Juego del destino

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El chico alado llegó a la ciudad de Musutafu y se dirigió al centro para su encuentro con la heroína conejo, Mirko.

Al llegar se posó en el edificio más alto, a la espera de su amiga.

Mientras tanto, Mirko se dirigía al centro saltando por las azoteas, a lo lejos diviso una mancha amarilla con rojo y supo que ahí se encontraba su amigo.

A la heroína se le ocurrió llegar sigilosamente a dónde se encontraba su amigo y darle un pequeño susto aprovechando que se encontraba de espaldas.

Llegó sin hacer ningún solo ruido y se acercaba a Hawks lenta y silenciosamente. Ya se encontraba justo a su espalda...

Sintió que algo la tiraba de la ropa y la elevaba, miro hacia lo que fuera que la había levantado con tanta facilidad y vio una pluma roja de tamaño considerable, guío su vista a su amigo el cual la miraba con una sonrisa burlona.

Hawks: ¿Que pretendía mi querida amiga?.

Mirko: Hola, yo también te extrañe pájaro mal educado.

Hawks: rueda los ojos - Lo lamento. Hola señorita Mirko ¿Cómo va su día? - dice en un tono elegante pero juguetón.

Mirko: Así me gusta. Mi día a estado excelente ¿Que tal el de usted? - contesta con el mismo tono que uso Hawks.

Hawks: Un poco aburrido la verdad, espero que esta reunión ayude a cambiar eso. Dejando eso de lado ¿Qué planeabas? ¿Asustarme? ¿Sorprenderme?, sabes muy bien que con mi quirk puedo sentir cuando alguien se acerca, es imposible que me tomen por sorpresa.

Mirko: Algún día deberás estar lo suficientemente distraído y lo voy ha lograr.

Hawks: Lo dudo mucho.

Mirko: *tch* Bueno, me piensas bajar de aquí ¿Sí o no?

Hawks: Lo había olvidado jajaja - el alado baja con cuidado a su amiga - ¿Seguimos con la charla? - dice mientras se sienta en la orilla de la azotea.

Mirko: Está bien - se sienta junto a él.

Y así ambos amigos comienzan una animada charla.

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Ya era casi la una de la tarde y las clases de Fuyumi estaban por terminar.

Fuyumi: Bueno chicos, como todos hicieron un excelente trabajo les tengo una sorpresa - luego de esas palabras saca del cajón el paquete que escondió ahí esa mañana y se lo muestra a sus alumnos.

Las miradas de los niños se iluminaron.

Alumnos: ¡¡¡Chocolates!!!.

Fuyumi: Sí. Formense en una sola fila del más pequeño al más grande y les entregaré 2 barras de chocolate a cada uno.

Los niños obedecieron a la perfección y no tardaron mucho en recibir su recompensa por ser tan buenos alumnos.

No era la primera vez que Fuyumi les traía algun premio por buen comportamiento a sus alumnos, era algo que le gustaba hacer tomando en cuenta que sus alumnos siempre eran los más tranquilos y educados, y pensar que al principio del curso eran unos pequeños revoltosos. Pero gracias a su método de recompensar a alumnos de buen comportamiento los pequeños revoltosos cambiaron.

La maestra albina fue ha despedir a sus alumnos a la entrada como de costumbre hacia para poder cuidarlos, cuando vio a un hombre, que jamás había visto, acercarse a una de sus alumnas. Se acercó y escondió detrás de un árbol para observar que susedia.

Hombre: Hola pequeña.

Azumi: Buenas tardes señor - dice mientras come uno de los chocolates que le dio su maestra, sin siquiera mirar al hombre.

Hombre: Oh, disculpa pequeña, no me he presentado como se debe. Mi nombre es Riku ¿Cuál es tu nombre?

Azumi: ...

Riku: Veo que te gusta el chocolate, yo tengo mucho chocolate, si quieres te puedo dar un poco - dice ganando la atención de la niña.

Azumi: ¿En serio?

Riku: Sí, solo ven conmigo - le extiende la mano.

La niña lo piensa un poco. Sus padres aún no llegaban pero un poco más de chocolate sonaba tentador. Finamente se decide por ir por chocolate y regresar lo más rápido posible.

La niña le va extendido la mano a Riku poco a poco mientras él sonríe complacido, pero antes de que la mano de la pequeña toque la de él, es arrebata rápidamente por otra mano de piel muy blanca y más pequeña que la del hombre.

Fuyumi: Buenas tardes señor ¿Que se le ofrece por aquí? Jamás lo había visto. ¿Lo conoces? - pregunta dirigiéndose a su alumna.

Azumi: No señorita.

Fuyumi: ¿Es acaso usted un familiar o conocido de los padres de mi alumna? - ahora dirigiéndose a el hombre.

Riku: No pero... - es interrumpido por la voz de la mujer de cabello blanco.

Fuyumi: Mira pequeña, allá está tu mamá - apunta en la dirección en donde se encuentra la madre de Azumi. Cabe destacar que Fuyumi estaba evitando llamar a la niña por su nombre para evitar que el hombre frente a ellas lo supiera - ve con ella.

Azumi: Está bien, hasta mañana maestra, adiós - se despide la niña.

Fuyumi: Adiós - voltea hacia el hombre -. Aún sigue aquí, le voy a pedir que por favor se retire en este instante y no se acerque a los alumnos de este instituto o tendé que llamar a la policía ¿Entendido?.

Riku: *gruñido* Solo pasaba por aquí mujer loca.

Fuyumi: Está advertido.

La peliblanca se da la vuelta y comienza a caminar para retirarse pero siente una extraña sensación que no le agrada para nada. Voltea a dónde está el hombre y ve como él la observa de una forma amenazadora y tétrica que le provoca escalofríos.

El hombre se dirige a una van blanca, sube en el asiento de copiloto y la van se va del lugar.

Fuyumi se queda en el portón de la escuela ha esperar que todos los alumnos se marchen del lugar. Una vez ya no hay alumnos se retira de su lugar de trabajo.

Caminaba por las calles junto a otras personas, se estaba dirigiendo a una cafetería a la cuál siempre va después del trabajo. Algo curioso era que la abuela de uno de sus alumnos, era dueña de dicha cafetería.

En algún momento empieza a escuchar gritos. Antes de poder reaccionar, es golpeada por una onda de sonido que la hace estrellarse contra una pared de ladrillos.

Estaba algo adolorida y aturdida pero se levantó. Escuchaba todo distorsionado y había un agudo zumbido en sus oídos.

En pocos segundos se recupero un poco pero aún no escuchaba bien, se iba ha ir cundo sintió como le arrebataron su mochila y vio como un hombre pasaba corriendo a su lado con lo que le pertenecía.

Lo vio alejarse y aún un poco aturdida salio disparada tras él.

Fuyumi era rápida aún estando en esa condición.










Holis, aquí otras aclaraciones cuando escriba:

Así es que el personaje lee algo o el nombre de algún establecimiento.

Así significa que está pensando.

*Esto se utilizara para algún sonido*.

Mi otra mitad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora