—Emilia... —balbuceó en voz baja.
—¿Qué? —Levanté una ceja divertida.
—A tu amiga le esta por agarrar algo —avisó deshaciéndose de mi atención.
Pilar estaba casi hiperventilando por mi confesión.
—Esa no me la esperaba —dijo Rodrigo igual de impactado.
—No dije nada raro. —Me encogí de hombros.
—Viniendo de vos es lo más raro que te escuche decir —dijo Pilar cuando se recuperó.
—¿Si? —Fruncí el ceño.
—Si —afirmó junto a Rodrigo.
Sonó la campana dándonos a entender que nuestro receso había terminado.
—Nos vemos después —me despedí de Ivan con una sonrisita.
—Nos vemos —susurró.
Antes de levantarme, incliné mi cuerpo hacia él y dejé un beso en su mejilla.
—Chau, enano —saludé a Rodrigo con la mano y nos fuimos.
—La cara de Ivan es un tomate —susurró Pilar.
—Capaz me zarpe un toque. —Acomodé mi pelo mientras íbamos de camino a nuestro salón.
—¿Te puedo pedir algo? —susurró un poco más seria.
La miré con atención.
—¿Qué?
—No lo lastimes, Emilia —pidió —. Él es muy diferente a lo que estás acostumbrada —explicó con preocupación.
—¿Por qué te lo estas tomando tan en serio? —Frunci las cejas —. No me voy a casar con él —aclaré.
—Entonces no lo ilusiones, amiga —pidió.
¿Cómo alguien puede ilusionarse por tenerme a su lado? Eso es imposible.
No quiero complicar las cosas, pero si Ivan me gusta y él me da indicios de que le gusto, no esta mal que quiera algo más ¿no?
(...)
—¡Noche de chicas! —gritamos Pili y yo al unísono.
—¡Yupii! —Rodri se nos unió.
—Yo no soy gay —soltó Ivan sentadito en su lugar.
Tan lindo y tímido que es, pero cuando agarra confianza dice unas cosas que mamita.
—Lo vas a hacer igual y lo sabes. —Le guiñé un ojo.
Él negó con la cabeza divertido.
Después de habernos lavado la cara nos sentamos en rondita viendo que nos hacíamos primero.
—Esta es nueva. —Abrí el pote de mascarilla de arcilla.
—Ay re linda. —Pilar la inspeccionó —. Empecemos con esta. —Se acercó a Rodrigo para ponerle.
Mientras tanto agarré unas vinchas para sacarnos el pelo de la cara. Ahora con el flequillo las uso más que nunca.
Le extendí una a Ivan y él la acepto a regañadientes.
—Yo te pongo —le ordené a Ivan sin aceptar quejas.
Agarré contenido del pote con la espátula y se la extendí por toda la cara.
Ivan cerró los ojos prácticamente entregándose a mí.
Sonreí mientras admiraba su lindo rostro.
—Que bonito —susurré casi inaudible.
—¿Qué? —Ivan abrió los ojos.
—¿Qué? —repetí confundida.
—Ah, nada, pensé que dijiste algo —le restó importancia.
—Flashaste. —Cubrí su mentón con arcilla —. Ya estás. —Sonreí conforme.
—¿Querés que te ponga? —se ofreció.
—¿Se la querés poner? Sos re zarpado, gato —Rodrigo lo molestó.
—A tu vieja se la quiero poner, pedazo de estúpido. —Le revoleo algo en la cara.
—Mi vieja no se deja con cualquiera. —Le devolvió el golpe.
—Yo no soy cualquiera, ya me conoce la puta, nos vemos todas las noches. —Sonrió con malicia haciendo que me ría por lo bajo.
—Que pendejo atrevido de mierda —se quejó Rodrigo.
—Si quiero que me pongas, Ivan —exigí llamando su atención.
A este paso voy a tener la mascarilla menos tiempo que ellos y no va a hacer el mismo efecto.
Todos se quedaron en silencio haciendo que ponga mi atención en Ivan.
Tenía parte de su cara escondida detrás de su mano cerrada con vergüenza. Aunque no se vea el color de su piel, se que esta colorado.
—¿Qué? A la mascarilla, dale. —Lo apuré.
—Voy —susurró intentando recuperarse.
—Voy yo. —Apoyé mi cabeza en sus piernas cruzadas como indio y cerré los ojos para que me aplique la arcilla.
Sentí que algo rozó mi cara, pero era muy suave y cálido como para ser la mascarilla.
Abrí levemente los ojos.
—Perdón. —Se disculpó Ivan alejando su mano de mi rostro y buscando la espátula.
—No pasa nada, podes tocar —susurré sabiendo que mi piel es mil veces mejor que la de cualquiera.
Ivan se aclaró la garganta y empezó a esparcir la arcilla por mi cara.
Se siente muy bien.
Pilar se dio cuenta que estaba en mi momento máximo de relajación así que sentí como puso dos rodajas de pepino en mis ojos.
—Vos también —dijo Pilar.
—Ah, si. —Sentí los movimientos suaves de Ivan.
Nos quedamos así veinte minutos hasta que nos tuvimos que retirar la mascarilla.
—¿Nos hacemos esta? —propusó Rodri agarrando la peel off negra.
—Esa te va a hacer ver las estrellas, wachin —advertí haciendo que se rían.
—Me encanta lo tierna que se ve usando esa jerga —dijo el novio de mi amiga.
—Esta re curtida igual —Ivan me halagó.
—Obvio él la tenia que defender —se burló Pilar.
—¿Defender de qué? Cerra el orto —ordenó el ojitos de bambi.
—¿Vas a dejar que le hable así a tu mujer, Rodri? —metí cizaña.
—Deja de buscar pelea, vos. —Ivan me empujó.
—Vos sos igual, que te haces. —Le devolví el empujón.
—Pero no te pongo en contra de tu mejor amiga.
—¿Cómo qué no? Forro mentiroso.
Seguimos peleando hasta que nos agarramos a los almohadazos entre todos.
—¡Ay! —gritamos cuando las plumas salieron volando por todas partes.
—Noo, que desastre —me quejé.
—Sos re bruto, eh. —Escuché que le dijo Rodrigo a Ivan.
—Yo no fui —se excusó.
—Ahora te pones la mascarilla negra por toda la cara. —Lo señalé amenazante.
—Bueno —aceptó sin rechistar.
—¡Si! —Salté emocionada olvidando todo el desastre.
—Mi amiga la menos tarada —acotó Rodrigo.
—Vos solamente mira —aconsejó Pilar.
—Vení, amor. —Extendí mi mano en dirección a Ivan.
Él la agarró y lo llevé a sentarse nuevamente sobre las mantas y almohadones.
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Bullying; Spreen
FanfictionEmilia se encuentra con un chico siendo golpeado. Cuando sus ojos se cruzaron le recordó al adorable y tierno "Bambi" por lo que ella no pudo evitar ayudarlo. Las cosas se complican cuando su amiga se enamora del mejor amigo de Ivan y este último pa...