28. AL

494 44 5
                                    

Cuatro nos lleva por los senderos que rodean el Pozo. Escucho un par de conversaciones a mi alrededor, incluida la de Tris con Christina, pero no hago mucho caso.

Al cabo de un rato, llegamos a una sala enorme con muchísimos cristales. Tobías explica que es el lugar en el que haremos las simulaciones, donde han almacenado nuestros mayores miedos.

Estupendo.

Dice algo más de que en este caso sí que seremos conscientes de lo que está ocurriendo, pero la verdad es que yo lo he sido en todas las que he atravesado.

—El número de miedos que tengáis en vuestros paisajes irá variando según el número de miedos que tenga cada uno.

Perfecto, solo tendré cuatro. Irónico, ¿no?

—La semana que viene pasaréis lo más deprisa posible por vuestro paisaje del miedo delante de un tribunal de líderes de Osadía. Será la prueba final, la que determinará la clasificación de la tercera etapa. La tercera es la que más se valora de todas.

Lo que mi cerebro procesa es: delante de Eric. Me muerdo el labio y me obligo a mí misma a seguir prestando atención.

—Tenéis dos formas de superar la simulación: calmaros lo suficiente como para que tengáis un pulso tranquilo, o superando el miedo.

Dudo mucho que pueda superar un miedo en concreto.

Peter dice algo sobre justicia y alcanzo a ver cómo Cuatro le contesta algo en ese tono de voz asesino que aprendió a usar en Osadía. No me molesto en ver la respuesta del exveraz, solo camino fuera de este sitio.

Tris anda a mi lado sin decir nada. Tampoco es que haga falta. De todas formas, no aguanto mucho sin soltar lo que estaba pensando.

—¿Entonces mi hermano y tú...?

No me ha pasado desapercibido la mirada de Cuatro al ver a Tris agarrada del brazo de Will por cinco segundos. Como tampoco la de ella cuando él ha amenazado a Peter.

—No sé...creo que sí, pero no lo sé.

Es la respuesta más extraña y más comprensible del mundo.

—Ya...pues yo creo que sí.

Por lo menos, veo reciprocidad por ambas partes.

—¿Y tú con Eric?

Esta sí que es complicada.

—Tampoco lo sé. Parece que sí, pero luego parece que no.

Nos besamos, me trata raro. Nos ponemos a luchar entre nosotros por una batalla que nadie le ha declarado a nadie y luego nos ignoramos. O no nos cruzamos pese a que estamos casi en el mismo sitio todo el rato.

—¿Qué es lo que quieres tú?

A él.

—Pasar la iniciación sin tener una bala en la cabeza—contesto en lugar de hacer caso a lo que mis pensamientos me dicen.

Ahora mismo lo más importante es no morir. Si lo hago, ¿qué más dará si quiero o no quiero estar con Eric?

Tris parece que piensa igual que yo porque no dice nada y continuamos caminando sin insistir en ninguno de los dos temas. Pese a que nos secuestraron e intentaron matarnos siento este paseo de una forma mucho más tranquila que los demás. Es como si me estuviera adaptando a estar aquí. A formar parte de algo.

O al menos así era hasta que hemos llegado a los dormitorios y Al ha detenido a Tris cogiéndola del brazo. Me he visto a mí misma por acto reflejo empujándolo lejos de nosotras, aunque ha tardado menos de un segundo en volver a acercarse.

EATON  [ DIVERGENTE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora