Capítulo 47

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¡Todo salió muy bien!

Patrick tenía razón, el Coronel en cuanto le dije lo que había hecho mi madre me entregó un documento de "Orden y captura" que tenía que entregarle a un oficial del castillo.

Como era tarde, Patrick y yo decidimos hacerlo por la mañana, sabiendo que el Coronel se encargaría de informarle al rey sobre lo ocurrido, categorizando este suceso como un atentado de alto riesgo.

Él dijo que debido a la posición de mi madre la orden que me entregó no serviría para enviarla a la horca, pero si servía para tenerla en los calabozos hasta que el rey lo aceptara.

Estoy nervioso, esta mañana nos levantamos temprano para llevarle la orden al oficial al mando, quién inmediatamente mandó a un grupo de soldados para capturarla.

¡Antes del mediodía ella estaba encerrada! Me sentía eufórico, aunque cuando el rey organizó un juicio, me sentí muy temeroso por la situación.

Había mucha gente, incluso estaban los hombres que intentaron matarme y los guardias que me ayudaron.

¡El Coronel había traído a todos! Mi madre fue la última en llegar, quien por supuesto intentó persuadir al rey entre lágrimas.

—Fui informado que intentaste asesinar a uno de mis soldados— habló el rey con enfado— el Coronel, oficiales y varios hombres de confianza me hablaron sobre lo útil que es dentro de mi reino, ¿cómo te atreves a intentar dañar a tu propio hijo?

—¡Yo no he hecho nada!—chillaba entre lágrimas.

—¡Silencio! —le ordenó el rey— los hombres que contrataste han confesado que tú les pagaste, ¿cómo puedes negar tus atrocidades?

—¡Es mentira!

—Serás sentenciada a la horca mañana mismo, no puedo permitir que alguien como tú pueda estar viva entre mis soldados.

—¡Majestad, yo no...!

—¡Sáquenla! —ordenó el rey.

—No puedo creer que exista una madre tan vil como tú— habló la reina, viéndola con desprecio— ¿Sabes lo que yo daría por tener a mi hijo conmigo? No puedo creer que tú, siendo la duquesa, hayas intentado acabar con la vida de tu único hijo.

—Reina, yo no...

—Sáquenla de aquí— ordenó la reina.

Pensé que esto sería más largo, imaginé que me harían preguntas, pero el Coronel se me acercó mientras se llevaban a mi madre, avisándome que esta junta sólo era para darle una sentencia, no para oír su opinión.

Todas las pruebas apuntan a que ella era culpable, lo que me hacía sentir un poco extraño.

Fue muy fácil, cuando dije que la quería muerta imaginé que sólo era un sueño absurdo, pero si ella no hubiese cometido esta estupidez, seguramente nosotros aún estaríamos planeando su muerte.

Se siente raro, no puedo mostrar mi felicidad, aunque una vez la audiencia finalizó, quise hablar por última vez con ella.

Pensé todo el día en esto, Patrick me dijo que no era buena idea, pero finalmente a eso de las nueve me animé a pedir autorización para verla.

Los soldados me dieron permiso, como también soy un soldado ellos dijeron que podía tomarme mi tiempo, incluso que me dejarían a solas.

Al verla de rodillas aferrándose a los barrotes mientras lloraba, me sentía culpable, sobre todo porque me estaba pidiendo perdón.

—Lo siento... realmente lo siento...—me decía entre lágrimas.

—No fuiste una buena madre— le aseguré— hiciste muchas cosas que prefiero mantener calladas, pero el intento de asesinato fue demasiado, ¿no crees?

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