Capítulo 5: la compartimos...

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Luego de aquel desvergonzado momento frente al lago regresamos al pueblo con bastante calma, en realidad parecía que no deseábamos llegar a nuestro destino, teníamos su yegua como transporte, pero estábamos caminando y charlando mientras la yegua nos seguía de cerca.

Me gustaba el poder conocerlo un poco más, él me contaba sobre su familia, mencionando que su padre era un antiguo soldado que se retiró antes de llegar a convertirse en Coronel, esto debido a que se casó con una mujer de otro lugar.

Yo escuchaba con atención como el Coronel Conrad hablaba sobre el matrimonio de sus padres, sorprendiéndome por la decisión que tomó su padre en el pasado sólo por estar con ella, ¡renunció a ser Coronel! Sólo debía aceptar el título oficialmente frente al rey, sin embargo, días antes de la ceremonia presentó su renuncia, aceptando en el proceso sólo ser un soldado.

Sonaba como una historia digna de contar con orgullo, yo estaba fascinado por oír al Coronel hablando de sus padres, ya que los míos no se amaban, ni siquiera se casaron, nací fuera del matrimonio, lo que me hizo recibir desalentadores comentarios por parte de la gente, quiénes aseguraban que era un pecado tener un hijo fuera de un matrimonio consagrado por la iglesia.

Recuerdo que en el pueblo en el que nací, la gente me solía llamar "Demonio" y hasta me lanzaban piedras o cualquier objeto que tuviesen a su alcance, esto debido a que ellos aseguraban que los niños nacidos fuera del matrimonio eran hijos de demonios.

Era cosa de creencias, ya que en este pueblo eso es algo que no he visto mencionar, o también puede que sea debido al hecho de que no he visto a una mujer soltera y embarazada.

Por esto mismo me encantaba oír sobre sus padres, el Coronel no lo contaba con mucha motivación, de hecho, cuando dije "Qué romántico" acompañando mis palabras con un suspiro, él carcajeó diciendo "No tiene nada de romántico"

—Pero fue un hombre que renunció a su posición como futuro Coronel para estar con la persona que amaba— le decía con emoción— ¿no le parece romántico?

—No, actualmente mi padre y mi madre pelean hasta porque sale el sol— me respondió riendo.

—¿Por qué?

—No lo sé, cuando pregunté, mi padre dijo que ese era su modo de entretenerse.

—¿Entretenerse? —pregunté confundido.

—Claro, mis padres ya tienen una edad, es natural que luego de 35 años de casados quieran buscar un nuevo modo de entretenerse— me fue explicando con una sonrisa.

—Pero entonces no lo hacen con maldad, simplemente están jugando...

—Bueno, no lo sé, cuando voy de visita los libros que mi madre le lanza a mi padre me parecen bastante maquiavélicos.

—¿Entonces usted no haría algo así por amor? —pregunté curioso.

—No— respondió riendo— sería estúpido reiniciar a mi posición como Coronel, me ha costado llegar aquí, he tenido que competir con muchos ancianos con medallas y sin duda, sería humillante irme cuando todos ellos aseguran que "El jovencito no tiene lo que se merece"

—¿Hay mucha rivalidad?

—Sí, todos los soldados son competitivos, pero los de alto mando sin duda son capaces de cualquier cosa para sobresalir frente al rey— me fue contando mientras su rostro se volvía más serio— soy el Coronel más joven, fui elegido tras salvar la vida del príncipe heredero en una batalla campal.

—¿Cómo un regalo de agradecimiento?

—Sí, exacto, por lo que pasar de capitán de escuadrón a Coronel, fue algo que molestó a muchos tenientes, sargentos y demás soldados— me respondió deteniendo su paso un instante— realmente detestaba como me miraban, así que me convertí en el mejor para humillarlos en cada oportunidad en la que ellos lo intentaban— añadió con una sonrisa juguetona en sus labios— eso me dio un bonito hogar, cenas con el rey, invitaciones a hogares que usualmente no sería invitado, incluso pude comprar un terreno para que mis padres vivieran cómodamente, aunque rechazaron a los sirvientes, si conocieras a mi madre, te sorprendería lo terca que puede llegar a ser.

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