18. TRASLADADOS

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Me encuentro a Tris cuando vuelvo a los dormitorios, cosa que me resulta rara, porque ella estaba hablando con su madre tranquila y sonriente como todos los demás en el Pozo.

Que no se te note la envidia.

—Ey, ¿no estabas con tu madre?

No dice nada mientras me coge de la mano y me lleva hasta su cama. Comprueba un par de veces que no hay nadie mirándonos y me susurra al oído. Sé que es importante por la tensión en sus hombros, y bueno, por su expresión. Me es fácil leerla; la conozco demasiado.

—Sobre eso quería hablarte, mi madre era de Osadía.

—¿Qué?

¿Natalie era de Osadía? No me cuadra nada, ¿en qué momento alguien de Osadía podría cambiarse a Abnegación? Quiero mucho a mi antigua facción, pese a sus evidentes defectos, pero es extraño. Y más la madre de Tris, que es…no sé, pero nada que ver con Osadía. ¿No? Ahora estoy dudando.

—Sí, no sé, no me ha dado muchos detalles. Básicamente, me ha advertido de que tengamos cuidado con la segunda fase. Las dos—especifica. Bueno, supongo que su madre sabe que también soy divergente. No me preocupa, hay más probabilidades de que Marcus me delate a que lo haga Natalie. 

—Pasaremos el corte, ¿no?—Comento ignorando su tema de conversación. Sé que es importante, pero obviamente no tiene nada más que decir sobre eso y esto también me preocupa.

—Estos últimos días lo hemos hecho bien, ¿no? Eric nos ha felicitado, supongo que al menos a la segunda fase sí pasaremos.

Sonrío.

—Pasaremos. Pero por si acaso, hagamoslo bien mañana en ese estúpido entrenamiento.

Casi se me olvida. ¿A las cinco de la mañana? Me da dolor de cabeza solo de pensar en el madrugón.

—Por supuesto. Además, tiene algún rollo contigo, está claro. Menudas miradas te da—hace una sonrisita como las mías cuando quería sacarle algo a Cuatro sobre ella, así que me limito a contraatacar.

—¿Y tú con Cuatro qué, eh? ¿Te crees que no me he dado cuenta de eso?—Cómo para no hacerlo, ni Will y Christina son tan obvios. Y ellos son muy obvios.

Se sonroja casi de inmediato y eso me provoca una carcajada. Nunca pensé verla así. Bueno, ni ver a Tobías así. En verdad me pegan bastante. ¿Cómo es que nunca lo pensé? 

—Es raro, pero…bueno, da miedo, pero parece que intenta ayudarme.

—Pretende hacerlo, créeme. A su manera—que es mucho más normal que la del rubito. Sin ninguna duda.

—¿Y qué tienes tú con Cuatro? Os he visto hablar más de una vez a escondidas.

Me río. Sabía que Tris estaba a punto de averiguarlo.

—Tú siempre tan observadora, ¿eh?—Niego con la cabeza, aún sorprendida de que ella y yo nos encontremos aquí, hablando sobre todo esto—. Es mi hermano.

Si se podía estar más sorprendida que yo cuando me ha dicho lo de su madre, es ella ahora mismo.

—¿Qué? ¿Todo este tiempo has tenido un hermano y no me lo dijiste?

Bueno, estaba demasiado dolida con él por haberse marchado. Y sentía que hablar sobre él con alguien era darle más importancia de la que debía tener. Tenía demasiado dolor como para procesarlo. Tampoco es como si Marcus me hubiese dado tiempo.

—Nuestra relación se volvió nula cuando se trasladó a Osadía—resumo. Ya le contaré más detalles cuando tengamos más tiempo—. Por cierto, ¿te imaginas cómo debió ser para él la iniciación? Mira cómo nos tratan a nosotras por ser las estiradas, y él era el único.

EATON  [ DIVERGENTE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora