Juan y Manolo escuchaban atentos el relato de Begoña, un relato crudo y real de hechos que sucedieron en la vida de ella.
Un relato desgarrador que no querían dejar de escuchar. Querían y necesitaban saberlo todo.
Y aprovechando que sus esposas estaban durmiendo la estimularon a seguir.
...Mi vida en la calle era muy difícil, había perdido todas las coordenadas que la organizaban ,mis padres,mi dinero, mi casa,mi vida social . Pero la vida me había enseñado a ser fuerte y a saber resistir.
Caminaba buscando la compasión de la gente, buscando un alma generosa que esté dispuesta a darme una ayuda.
A veces se cruzaba en mi camino, alguien que me ofrecía una tarea a cambio de unas pesetas y un plato de comida, esos eran mis mejores días , pero era solo por unas horas, después tenía que buscar otra cosa para sobrevivir, nadie quería tomar como empleada una mujer como yo , callejera,sin lugar fijo de residencia , con mal aspecto,la gente busca otro tipo de personas como empleadas . Las pesetas que obtenía las cambiaba luego por comida, pero nunca alcanzaban para pagar la habitación de un hotel o de una pensión familiar.
Siempre dormía con el cielo como techo , a veces miraba las estrellas y pensaba en mis padres como aquellas luces que alguna vez guiaron mi camino, solía preguntarme como sería mi vida con ellos junto a mí, si estaríamos todos durmiendo en una plaza,o si gracias a papá y su esfuerzo hubiésemos podido salir adelante.
La noche a la intemperie era lo que más me costaba sobrellevar , durante el día lo pasaba mejor, pero la noche era terrible.
Mi sueño era interrumpido de manera constante , ya sea por el frío que agredía mi cuerpo , ya sea por el hambre que me hacía doler el estómago, ya sea por la cantidad de temores que asaltaban mi pensamiento, temor a que me roben lo poco que obtuve en el día, temor a ser atacada físicamente,temor a que me detenga la policía, temor a los insectos y animales callejeros ,y para que mentir , también tenía temor de mí misma, porque no sabía hasta donde podían llegar mis fuerzas, porque había aprendido a ser fuerte , pero nunca supe por cuanto tiempo . Temía atentar contra mí misma, presa de un arrebato de desesperación.
A veces se me acercaba un perro callejero para hacerme compañía, pero nunca se me acercó un humano. Cuando estos últimos se acercaban era solo para tirarme unas pesetas,o para darme alguna tarea como antes les dije ,pero nunca para sentarse a mi lado a conversar ,nunca para preguntarme sobre mi situación , nunca para preguntarme si estaba bien, a nadie le importaba sobre mí, hasta tuve que defenderme de un asqueroso borracho que me había faltado el respeto.
Disfrutaba mucho del tiempo compartido con los perros , son los únicos capaces de entregar un amor sincero, los únicos que me hacían sentir que mi vida le importaba a alguien , y compartía encantada con ellos la poca comida que podía obtener.
Recuerdo a un perro color crema, con pelo corto que me acompañaba a todos lados , los días eran más alegres junto a él ,hasta me sentía más protegida,estaba más segura sabía que mi nuevo amigo no iba a permitir que me hagan daño.Dormía más tranquila estando él a mi lado.
Pero esos días hermosos no duraron mucho y me alegro que haya sido así.
Una mujer que pasó por el lugar donde estábamos, se enamoró de él y me pidió adoptarlo,y no pude decirles que no, él necesitaba estar con una familia que pueda brindarle todo lo que yo no podía,no era vida para él que se quede junto a mí, así que con mucho tristeza tuve que despedirme de él.
Y con esa despedida regresaron las noches de sueño liviano, por estar alerta a cualquier cosa que pudiera pasarme.
En otro momento tuve la compañía de un niño que se había escapado de su casa , porque había sacado una mala nota y tenía miedo que el padre lo golpee , pero lo convencí para que regrese a su hogar ,yo misma lo acompañé , aunque después de tocar el timbre me escondí porque no quería que los padres me vieran. Fue muy emotivo ver el cálido abrazo con el que lo recibió su padre .
Esas fueron las pocas veces que pude gozar de la compañía de alguien.
Buscar un lugar donde dormir los días de lluvia era un poco complicado . A veces me refugiaba en un baño público,en una estación de tren,en un hospital o en alguna iglesia. No siempre me dejaban pasar el día y la noche en esos lugares, no es agradable ver gente sucia, y en condiciones miserables tirada en esos establecimientos.
Me higienizaba con agua en los baños públicos.
Alimentarme en situación de calle se volvió para mí una de las situaciones más complicadas Los días malos, es decir aquellos donde nadie me daba ni dinero ni comida ,hurgaba en las bolsas de basura de los restaurantes y los domicilios particulares para ver si encontraba restos de ella .
Tuve que vencer el asco y aprender a vivir en condiciones deplorables, algo que nunca me hubiera imaginado. Estaba acostumbrada a otro tipo de vida , donde abundaba la buena comida, y estaba rodeada de lujos , nunca creí que podíamos
caer tan bajo. En más de una oportunidad lloré a escondidas, encerrada en un baño público, aunque sabía que esa no era la forma de salir adelante, sino que tenía que respirar hondo, secarme las lágrimas y salir a pelearla . No había otra posibilidad.
Yo no me quedaba siempre en el mismo lugar,donde pasaba una noche, no pasaba dos.
Había estado caminando bajo la luz de la luna en busca de un banco de plaza o un lugar techado donde dormir pero no había encontrado nada.
Y ya vencida por el sueño ,y por el cansancio físico cuando llegué a una calle solitaria,me tiré en la vereda a dormir.Pasé mucho frío, y como casi siempre dormí mal.
Desperté antes de que la gente del lugar lo hiciera porque no quería que me vean allí.
Era una de esas mañanas frías,y húmedas,
mi cuerpo estaba dolorido por la cantidad de horas que pasó sobre la loza gélida, áspera, incómoda, y por ello tuve que hacer un esfuerzo para levantarme, aparte me sentía débil y estaba famélica, hacía dos días que no comía.
Tomé mi bolso,sucio y descosido, uno de los últimos regalos de mi padre y con él colgado del hombro, y con el estómago ruidoso empecé a caminar.
El cielo estaba nublado, y amenazaba con llover , comenzó a soplar un viento fuerte que levantaba los papeles y hojas que había en el piso, por segundos sentía que también mi cuerpo era llevado por él, estaba tan débil que me sentía una pluma llevada por la fuerza de la naturaleza.
Buscaba una mano amiga que se apiadara de mi situación y me diera algo para pasar el día, cuando las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer.
La lluvia caía cada vez más fuerte y el viento soplaba a mayor velocidad.
La ropa toda mojada y la presión baja por la falta de alimento hicieron que el frío se sienta más en mi cuerpo. Y se agudizó aún
la situación, con el cabello mojado que se pegaba en mi cara dificultando la visión,y los pies mojados por pisar charcos de agua con los zapatos rotos.
El día se presentaba negativo para mí , de continuar así lo más probable era que contraiga una enfermedad respiratoria.
Pero tuve suerte, si es que se le puede decir suerte, quizás hubiese sido mejor que muera de una neumonía tirada en un callejón.
Un coche blanco paró delante de mí y un hombre de tez trigueña, ojos de color marrón, y cabello rizado negro me invitó a subir.
Yo no tenía muchas opciones, o aceptaba su invitación o seguía caminando bajo la lluvia.
Subí al coche sin imaginarme que era mi pasaporte al infierno.
Me dijo que le decían El Gavilán pero nunca me dijo su verdadero nombre.
Me ofreció llevarme a un lugar donde me daban alojamiento, comida y ropa.
Una oferta tentadora que en las condiciones en las que me encontraba no podía desestimar.
Dicen que cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía,pero yo ni desconfiar podía.
Estaba muy interesado en saber si tenía familia y lugar de residencia, y sonrió ante mi negativa.
Llegamos a una gran casa de dos pisos cerca de un convento .
Parecía una casa de familia, y en realidad terminó siendo una prisión para mí.
Me quedé esperando en la sala, El Gavilán se llevó mis pertenencias y nunca más las volví a ver ,solo pude rescatar mi documento.
La sala era un lugar sombrío , de colores pálidos y paredes vacías. No se escuchaba nada, ni siquiera la voz del Gavilán hablando con otra persona detrás de una puerta cerrada.
Que ilusa fui ,cuando estábamos en el coche me imaginaba que iba a trabajar en una casa de familia importante como mucama, que me darían el uniforme, una linda habitación, comida y un sueldo que yo iba a poder gastar en lo que quisiera. Me imaginaba jugando con los niños pequeños del matrimonio y llevándolos al parque.
Me imaginaba cosas lindas, nunca se cruzó por mi mente ,la obra de terror en que se iba a convertir mi vida.
Todo iba de mal en peor para mí, había pasado de tener una vida de bacana a estar en la calle y de ahí a un mundo pecaminoso del cual puede salir.
Mis ilusiones se desintegraron ante la sádica realidad,la solución que se había presentado ante mí,resultó ser una trampa,la rosa que el destino me ofreció se marchitó y solo quedaron las espinas que se clavaron en mi carne dejando dolorosas heridas.
Cuando la puerta que comunicaba la sala con la habitación donde estaba El Gavilán se abrió, apareció él acompañado de otro hombre, obeso y con cara de pocos amigos que me invitó a pasar .
Se trataba de Ñaqui. Un hombre frío, cuyo único interés era hacer dinero en forma ilegal, explotando a otras personas, mujeres y hombres . Él no trabajaba, vivía de lo que nosotros ganábamos con las cosas que él nos mandaba hacer, y nos conformaba a nosotros con un poco de comida, ropa, y un lugar donde dormir.
No es carpintero, eso lo inventé yo porque no se me ocurrió otra cosa ante la pregunta de ustedes.
Es un delincuente que cumplió una condena por estafa y al salir de la cárcel comenzó en esta actividad.
Usa a sus hombres,como El Gavilán,y El Calvo, para que seleccionen a sus víctimas, buscan siempre personas desprotegidas y por las cuales nadie vaya a preguntar.
Los primeros seis meses yo era una más de sus chicas , durante el día nos mantenía encerradas en una habitación .Era como estar en una cárcel , peor que eso, porque en el día solo salíamos de ahí para ir al baño y siempre vigiladas.No veíamos la luz del sol, éramos hijas de la noche.
Solo cuando la oscuridad caía sobre la ciudad, nos permitían salir, para lucrar con el placer,para hacer realidad las fantasías más perversas de hombres que buscaban en el sexo la felicidad que no encontraban en otro lado .
De noche salíamos de nuestra prisión para convertirnos en unas diosas dadoras de erotismo,de un falso amor, de un consuelo sexual que no encontraban en otro lado.Lo que otras no le daban nosotras se lo entregábamos sin límites, sin peros,todo era válido en nuestro intercambio sexual, ellos pagaban, nosotras realizábamos sus deseos .
Los hombres que trabajaban con Ñaqui eran los encargados de trasladarnos a los lugares reservados para ese fin, el ambiente era tóxico para el físico y para el alma,humo de cigarrillo, mucho alcohol y mucha perversión.
Así era mi vida ,encerrada de día y liberada de noche.
Descendí a lo más bajo que puede llegar una mujer , la vida fue cómplice de ese rufián que me arrastró hacia el fango manchando mi inocencia y desgarrando mi alma.
Me sentía tan sucia, sentía tanto asco de mí misma ,hubiese preferido estar muerta antes que pasar por eso .
