te gusta cuida tus palabras.
- Cuando se te pase el enfado me dices .
¿A qué hora se fue mi mamá, María?
-Poco antes de que ustedes llegarán.
¿Por qué?
-Para saber.
Cuando estuviste en la biblioteca,¿no viste unos libros de geografía ilustrados?
-Vi las portadas.
¿Por qué?
-Porque quiero hacer un viaje pero no me decido donde.
Quizás me puedas ayudar.
-Sí, encantada.
¿Pero te parece qué conviene viajar estando yo embarazada?
-¿ Y por qué no?
-Aprovecha hermanita,date los gustos si puedes. El embarazo no es una enfermedad es una bendición claro que puedes y debes
viajar,no hay nada que te lo impida.
-Sí María,aprovecha para conocer el lugar que más te gusta.
Yo también tengo ganas de hacer un viaje con lo que pueda obtener al vender mis cuadros.
¿Y tú Leo?
-Yo prefiero no viajar por ahora, solo quiero dedicarme a trabajar.
Más adelante, puede ser.
Quiero pensar un poco en mi vida y en el rumbo que quiero darle.
-Piensa como vives y vive como piensas.
Replica Juan con un guiño de ojo a su cuñado.
Leo lo mira pensativo, sin entender mucho lo que su cuñado le quiere decir.
-¿Cómo?
-Piensa, tú eres inteligente.
-No es complicado lo que plantea Juan, Leo.
Y en virtud de lo que concluyes vas a tener más seguridad a la hora de encarar tu futuro.
-No será complicado para ti Bego,o ustedes son muy inteligentes o yo soy muy bruto.
María,¿tú entiendes lo qué dice Juan?
-Pero Leo, si está claro como el agua.
-Quizás sea cansancio.
Voy a tomar un baño y  a guardar en la memoria tu consejo Juan, puede que lo entienda en otra ocasión.
La risa espontánea de los tres se unieron en un coro, y cada uno sigue con sus actividades.
La noche está una vez más sobre Sevilla trayendo con ella nuevos sueños.

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