—Sois impares, así que uno se quedará sin pelea hoy—mi hermano se aleja de la pizarra y nos deja la vista libre a todos. Abro bien los ojos al ver que el lado derecho del nombre de Tris está en blanco.
—Esto no es bueno—frunzo el ceño hacia Christina, Tris igual—. Me ha tocado con el Tanque.
Río cuando veo que señala a Molly, apodada Tanque por Chris ya que es bastante grande y tiene pinta de pegar fuerte. Desvío mi vista de nuevo a la pizarra para ver con quién estoy yo.
—Oh, no me jodas—mis palabras llaman la atención de prácticamente toda la sala, sobre todo de los instructores.
Tess-Peter
—¿Tienes miedo, iniciada?
Ni siquiera me molesto en desviar la vista hacia el idiota rubio que tenemos como instructor. No me molesto, me limito a ignorarle. Su enfado parece crecer, más que nada por su siguiente grito. Está claro que la mejor forma de cabrearlo es ignorarlo. Curioso.
—¡Tess contra Peter! ¡Al ring! ¡Ya!
Tris me lanza una mirada para animarme a luchar fuerte, Chris se limita a asentir, como si eso fuera a ayudarme. Igual se lo agradezco.
Veo bajar a Al y a Will de allí, que ni siquiera me había dado cuenta de que les había tocado juntos. Al se encarga de llevar a Will a la enfermería, ya que él ha resultado ganador. Pues bien por mi amigo, pero mal para mi otro amigo, supongo. Pobre Will. ¿Y por qué me lamento? Acabaré como él dentro de poco.
Camino hasta allí, donde mi hermano me espera, y el resto de los iniciados nos siguen para ponerse a nuestro alrededor. Cuando paso por el lado de Eric, me sujeta por el brazo y susurra:
—La próxima vez evita hablar mal a un líder.
La primera pregunta que se me viene a la mente es: ¿A cuál de todas las veces se refiere?
Frunzo el ceño y me quedo paralizada totalmente mirándolo. La segunda es: ¿Acaso es una especie de venganza?
Está claro que lo es.
Suelta el agarre que ejercía sobre mí y se cruza de brazos, mirándome con una sonrisa. No quito mi cara de asombro hasta que me encuentro en el ring frente a Peter y tengo que sustituirla por una de preocupación por mi salud.
—Es una pena lo que tengo que hacerte—dice colocándose en posición para atacar.
Joder, este chico nunca cierra el pico. Aunque también es cierto que, si hay una pelea que puedo ganar, es la verbal.
—Es una real pena que tu cara bonita vaya a ser destrozada por estos nudillos tan hermosos—ni siquiera yo me lo creo, pero solo por oír las risas de algunos y la cara de sorpresa de Eric, ha valido la pena, aunque no dura más de una milésima de segundo, ya que rápidamente la oculta por su habitual cara de indiferencia. Pero no la puede tapar, porque ya la he visto. Me lo guardo en un hueco de mi cabeza para más tarde.
—¡Empezad!
Vale, puedo hacerlo. Solo tengo que ser ágil y lanzar mis puñetazos lo más fuerte posible.
Intento atacarle con mi codo, pero solo toco aire y recibo un puñetazo directo a mi ojo de su parte. Me tambaleo y vuelvo a mi sitio con cuidado, intentando ignorar el dolor que mi ojo sufre por ese golpe.
Doy vueltas por el ring hasta que veo que se distrae (probablemente aburrido de mis golpes penosos) y le lanzo un puñetazo en las costillas. Consigo colocarme en frente suya y de una larga patada con mi pierna, le tiro al suelo. Rápidamente me coloco a horcajadas encima de él.
Pero mi suerte no dura más que unos segundos, porque me gira y acabamos con las posiciones al revés. Yo abajo, y él ahogándome con su pesado cuerpo. Intento quitármelo de encima pero ejerce más presión sobre mí.
—¡Termina ya la pelea, iniciado!-Insiste Eric.
Es entonces cuando Peter, con toda su energía, lanza un puñetazo tras otro a mi rostro, y yo cada vez me resisto menos, porque no tengo tiempo para procesar el dolor, cuando acaba uno, vuelve otro. Cuando estoy casi inconsciente, tanto que solo veo la figura de mi hermano con una expresión parecida a la preocupación en mi dirección, oigo la voz de Peter.
—No me caes tan bien como para dejarte ganar, estirada. Eres una pu...
Pero no permito que lo siguiente salga de su boca, porque me recuerda a Marcus y la furia se apodera fácilmente de mí. Igual que lo hice en la prueba de aptitud con aquel lobo, me quito a Peter de encima. Sin embargo, no es por supervivencia, sino por ira.
Ahora soy yo la que hace las manos puños, y con el rostro demacrado y el cuerpo dolorido, lanza puñetazos por todas partes a Peter. Cada vez que noto como su expresión se contrae de dolor, más quiero seguir, más fuerzas saco para continuar.
En un momento dado Peter libera una de sus piernas para lanzarme a la otra punta, lejos de él. Y me quedo en el suelo sentada, pensando que ya se ha acabado la pelea, pero me equivoco cuando Eric le exige en un tono cabreado a Peter que me remate. Mi ira no disminuye, al contrario, aumenta considerablemente. Hacia el rubio y hacia el ex veraz.
Alcanzo a ver cómo Cuatro le dice algo a Eric y él apresura más a mi contrincante. Si esa es tu idea de ayuda, hermanito, prefiero que te calles.
Se acerca a mí de pie, yo no me muevo, porque no puedo. Lo intento, porque mis ganas de golpearlo son intensas, pero mi cuerpo no me deja, cada vez que hago apenas un movimiento, un dolor horrendo se apodera de mí. Por no hablar de lo difícil que me es respirar.
—¡Venga, Tess!
La voz de Tris se oye lejana, pero la de Peter no.
—Despídete, zorra.
Y sea como sea, aguantando el dolor que amenaza con matarme, ruedo mi cuerpo y dejo a Peter con la patada en el aire. Cojo su pierna y aplicando toda la fuerza que me es posible, le tiro al suelo. Una vez ahí, mantengo mi pierna encima de su abdomen antes de soltar unas palabras que me saben a gloria:
—Despídete tú, imbécil.
Levanto mi pie y lo dejo caer en su rostro.
Bajo del ring sin permiso de nadie, y como puedo, me siento en uno de los banquillos que hay para los heridos. Lo único que consigue sacarme una sonrisa es ver cómo mi hermano tacha el nombre de Peter, al igual que estaba el de Will. Por lo menos puedo decir que he ganado. Pero, ¿a qué precio?
Los brazos me pesan, todo me duele, como si me acabaran de dar la paliza de mi vida. Y aunque haya ganado, tanto Peter como todos saben que realmente he perdido. Él no podía más por el último golpe con el que le he dejado inconsciente, pero la pelea era suya. Una pena, pero predecible.
Cuatro me observa desde lejos antes de girarse para observar la siguiente pelea. Estoy segura de que querrá decirme algo más tarde.
—¡Molly y Christina!
Me quedo mirando a mi amiga, que camina como yo anteriormente, con la cabeza alta, aún sabiendo que sus posibilidades son mínimas. Molly es mucho más robusta que ella. Pero yo he ganado, ¿no? Realmente no, pero el nombre que está tachado es el de Peter, no el mío.
Veo cómo Peter, recuperado (o más o menos, puesto que sigue medio inconsciente) rechaza la mano de ayuda de mi hermano de un manotazo y baja del ring todo indignado. Ni siquiera me molesto en lanzarle una sonrisa de suficiencia, dejarle en ridículo delante de todos ha sido más satisfactorio. Y doloroso.
Tris se acerca a mí lentamente y se estampa en mi campo de visión, impidiéndome ver a Chris.
—¿Estás bien?
Asiento despacio, mi cabeza duele un poco y si soy sincera, empiezo a ver un poco borroso...
—Creo que...
No consigo terminar la frase, porque me desplomo en el banquillo y caigo al suelo. Mis ojos se cierran con pesadez, pero alcanzo a oír lo que alguien dice.
—Llévala a la enfermería, Cuatro.
~ dadacub
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EATON [ DIVERGENTE ]
Fiksi UmumPara mucha gente el día de La Ceremonia de Elección es sencillo. Para mí no lo es, sé que no puedo quedarme en Abnegación, pero no sé qué facción escoger que defina mi vida. Y por si fuera poco, a la gente como yo, los divergentes, nos persiguen. U...