—No hemos podido hablar después de ninguna pelea. ¿Cómo lo llevas?
No puedo evitar hacer una mueca.
—Teniendo en cuenta que en una me tuve que ir a la enfermería—por mi propio bien, omito la parte del abismo, más que nada porque involucra al rubito—, y que en las otras no podía con mi cuerpo…
—Tesslie, ten cuidado. He visto cómo Eric te mira, es mejor que no se fije demasiado en ti.
Ups.
—Creo que es un poco tarde para eso—contesto, básicamente porque creo que le he retado demasiadas veces como para ahora de repente pasar desapercibida. Maldita boca insensata.
—Sí, bueno, a ver si consigues cerrar esa bocaza—su tono es duro, regañándome, pero sé que en realidad es solo preocupación.
—Desde que he llegado no lo he logrado—me río, pero él no me acompaña—. Ay, hermanito, tenme un poco de fe.
Alza una ceja, con una media sonrisa recorriéndole el rostro. Ahí está.
—Ni tú te tienes fe a ti misma. ¿Cómo te has visto en las peleas?
Bajamos el volumen cuando otros iniciados pasan cerca nuestra, aunque demasiado felices por haber ganado como para prestarnos atención. Y menos mal, sería otro problema que añadir a la lista.
—Un desastre. Sigo preguntándome cómo dejé medio inconsciente al idiota de Peter.
Tobías sacude la cabeza, pensando en esa cabecita suya.
—Tienes que intentar atacar en lugar de defenderte—¿eso no lo he intentado ya?—, practica mucho más eso, es uno de tus puntos débiles. Te falta músculo.
—Gracias, eso es todo un halago—contesto, rodando los ojos. Es pura envidia, ya que tiene razón y eso me fastidia.
—Sabes que es verdad, Tess. Y dile a esa amiguita tuya que también lo haga. Carecéis de lo mismo.
Una sonrisilla burlona se apodera de mí al oír esa mención a Tris. Ha sido como de pasada, pero le conozco. O al menos eso creo. Y esa mirada…más allá de que le he visto cómo actúa con ella, dice mucho más de lo que él piensa.
—Así que Tris, ¿eh?
—Tesslie, no hagas eso—contesta, con la mandíbula apretada y todo su rostro en tensión. A alguien no le gusta que le hayan pillado. Eso me hace sonreir.
—Venga ya, Tobías, te gusta. Se ve a kilómetros.
No puedo ser la única que lo ha notado.
—No voy a hablar contigo de esto. ¿O quieres que empiece a decirte lo que pienso sobre ese jueguecito que te llevas con Eric?
Touché.
—No. Pero eso es jugar sucio. Tú has hablado de Tris primero—ni con esas sirve para sacarle más información, aunque algo me dice que tendré noticias sobre esto pronto—. Por cierto, no la hagas daño, es mi mejor amiga. Y ha sido mi único apoyo desde que tú te fuiste.
Y no es para menos. Tris para mí es imprescindible, tal como Cuatro. Nunca he sido de tener muchos amigos, y con ella me entendía. Por alguna razón, siempre nos hemos entendido. Somos muy parecidas. Y las dos, aunque me estremezca decirlo, somos divergentes. Aunque dudo que eso tenga algo que ver con el enorme aprecio que las dos nos tenemos.
—No te preocupes, no planeo hacerlo—eso pensaba, pero siempre es bueno una advertencia, incluso siendo Tobías, que no le haría daño ni a Peter, y mira que eso es complicado—. Tú ten cuidado con Eric—ruedo los ojos, pero él continúa—. Lo digo en serio, Tesslie, él es…complicado.
Suspiro, porque sé que tiene razón. Demasiada.
—Lo capto.
Nos abrazamos rápidamente, y aunque no quiero, porque es la primera conversación completa que hemos podido tener en varios días desde que nos volvimos a ver, me obligo a separarme. Una mirada de frente, más bien unos ojos hielo, me miran con esa característica frialdad. Aunque hay algo más, como si estuviera…¿molesto? Rompo el breve contacto y vuelvo a mirar a mi hermano.
—¿Vamos a decirle a alguien que somos hermanos?—Susurro esta vez, puesto que Eric está en frente de mí y detrás de Tobías; con toda su atención en nuestra charla, por cierto, y sin disimularlo. Está lejos, sí, pero mejor prevenir que lamentarlo después.
Tobías frunce el ceño, pero no tarda en responderme, también murmurando.
—Por ahora es mejor que no. Podrían pensar que no estoy siendo imparcial contigo—contesta, aunque distingo la verdad en esos ojos: no quiere que se sepa nuestro apellido. No aún. Bien. Yo tampoco quiero.
—¿Y a Tris? Me conoce demasiado, y dudo que no se de cuenta de nuestras conversaciones y eso.
Una sonrisilla se asoma por sus labios. Podría acostumbrarme a verle sonreír. Se me hace tan raro que los dos lo hagamos que es un alivio verlo, y más si es constantemente.
—A ella sí. No dirá nada.
—Con eso ya contaba yo—susurro en respuesta—. ¿Y Chris? Tampoco dirá nada.
—Bien, pero solo a ellas.
—Trato. Por cierto, ¿a dónde están yendo todos?—Antes he visto a Tris irse con algunos nacidos para celebrar algo, pero al quedarme aquí para hablar con él, los he acabado perdiendo de vista.
—A celebrar que hemos ganado a un sitio peculiar—contesta él, mirándome de arriba a abajo con una sonrisa.
—¿Qué?—Contesto, sabiendo que me va a decir algo con burla.
—Podrías ir, pero no creo que te guste la idea.
Alzo una ceja. ¿Hay algo de Osadía que pueda no gustarme? Lo dudo.
—Sorpréndeme.
—Suben a un edificio y con un arnés van por lo alto de la ciudad hasta llegar a abajo.
Mierda. Odio darle la razón.
—Ya. Tú tampoco lo has hecho, ¿no?
Los dos sabemos que ninguno haría eso simplemente por diversión. El miedo por las alturas es más que compartido por ambos. Sonrío por eso. Menos mal que no me uní, entonces.
No contesta, pero es porque ya sé la respuesta. Era de esas preguntas que son más una confirmación que una pregunta.
—Oye, ¿por qué nos elegiste a Tris y a mí en tu equipo?—Pregunto, porque la curiosidad me iba a dejar el cerebro frito.
Tobías se queda callado un segundo, luego me devuelve la mirada.
—Ser fuerte no lo es todo en Osadía—es su única respuesta.
—Bueno, al menos ganamos.
—Lo hicisteis muy bien, Tess. Eso os hará ganar puntos.
Bien. Eso es bueno. Muy bueno. Porque los necesitamos.
Nos miramos un segundo más, y nos despedimos con otro corto abrazo. Justo cuando creo que ya se va a ir, su susurro me deja nerviosa. Más aún de lo que ya lo estoy con la iniciación.
—Ten cuidado, Tesslie.
(◔‿◔)
~ dadacub
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EATON [ DIVERGENTE ]
General FictionPara mucha gente el día de La Ceremonia de Elección es sencillo. Para mí no lo es, sé que no puedo quedarme en Abnegación, pero no sé qué facción escoger que defina mi vida. Y por si fuera poco, a la gente como yo, los divergentes, nos persiguen. U...