Capítulo 53

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Hace poco llegó a mis oídos que el príncipe fue gravemente herido, yo sabía que no debía acercarme a ese territorio, ya que era peligroso para una "mujer" de mi posición, sin embargo, estaba demasiado preocupado por mi esposo.

No me dieron mayores detalles, sólo dijeron que el rey y la reina viajaron allí para ver a su hijo, ¡ha pasado más de una semana desde que eso ocurrió!

Conrad no me ha enviado cartas ni tampoco ha enviado a nadie para tranquilizarme, por ello me acerqué personalmente, llegando al anochecer, siendo acompañado hasta su ubicación por sus soldados de confianza.

No puedo estar sola entre todos esos hombres, los guardias de mi esposo dijeron que había hombres extranjeros entre ellos, por ello me acompañaron para que a la esposa del Coronel no le ocurriera nada malo.

Cuando me dijeron su ubicación, entré prácticamente corriendo, viendo como había otros hombres acompañándolo, creo que eran sargentos o capitanes, sin embargo, enseguida hicieron una pequeña reverencia mientras mi esposo me miraba con sorpresa.

—¿Qué haces aquí? —me preguntó, mientras yo corría a sus brazos.

—Estaba muy preocupada...—respondí con alivio, sintiendo como mi preocupado corazón se relajaba por fin.

—Déjennos a solas—ordenó, por lo que inmediatamente todos aquellos hombres se fueron— mi amor, no deberías estar aquí...—añadió levantando mi rostro para verme a los ojos—no niego que me encanta, pero es peligroso.

—¿Por qué? —pregunté tomándolo de las mejillas, mientras él bajaba sus manos hasta mi cintura.

—Porque me distraes— respondió con una cálida sonrisa, acercándose a mis labios para darme un dulce beso— eso sin mencionar...—susurró dándome otro beso poco después— que me pones muy feliz.

—¿Y eso es malo...?—pregunté contagiándome con su felicidad.

—Sí— respondió subiéndome sobre la mesa que anteriormente aquellos hombres miraban— el ambiente no está para ponernos coquetos.

—El Coronel también merece un descanso...—susurré dirigiendo mi mano a su entrepierna.

La sonrisa de mi esposo se expandió, yo sabía que pronto se pondría más contento si lograba seducirlo, incluso lograría que me dejara quedarme si le enseñaba lo útil que podría ser aquí, pero claro, como estábamos en un lugar inapropiado, su mano pronto apartó la mía.

Él me miraba con felicidad, era innegable que su amor por mí le jugaba en contra, ya que en efecto, su rostro se ilumina al saber que pienso quedarme, pero como el ambiente se mantiene tenso, no es correcto actuar como dos tortolitos enamorados.

—Ve a ver a la reina— susurró sobre mis labios— está devastada...—añadió deslizando sus besos por mi cuello.

—¿Tan grave está el príncipe? —pregunté deteniendo los besos.

—No ha despertado, lleva casi dos semanas sin hacerlo— respondió preocupado.

—Cuéntame todo—le pedí, bajándome de la mesa para tomarlo del brazo y salir a caminar con él, sabiendo perfectamente que de ese modo no haríamos nada inadecuado.

Conrad me contó todo lo que había pasado, haciéndome sentir muy sorprendido por la parte de "El príncipe se casó con un hombre" donde él, en un tono juguetón dijo "Que inapropiado e inmoral de su parte" haciéndome reír.

Somos seguramente los únicos capaces de entender el miedo que seguramente experimentaba el príncipe por llegar aquí y anunciar sobre su matrimonio.

Claro que, no me centré sólo en ello, sino que estaba recolectando información para acercarme a la reina sin ser inapropiado.

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