Capítulo 38.

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Últimos días de noviembre.

—¿Vamos a la costa de vacaciones? —preguntó Rodrigo a penas se sentó con nosotras.

—¿Qué vacaciones? Primero tenes que aprobar todo, pelotudo. —Ivan procedió a darle un saque en la cabeza —. Hola mi amor. —Se sentó al lado mio y me abrazó.

—Mi amor —repetí embobada dejandole besos en los labios.

—Ya los perdimos —murmuró Rodrigo al vernos metidos en nuestra burbuja —. ¿Y vos rubia, andas ocupada? —le preguntó seductoramente a Pilar.

Por más que lo intente es imposible alejarme de ella.

No forma solamente parte de mi vida y no me puedo desligar de ella sin desligarme primero de Ivan y Rodrigo.

Le tome mucho cariño a esos dos.

—Hoy es nuestra última semana, el fracasado de Rodrigo va a tener que venir hasta diciembre —me burlé.

—¿No van a venir a hacerme la segunda? —dijo desilusionado.

—Yo si —contestó Pilar dándole un beso.

—No hace falta que vengamos entonces —refutó Ivan —. ¿Qué queres hacer esos días mientras? —Me miró entretenido.

—Con vos cualquier cosa, lindo. —Apreté sus mejillas.

—¿Hacen planes mientras yo voy a sufrir? —Rodrigo se quejó.

—Si queres te doy todas mis carpetas, con eso aprobas —aseguré.

—Uh, dale —contestó más animado —. Con lo tarada que pareces saliste abanderada, tengo que confiar. —Asintió haciendo que le pegue una patada.

—Encima que te ayudo —hablé entre dientes.

—Mentira, amiga, te amo —lloriqueó el enano —. Voy a darlo todo para que vayamos de vacaciones juntos.

—Mi papá tiene una casa en una playa del sur, si quieren podemos ir ahí —propuse.

—Ay, si, esa playa parece el Caribe. —Pilar asintió.

—Yo iba a decir para ir a Villa Gesell, pero me sirve —el enano estuvo de acuerdo.

—Yo voy a donde me lleves —me hizo saber Ivan mientras me abrazaba empalagosamente.

(...)

Recibimos los primeros días de vacaciones con emoción.

Todos menos Rodrigo, jaja, re fraca.

Últimamente paso más tiempo en la casa de Ivan que en la mía.

Su familia me cae bien, son entretenidos.

—¡En el West están vendiendo la del quavo! —Canté saltando con el parlantito en la mano.

—Guarda, estúpida —dijo Ivan mirando el otro monitor.

¿Qué enfermito tiene dos pantallas para jugar? Solamente mi amor Ivan.

—Ay —exclamé cuando me tropecé con la alfombra —. Y a mi puta díganle que si la quiero —canté por lo bajo entre quejidos.

—Es mi amiga, chat —explicó Ivan.

—¿Amiga? —Me levanté como si hace dos segundos no estuviera agonizando en el piso —. No soy solamente su amiga —aclaré mirando el chat.

Ivan se animó a seguir haciendo lo que lo atormentó toda su vida escolar, pero que al mismo tiempo era su mayor sueño.

Como ahora ya no tiene que volver a ver a esa manga de subdesarrollados, tuvo la valentía de dejar sus traumas atrás.

Sus streams tomaron bastante relevancia en poco tiempo.

La escena de twitch era bastante monótona y la gente se aburría. Ivan llegó con sus ideas, una más rara que la otra, y a la gente le encantó.

—Marquitos, hijo de puta, te fuiste baneado —avisó Ivan antes de betarlo.

—¿Qué dijo? —Fruncí el ceño.

—Dijo que estabas re buena —murmuró.

—Pero... —Me reí —. Esta bien. —Asentí —. A esa puta también baneala. —Señalé un comentario en el chat.

Tirarle un chamuyo a mi hombre en frente mio tiene que ser denunciable.

—Para, pelotudo. —Ivan se quitó los auriculares permitiendome escuchar los gritos molestos de Rodrigo.

—¡Eh, la concha de tu madre! —grité en el micrófono para molestarlo.

Ivan se rió.

—Con ese le rompiste el oído a los viwers, no a Rodrigo —informó.

—Uh, perdón. —Fruncí mis labios arrepentida.

—Rodrigo pollera de mierda, salí de tu casa sin tu novia, forro —lo bardee.

—Pendeja puta, vos salí de la casa de Ivan, conchuda —discutió.

—Amor —me quejé por lo bajo.

—No le des bola. —Dejó un beso rápido en mis labios.

—Me voy. —Despedí al chat con la mano.

Unas horas más tarde Ivan apareció iluminandome con su carita hermosa.

—Hola. —Lo admiré embobada.

—Hola. —Tiró su cuerpo encima del mío —. ¿Me extrañaste? —Besó mi mejilla.

—Mucho. —Asentí rodeándolo con mis brazos.

—Yo también. —Sonrió observando mis ojos.

—¿Cómo te fue en el stream? —cuestioné con curiosidad.

—Re piola, rompiste mi ship con Rodrigo. —Rió.

—No, mal ahi. —Hice un puchero —. A mi me gustaba el shippeo —admití.

Me la pasaba viendo tiktoks de eso.

—No. —Arrugó las cejas —. A mi solamente me gusta que me vean con vos. —Acarició mi mentón.

—¿Si? —Sonreí acariciando su espalda.

—Te quiero a vos. —Besó mis labios.

Quiero que estés al lado mio, Ivan.

¿Pero que voy a hacer si no funciona?

Es egoísta retenerte a mi lado sin haber aclarado nada.

—¿Estás seguro? —consulté en voz baja cuando nos separamos.

—¿Seguro? —Levantó sus cejas sorprendido —. ¿Tengo que dudar de algo que tenga que ver con mis sentimientos? —Deslizó su dedo pulgar sobre mi labio inferior —. Sé muy bien lo que siento por vos, Emi.

Te admiro mucho.

Desearía poder ser como vos.

Cada día que pasa tu luz se vuelve más fuerte, intimidandome.

Bullying; Spreen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora