Me sobresalto en mi cama por un horrible ruido de metal.
—¿Qué...?—Susurro al abrir los ojos y ver a mi hermano gritando y dando golpes con un palo a una barra de metal.
—¡Todos en la Fosa en cinco minutos!
Diviso a Tris, que también me observa, suspirando.
Bajo de la cama y me visto rápidamente, todos estamos tan dormidos que nadie se fija particularmente en Tris y en mí. Por suerte, Peter parece que aún no está bien despierto para molestar al resto.
Camino al lado de mi mejor amiga y Chris, las tres tenemos la cara de no haber dormido más de una hora. Nos detenemos alrededor de Eric, que está junto con Cuatro en el centro del círculo que se ha formado.
—Para los que no lo sepáis, me llamo Eric. Soy uno de los cinco líderes de Osadía. Aquí nos tomamos muy en serio el proceso de iniciación, así que me he presentado voluntario para supervisar la mayor parte de vuestro entrenamiento.
Genial.
—Algunas reglas básicas. Tenéis que estar en la sala de entrenamiento a las ocho de la mañana todos los días—que alegría, madrugar—. El entrenamiento durará hasta las seis, con un descanso para comer.
—Bueno, al menos nos darán de comer-susurra Chris, haciéndonos sonreír a Tris y a mí.
—Podéis hacer lo que queráis después de las seis. También tendréis algo de tiempo libre entre cada etapa de la iniciación.
Eso es nuevo. Antes no hacía nada que quisiese, nunca. Por la cara de mi mejor amiga, sé que estamos pensando en lo mismo. Me alegra mucho que estemos juntas en esto, nos conocemos bien y vamos a poder experimentar todo esto juntas.
—Solo se os permite salir del complejo si vais acompañados por un osado—no sé qué buscaría fuera, así que no creo que salga, pero me quedo grabada la frase, por alguna razón que desconozco.
—El adiestramiento consiste en dos fases. La primera es física, debéis dominar las técnicas de combate y pelear en el ring—dice señalando lo que vi el primer día que llegué. Si soy sincera, eso es lo que más miedo me da, nunca he sido muy buena pegando. Callando bocas sí, pero para el resto no. Nunca he podido parar ni un solo golpe de Marcus.—La segunda será mental, tenéis que enfrentar vuestros miedos y superarlos, si no terminan con vosotros antes.—Eso último lo dice con una sonrisa burlona. ¿Qué miedos tendrá él?—Los nacidos en Osadía también serán adiestrados, solo que no lo haréis juntos. Os puntuaremos juntos, eso sí. Después, la clasificación determinará qué puesto podréis utilizar: vigilar la vaya, liderar o vigilar a los abandonados. Y también determinará quién pasa el corte.
Frunzo el ceño y miro al resto sin entender. Todos tienen la misma expresión de confusión que yo.
—¿El corte? ¿Qué significa eso?—Pregunta Christina, haciendo de portavoz.
—Aquellos que no pasen el corte, tendrán que irse.
Me quedo callada, pero tensa.
—¿Y a dónde irán?—Pregunta intranquilo Al.
—Nadie puede volver con sus familias, así que deberán vivir como abandonados.—Ni de coña. Eso es lo único que pasa por mi mente: no seré una abandonada.
—¿Por qué no sabíamos esto?—Pregunta Christina. Eric y Cuatro se limitan a mirarla—. Tendrían que habérnoslo dicho—añade ella.
Me cae bien, pero creo que tiene que aprender cuándo es mejor no hablar. Aunque eso debería aplicarlo yo también.
—¿Por qué? ¿Habrías escogido otra facción? Porque si es así, te puedes ir ahora—cierro los ojos un momento para procesar la información y me cruzo de brazos. No voy a ser una abandonada—. ¡Nos habéis escogido, ahora nosotros os elegimos a vosotros!—Perfecto final de discurso, sí señor.
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EATON [ DIVERGENTE ]
Narrativa generalePara mucha gente el día de La Ceremonia de Elección es sencillo. Para mí no lo es, sé que no puedo quedarme en Abnegación, pero no sé qué facción escoger que defina mi vida. Y por si fuera poco, a la gente como yo, los divergentes, nos persiguen. U...