Bullying; Spreen

Capitulo 40.

Un año y medio después.

Desde aquel día no volví a ver a la luz de mis ojos.

Unos días después de lo que pasó Ivan intento buscarme, pero yo me negué a hablar con él.

Mi cabeza había colapsado.

No estaba preparada para los sentimientos tan fuertes que Ivan me obsequió con todo su amor.

Me alejé de él y de todos por meses para cumplir mi objetivo, para sanar.

Si algo me quedó claro es que una persona no cambia de la noche a la mañana por más que intente autoconvencerse de eso.

Nada ni nadie logra cambiar a una persona de un día para el otro, no importa cuanto amor haya.

Con la mente todavía nublada, me anoté en la universidad más lejana de nuestra ciudad para estudiar fotografía. Abandoné completamente las pinturas.

Quería alejarme de todo lo que me recordaba a él.

Deseaba no arrepentirme de mi decisión y haber hecho lo correcto.

Sé que no fue la mejor forma de hacerlo, pero tampoco me equivoqué.

Soy una nueva persona ahora.

—¿Empezaste el curso de repostería? —consultó Pilar mientras caminábamos por el shopping.

—Si, aprendí una banda de cosas —comenté emocionada.

Empecé a contarle más en detalle las clases que había tomado.

—¿Ese no es Ivan? —Pilar me empujó cortando mi explicación.

Ugh, ese nombre.

Levanté la mirada y me encontré con él.

Mi mundo se paralizó cuando vi su sonrisa.

Lo escanee de pies a cabeza sintiendo como mi pulso se aceleraba.

Mi corazón salta emocionado en mi pecho.

Esta sacándose fotos con sus fans.

Sé por Pilar que él y Rodrigo pudieron cumplir sus sueños.

Sé que ahora todos los que se burlaban quieren ser sus amigos.

La única que se alejó fui yo.

Me alejé por la culpa de mi egoísmo y ahora que recapacite lo puedo ver más claro que nunca.

Lo dejé a Ivan cuando él me confesó que estaba enamorado de mí.

La idea de tener que sentir lo mismo que él me aterró.

La idea de tener que amar a alguien con tanta intensidad y compromiso se me hacia imposible.

La idea de equiparar el amor que me tengo a mi y a mi papá con un ser que conocía hace meses se me hacía irreal.

Hice todo mal.

—Vamos a saludarlo —dijo Pilar consumida por la alegría.

Tragué saliva nerviosa.

Ella y Rodrigo siguen juntos, por lo que Ivan se convirtió en su nuevo mejor amigo.

Cuando me enteré sentí lo que nunca había sentido. Me sentí reemplazable.

Sin embargo, Pilar nunca se alejó completamente. Siempre quiso mantenerme en su vida por algún motivo que desconozco.

Los primeros meses no quería saber nada de ella, pero terminé cediendo.