Odiaba tanto que las manos de esos degenerados me toquen, odiaba tanto sentir su aliento ,odiaba tanto sentirme observada por esos asquerosos pervertidos y terminé odiándome a mí misma.
Todo lo que ganábamos se lo dábamos a Ñaqui ,ni una moneda era para nosotras.
Después de un tiempo todo cambió.
Ñaqui se sintió atraído por mí y dejé de ser una más de sus chicas para pasar a ser su amante.
Esto representó más libertad para mí , ya no estaba encerrada con las otras chicas en el segundo piso , ya podía ir y venir tranquilamente por la casa, pero cada vez que salía lo hacía custodiada.
Ser la mujer del líder, tenía sus ventajas pero también sus desventajas.
Ser respetada por todos era una de esas ventajas ,y otra de la más importante era
que ya no tenía que entregar mi cuerpo a cualquier desgraciado,y como si eso fuera poco tenía la mejor ropa y todos los lujos que quisiera pero no tenía acceso al dinero,si quería algo se lo tenía que pedir a él.
No estaba con él por amor sino por la necesidad de vivir , de no aceptar eso ,las dos posibilidades que quedaban eran la calle, o la explotación sexual, ya había pasado por la dos y no quería volver a eso.
Junto a Ñaqui había recuperado parte de la vida de mujer rica que había perdido pero bajo una libertad condicionada.
Al estar a su lado tuve acceso a sus sucios negocios, pude escuchar conversaciones inaccesibles a otros,y esta era la desventaja.
Desventaja porque al saber todo de él mi lugar cambiaba, pasaba de ser su víctima a ser su cómplice y esto complicaba mi situación ante la policía, ya dejaba de ser una ciudadana común y honesta para ser una delincuente.
Esto me inquietaba, no quería terminar en la cárcel , quería hacerme a un lado de todo esto pero no sabía como.
Lo había escuchado en varias oportunidades hablar acerca de otro negocio en el cual usaba a los soldados que vinieron de Cuba y que estaban en la calle por no tener trabajo ni familia.Le ofrecían lo mismo que a las mujeres, solo que a cambio de que roben o pidan limosna que luego se la entregaban a él.
Sentía asco y bronca por la falta de humanidad de Ñaqui, nunca entendí como hacía para hablar y actuar con tanta frialdad, ni un poco de piedad había en sus palabras .
Se aprovechaba de gente indefensa,que necesitaba ayuda para lograr sus oscuros propósitos.
Nunca me imaginé que una de sus víctimas era Leopoldo.
Hacía mucho tiempo que había perdido el contacto con él y con María.
No sabía que Leo formó parte de los soldados que fueron a Cuba.
Todo fue una sorpresa para mí, que me dio la fuerza que necesitaba para huír de ese lugar.
Ñaqui, le daba a cada uno de ellos una determinada zona, a veces iban con alguien que los controlaba a distancia y otras no.
Cuando no obtenían lo suficiente eran sometidos a golpes , y permanecían sin comer encerrados en un lugar.
Yo lo sabía porque lo había oído, pero lo que traspasó mi corazón como si me clavaran una lanza,fue la visión de esos hechos.
Ese día yo me había levantado un poco tarde porque la noche anterior nos habíamos quedado hasta la madrugada bebiendo, bailando y comiendo, habíamos hecho una fiesta con los más cercanos de ese sucio y asqueroso ambiente.
Ñaqui había madrugado para atender sus negocios, parece que había problemas con algunos de los reclusos.
Después de desayunar fui al segundo piso.
Yo había sido una de ellas, sabía lo que necesitaban , sabía lo que querían y por eso estaba allí. Le pedí a la persona que estaba en ese instante que se retire, porque yo me iba a hacer cargo de ellas .
Las fui sacando una por una para que puedan darse un buen baño y luego les ofrecí un buen desayuno aprovechando la ausencia de Ñaqui.
Y luego de eso ,con todo el dolor en el alma y muy pese en contra de mi voluntad,tuve que llevarlas a la habitación donde permanecían encerradas hasta la noche.
Parecían un ganado en lugar de mujeres.
Y algo tienen en común , que su carne es usada para satisfacer el hambre de otros.
Me daban tanta lástima,la misma que sentía por mí cuando estuve en el mismo lugar de ellas .
La suerte que corrían ellas a diferencia de los hombres era que no eran golpeadas físicamente.Los golpes que recibían iban de manera directa al interior de su alma, provocando heridas profundas,que no sangraban pero igual dolían.
Los hombres recibían la peor parte en eso , porque ellos tenían heridas físicas y espírituales .
Después que las dejé en su habitación, tuve la idea de comprarles algo de ropa, y quería hablar con Ñaqui, lo busqué por toda la casa y no lo encontré, hablé con El Gavilán quien me informó donde se encontraba.
Rompí las reglas puesta por el jefe ,y salí sin custodia. Y por primera vez después de mucho tiempo, me volví a sentir libre.
El lugar donde estaba no quedaba a muchas a cuadras. Se trataba de un viejo galpón, amplio de techos altos, construido con ladrillos ,y pintado en blanco.Estaba dividido en dos partes separadas por una puerta de hierro.
La puerta estaba sin cerrojo, ingresé y escuché gritos de dolor , que provenían de la parte trasera y hacia allá me dirigí .
A medida que me iba acercando la voz de Ñaqui se hacía cada vez más audible.
Cuando llegué donde él estaba , la puerta se encontraba entreabierta y me asomé.
El cuadro era desgarrador , como ya les había dicho antes , hombres desnudos tirados en el piso que estaban siendo golpeados por hombres pagados por Ñaqui, y él, maldito hijo del demonio, gritando a viva voz, toda clase de insultos porque lo que ganaron era para él insuficiente.
Mil lágrimas corrieron por mi rostro, cuando vi a Leo, el ser más bueno , más espiritual y dulce que podía existir padeciendo esa tortura.
Mi primo , un tipo de hombre con el que más de una mujer podría soñar, sentimental, luchador, amante del amor, estaba ahí, tirado en el piso como un insecto, siendo maltratado por ese engendro del demonio .
Y entonces supe lo que tenía que hacer.
Salí en forma silenciosa del lugar, mojando con mis lágrimas el camino recorrido, fui a la casa donde vivíamos, entré en nuestro dormitorio, busqué el dinero que Ñaqui guardaba en un viejo baúl, me puse ropa más sencilla, busqué mis documentos, fui al segundo piso y les prometí a mis ex compañeras que iba a sacarlas de ahí.Y les pedí por favor que no digan nada y que tengan paciencia.
Luego tomé un bolso viejo algunas cosas, y fui a Sevilla.
El resto de la historia ya la conocen, me encontraron en la puerta del convento y aquí estoy con ustedes.
Juan , te quiero pedir perdón por abusar de tu confianza,yo te robé las mil pesetas, quería comprarme ropa, no quería esa que había sacado de la casa de Ñaqui, no quería nada que me recuerde a él,y aparte estaba muy vieja, era ropa que usaban chicas de la limpieza,no quería verme con esos trapos.
Juan , Manolo, no sé que va a pasar con mi vida, pero quiero que ayuden a Leo y a todas esas chicas, quiero ver preso a Ñaqui, quiero que pague por todo el mal que hizo.
Y a ti Manolo, también tengo que pedirte perdón, por mentirte cuando te dije que no conocía a El Calvo.
Juan y Manolo no pudieron decir nada, pero sus ojos húmedos y el fuerte abrazo que le dieron a Begoña, dijeron todo.
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De Andalucía al mundo #PGP2024
RomanceUna historia de amor, de compromiso con el prójimo en un contexto crítico de la historia española . .Es una historia donde el amor se expresa en todas sus formas, hacia la pareja, los amigos,el prójimo, la vida,la familia y que lleva un mensaje de...