Capítulo 19.

4.5K 445 139
                                    

—¿Ya estas bien? —le pregunté a Ivan cuando salió del baño y se acomodó en mi cama para dormir.

Pilar y Rodrigo están acostados abajo en la cama nido. Como es más chiquita a ellos no les molesta dormir pegados.

—No me hables —murmuró.

Me reí por lo bajo.

—¿Qué fuiste a hacer al baño? —interrogué mirándolo.

—Nada. —Dio media vuelta dándome la espalda.

Ya se que no hizo nada, solamente quería molestarlo.

—Buenas noches, estúpido —susurré.

No hubo respuesta de su parte.

(...)

Me desperté por el calor que emanaba Ivan.

Me da asco dormir con otras personas justamente por estas cosas.

Lo miré con asco y pude notar como una gota de sudor se deslizaba por su frente.

Un quejido brotó de sus labios y una lágrima se arrastró por su mejilla.

¿Está teniendo una pesadilla?

Resoplé sin saber que hacer.

—Ivan —susurré tocando su hombro —. I... —Su mano tomando la mía de repente hizo que pare de hablar.

Me asustó.

A pesar de eso todavía parece estar dormido. Arrastró mi mano hasta su pecho y la abrazó.

Puedo sentir como su corazón palpita acelerado.

Suspiré y me acomodé adaptandome a la situación para poder seguir durmiendo.

Es eso o meterle un cachetazo para que se despierte.

La próxima que duerma con Rodrigo así se abrazan y lo consuela.

Yo no tengo tiempo para esto.

Cerré los ojos volviéndome a dormir.

(...)

—¡El flash, imbecil! —Escuché que chilló Pilar.

—Para, cerra el orto —ordenó Rodrigo.

Con paja intenté acomodarme mejor en el lugar tan cálido.

—Ay, no, Emilia tiene el sueño re liviano —informó aterrada mi amiga.

Abrí los ojos y miré a los dos con cara de culo.

—¿Qué mierda hacen? —interrogué.

—¿Vos que haces? Sin vergüenza —acusó Rodrigo.

—¿Por qué...?

El leve quejido de Ivan hizo que me rescate.

Miré a mi costado viendo como el bambi dormía abrazado a mí. Volví a mirar a Pilar con cara de asustada.

—Sacamelo —rogué haciendo que se ría.

—Dormías muy cómoda igual, eh —aclaró haciendo que yo niegue con la cabeza.

—Que no. —Rodrigo me mostró una foto en su celular.

—Esa no soy yo. —Aparté el celular.

Volví a mirar a Ivan y lo empujé para separarlo.

—Ahia —se quejó por lo bajo.

Dio media vuelta, abrazó una almohada y siguió durmiendo como si nada.

Bullying; Spreen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora