4. COMEDOR

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Tris, Christina y yo entramos al comedor, que está prácticamente lleno. Tris señala una mesa al fondo, que está vacía salvo por mi hermano y los dos chicos que antes se presentaron. Avanzamos las tres hasta allí.

Tobías no levanta la mirada de su plato cuando nos acercamos. Tris se sienta a su lado, Chris al lado de ella y yo en frente suya.

Observo la comida, solo hay carne. Parecido a una hamburguesa. Me encojo de hombros, como si a alguien le fuera a importar mi duda sobre comérmela, pero veo a Tris cuestionándose lo mismo. Asentimos juntas y nos la colocamos en el plato.

—¿Es que nunca habéis comido una hamburguesa?—Pregunta Chris.

—Las hemos visto, pero no las hemos probado—responde por mí Tris.

—Con razón os habéis ido-dice Christina, como si la idea de no haber probado una nunca fuera inconcebible.

—Sí, ha sido por la comida.

Noto cómo a Cuatro le tiembla la comisura del labio, y yo simplemente me río. Tris tiene ciertos momentos que me encantan, y este es uno de ellos.

—Su alimentación está basada en plantas—dice el tal Will.

—¿Acaso te has comido un libro? Déjame adivinar, Erudición—me hace gracia la expresión de Will cuando Christina acierta.

—Exacto. Y se nota que tú eres de Verdad, dices todo lo que se te pasa por la mente—me hubiera reído si no fuera porque a mí me salió esa facción en mi prueba. Aunque no le daba mucha importancia, igual salió.

—Como...¿eres un idiota?

Me río junto con mis amigos por la ocurrencia de Al. No dura mucho nuestra alegría, porque mi hermano nos interrumpe bruscamente.

—No quiero oírlos hablar de sus antiguas facciones, ¿queda claro?

Ruedo los ojos, pero mantengo mi boca cerrada.

—¿Eres transferido o naciste en Osadía?—Chris y yo nos atragantamos con el agua al escuchar a Tris.

—¿Por qué piensas que puedes hablarme?

Le lanzo una mirada desafiante a Tobías, pero no me entrometo. Aún.

—Debe de ser porque pareces accesible. Ya sabes, como una cama llena de clavos—y este es otro de esos momentos. La adoro.

Chris y yo nos reímos, él sólo le dice una última palabra a Tris antes de ser acribillado por dos hombres que aparecen detrás. Uno de ellos es el de la azotea.

—Bueno, Cuatro, preséntanos a estos iniciados—dice el rubio.

—Esta es Tris, Christina, Will, Al y Tess—no paso desapercibido el hecho de que mi hermano me nombra como si nada. Bien.

—Ooh, dos estiradas, no duraréis mucho.

Dirijo una pequeña mirada a Tris, que noto cómo quiere contestarle y asegurarle que duraremos, pero algo la decide a no hacerlo. La admiro, yo esta vez no lo aguanto.

Aprieto mi mandíbula mientras sonrío falsamente.

—¿Y tú quién eres?—Sé de sobra que es uno de los instructores, pero eso no le da ningún derecho a decir ese tipo de cosas. ¿No?

Chris, Will y Al me observan como si estuviese yendo a mi propia muerte. Probablemente lo esté haciendo. Tris se limita a observar, ella sabe que soy así. Que somos así, aunque esta vez no haya dicho nada.

—¿Cómo te atreves a hablarme así?

Levanto las cejas exageradamente, fingiendo inocencia. Ya solo me falta tenerla.

—¿Así cómo? Solo te he preguntado tu nombre—me reiría de la cara del rubio si no fuera por Tobías, que parece a punto de acuchillarme.

Mi hermano me lanza una mirada de advertencia, pero yo me limito a encogerme de hombros frente al chico.

—Mi nombre es Eric, iniciada, y controla tus impulsos reprimidos por tu estúpida facción.

Wow. Sí que le ha molestado las cuatro palabras que he soltado. En cualquier caso, no digo nada más porque sé que ya he pisado demasiado terreno peligroso por hoy. Mañana será otro día.

Nos quedamos mirando a los ojos durante un rato y he de decir que sus preciosos ojos me envuelven, pero hago lo posible por no dejarme llevar por su atractivo.

—Idiota—susurro, pero él me oye. ¿Qué era eso de no seguir hablando?

Me mira un poco más, pero yo ya he girado la cabeza para ver a mis amigos. Él hace lo mismo hacia Cuatro.

—¿Qué has estado haciendo estos días, Cuatro?

—Nada, la verdad—responde él, encogiendo un hombro.

Los miro alternativamente y por un breve, muy breve momento cabe aclarar, pienso que son amigos. Luego vuelvo a mirar y definitivamente no. La tensión en los hombros de mi hermano y los ojos en llamas del rubito no dicen que su relación vaya por ahí. Parecen rivales, pero la pregunta aquí es porqué si Cuatro es instructor y el tal Eric es líder.

—Me dice Max que ha intentado reunirse contigo y no apareces. Me ha pedido que averigüe qué pasa contigo—le dice, claramente molesto por la tarea. Eso me saca una pequeña sonrisa.

—Dile que estoy satisfecho con el puesto que tengo—contesta Tobías después de unos segundos.

—Así que quiere darte un trabajo.

Me guardo todos los detalles, como estoy más que segura que también está haciendo Tris.

—Eso parece.

—Y a ti no te interesa.

—Lleva dos años sin interesarme.

¿Tobías lleva dos años recibiendo trabajo y no lo acepta? Tengo demasiadas preguntas que necesitan respuesta, pero me limito a prestar atención a su intercambio de palabras.

—Bueno, esperemos que lo capte de una vez.

Vale, claramente a Eric no le cae bien Cuatro. Y el sentimiento es mutuo seguro.

Le da un golpe en el hombro (con más fuerza de la normal) y se va.

—¿Sois...amigos?—Pregunta Tris, con intenciones de tantear el terreno.

—Estábamos en la misma clase de iniciados, él vino de Erudición.

Siendo sincera, no esperaba que la respondiera, pero de nuevo, la actitud de mi hermano me sorprende.

Con que Eric vino de Erudición. La facción a la que casi me voy. ¿En qué momento pensé que habría sido buena idea irme con los eruditos? No pintaría nada allí. ¿Y aquí sí?

Es interesante que el rubito venga de allí. Y a la vez es gracioso. Me guardo la información para más adelante, algo me dice que la voy a necesitar.

—Mucho cuidado—nos dice Tobías mirándonos alternativamente a Tris y a mí antes de irse por donde ha desaparecido el otro líder.

Nos quedamos en silencio, hasta que veo a Christina arqueando las cejas.

—¿Qué?—Preguntamos Tris y yo a la vez.

—Estoy desarrollando una teoría.

—¿Qué teoría?

—Que tenéis un instinto suicida.

No puedo evitar soltar una carcajada y mirar a Tris, comunicándonos en silencio. Definitivamente, tenemos que tener más cuidado. La pregunta es si lo conseguiré con mi temperamento.

Me río nerviosamente porque puede ser que me haya venido un poco arriba. Empiezan a mover los vasos fuertemente contra la mesa y de la nada, muchos osados nos levantan a los iniciados hacia arriba con facilidad.

Al principio me entra el pánico, pero poco a poco voy dejando que la risa fluya de mi interior.

Quizás no haya sido tan mala idea escoger Osadía.












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~ dadacub

EATON  [ DIVERGENTE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora