Capítulo 29.

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—No tiene sabor esta cosa —critiqué su mezcla de cupcakes.

—Viste que sos una forra. —Tiró la espatula adentro del bol ofendido.

—Pero se puede arreglar —intenté aligerar lo que dije.

—No, ahora ya esta. —Se sentó en una silla enojado.

Escanee lo lindo que se veía con el delantal y su cara de berrinchudo.

Me acerqué hasta él entretenida y me coloqué entre sus piernas.

Levantó su mirada dudoso.

—Salí —ordenó intentando hacerse el enojado.

—Se puede arreglar —repetí agachandome para dejar un beso en la comisura de sus labios.

—Me ofendiste. —Tomó mi cara entre su amplia mano y me separó.

—Antes no eras tan caprichoso, te juntas mucho conmigo —comenté divertida.

—Te tendría que haber mandado bien a la mierda ¿no? —inquirió elevando sus cejas.

—Puede ser. —Acerqué mi cara, a pesar de que él todavía la rodeaba con su mano, y rocé su mejilla con mi nariz —. Ya es un toque tarde me parece —dictamine.

—Que lástima. —Sonrió con malicia.

—Que malo —esta vez me quejé yo y enderece mi cuerpo para separarme.

—Mentira —aclaró levantándose.

Agarré el bol de Ivan y arreglé la mezcla insípida, ignorandolo.

—No se puede hacer ni una jodita, loco. —Chasqueo la lengua enojado.

—No, no podes. —Puse la mezcla en los moldes.

Escuché como resopló posicionándose al lado mio.

—Le vas a tirar tu mala onda y no van a salir bien —comentó mirando la bandeja.

—Si salen mal solamente puede ser por tu culpa —recriminé agarrando la bandeja.

—Yo hice lo que vos me dijiste, seria por tu culpa —discutió.

—Vos sos un mal alumno.

Abrí el horno y metí la bandeja.

Me pareció extraño no escuchar a Ivan contradecirme.

Di media vuelta y lo agarre sacándome una foto.

Levanté mi ceja interrogante.

—Es para Pili —se excusó guardado el celular.

—Seguro que si —dije sarcástica.

—Posta te digo, déjame tranquilo —dijo perseguido.

Desató el delantal y se lo sacó.

—Obvio, obvio. —Asentí imitando su acción.

—Emilia —se quejó haciendome reír.

—Yo también quiero una foto tuya entonces —pedí buscando mi celular —. La única foto que me mandaste fue con la otra put... tu compañera —me retracte.

—Yo no la invité a la foto —aclaró.

—Ah, no, pero la invitaste al cine, estúpido —recordé resentida.

Agarré mi celular y procedí a limpiarle la cámara.

—Tampoco la invite —contestó en voz baja.

—Pero no te negaste. —Rodé los ojos.

Bullying; Spreen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora