15. CUCHILLOS

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La mañana siguiente, tanto Tris como yo llegamos juntas a la sala de entrenamiento, muy puntuales. Digamos que no me aguanto los bostezos, el cansancio está en mí. El día de ayer fue largo, exageradamente largo.

Observo que hay un enorme blanco en el extremo de la sala y justo al lado de la puerta, una mesa llena de cuchillos. Entrenar lanzando cuchillos a una pared…genial. Justo lo que me apetecía hoy cuando me he despertado. Perfecto para quitarme el sueño: unos cuchillos.

Eric está en el centro del cuarto, tan tieso como si todo su cuerpo fuese hierro. No soy la única que lo piensa por el comentario que hace Tris al verlo.

—Parece más tenso de lo normal—dice como si nada, mirándome. ¿Cómo le digo que ayer me besé, (bueno, me besó él) con el líder? No es el momento, aquí en este lugar lleno de gente, pero no puedo no decir nada cuando ella sabe que hay algo más.

—Luego te cuento.

Alza una ceja, pero lo deja estar. Sabe que no es muy buena idea hablar nada delante de los demás. Absolutamente nada.

—Mañana será el último día de la primera etapa—dice—, entonces volveréis a luchar—miro a mi mejor amiga y ella me devuelve la mirada. Espero que no volvamos a caer en las puntuaciones con lo que hemos podido remontar con nuestra última pelea y el juego de la bandera—. Hoy aprenderéis a apuntar. Que todo el mundo elija tres cuchillos—voy a la mesa, que está literalmente a mi lado y cojo seis. Tris y yo nos los repartimos sin darle demasiadas vueltas—. Y prestad atención a la demostración que os hará Cuatro de la técnica correcta para lanzarlos.

Ninguno nos movemos, supongo que estamos demasiado acostumbrados a que Eric grite algo, justo como hace al vernos a todos quietos.

—¡Ya!

Chris aparece a nuestro lado y las tres vamos cada una a un lugar. Nos colocamos en serie, una al lado de la otra.

—Hoy está de mal humor—masculla Chris.

—¿Y cuándo está de buen humor?—Contesta Tris, susurrando también. Sonrío un poco, solo un poco.

—Creo que podría saber porqué.

Ellas me miran, pero solo lo dejo caer. Será mejor contarlo luego. Y, por alguna razón, quiero hacerlo con ellas. Me apetece comentarlo con alguien. 

Al ver cómo mira mal a Cuatro, también se me ocurre otra posibilidad. Puede ser que, simplemente, tenga el orgullo herido porque ayer le ganamos en el juego de capturar la bandera. Y le ha vuelto a ganar en algo Cuatro. Auch, Eric.

Observo cómo lo hace Tobías. Lo hace ver fácil, pero no me engaño a mí misma. La postura puede afectar mucho al tiro, por más que tengas muchísima puntería.

—¡En fila!—ordena Eric.

—¡Creo que la estirada se ha llevado demasiados golpes en la cabeza!—comenta Peter, que está bastante lejos de nosotras. Empiezo a pensar que me parezco un poco a él, pero solo porque nunca me callo. Mi ego no podría soportar parecerme a él de alguna otra forma—. ¡Oye, estirada! ¿Se te ha olvidado lo que es un cuchillo?

Observo a Tris un momento, igual que sé que están haciendo ambos instructores. Ella practica sin tirar el cuchillo, solo el movimiento en el aire. Buena idea, Tris. Cuando lo lanza, no se clava, pero es la única persona de las que han tirado que ha dado en el blanco.

—Oye, Peter, ¿se te ha olvidado lo que es un blanco?

No puedo evitar reírme, y Chris también. El lanzamiento de Christina da en la tabla, aunque un poco más desviado que el de Tris.

EATON  [ DIVERGENTE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora