33. MARATÓN 3/3

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He dormido como hacía días que no dormía. No sé si por la conversación que tuve con Eric, que de alguna forma me dejó más tranquila, o si es simplemente por puro cansancio.

A pesar de todo lo que ha pasado en estos últimos días, y que Eric haya tenido que estar en algunas simulaciones mías y con Cuatro, creo que estoy bien. O al menos me siento protegida. Mi hermano me enseñó lo justo para tapar mi divergencia en las simulaciones y creo que lo logré a la perfección. Eric no puso ninguna cara rara, así que no creo que sospeche nada. Y mis tiempos siguieron siendo igual de buenos que los anteriores.

Mi sueño ha sido, exactamente, cuatro horas. Pero me atrevería a decir que han sido las mejores cuatro horas de toda la semana. Dormir siempre me proporciona una paz que nada más lo hace.

Eso ha sido hasta que Tris me ha levantado. Todos estaban ya despiertos y vistiéndose.

Noté una mirada puesta en mí y alcé la cabeza para identificar al culpable. Peter me estaba mirando con su típico aspecto de asesino nato. Lo odié. Y también lo ignoré.

Me vestí y seguí a mi amiga al comedor. No es que me apeteciera comer mucho, pero me parecía que el día iba a ser igual de duro que los anteriores, así que me obligué a hacerlo.

Luego todos nos dispersamos y ella me llevó hasta un rincón bastante alejado. Cuando la vi asegurarse de que no había cámaras y de que nadie nos estaba mirando, sabía que se trataba de algo importante. De nuestra divergencia seguramente.

—Tris, ¿qué pasa?

—Me viste ayer salir por la noche, ¿verdad?

Asentí. Nos conocemos lo suficiente como para perder el tiempo negando algo que las dos sabemos.

—Fui con Cuatro. Me quería enseñar algo—cuando comenzó a susurrar tuve que acercarme a ella para escucharla bien—. Erudición ha estado trayendo cosas aquí. Cuatro cree que quieren acabar con el gobierno.

—¿Qué? ¿Con Abnegación?

—Con toda la facción, Tess—algo en mi interior me provoca escalofríos—. Creemos que quieren usarnos.

Pero, ¿qué?

—¿Y cómo? 

—No tengo ni idea, pero no tiene buena pinta.

—No, desde luego que no.

Quise preguntarle cómo es que Tobías le dijo esto a ella y no a las dos, pero no me dio tiempo. Max gritó que la prueba final estaba a punto de comenzar, así que caminamos hasta las sillas donde teníamos que esperar nuestro turno.

Nos informaron de que iríamos según nuestros puestos de la clasificación actual, así que yo era la última y Tris la penúltima. Las dos nos sentamos juntas hasta que la tocó a ella.

—A por ello. Si alguien puede, eres tú.

—Las dos podemos.

Me dio un último apretón de manos y se levantó para ir hasta la silla de la prueba. 

Y así es como me encuentro ahora. Viendo a mi mejor amiga pasar por las simulaciones, jugando con mis dedos de los nervios que cada vez se incrementan más.

Eric, Max y los demás líderes están pendientes de ella y de cómo lo está haciendo. Yo estoy más pendiente del reloj y de cómo va su pulso. Tampoco es que alcance a ver mucho desde aquí.

Cuando acaba, Eric le dice que ha superado su prueba con éxito y yo suelto un suspiro de alivio. La tensión desaparece de mis hombros cuando veo a Tris salir de la sala y dedicarme una sonrisa. 

EATON  [ DIVERGENTE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora