Mi otra mitad

Por su bien

En un departamento se encontraba un rubio viendo la televisión enredado en una cobija gruesa mientras comía helado directo del recipiente.

Después de comer la última cucharada de ese bote dio un suspiro pesado, pues tendría que levantarse para ir por otro a el refrigerador en la cocina.

No tenía ánimos ni de caminar, así que para evitarse eso decidió ya no comer más helado, pero su plan se vio frustrado cuando oyó que alguien toco su puerta, haciendo la cabeza para atrás por la pereza que tenía.

Hawks: Ahhhh - sé quejo - ¡¡¡ya voy!!! - dijo desanimado, encaminándose a la puerta arrastrando los pies.

Ya en la puerta le quitó el seguro, giro la perilla y la puerta fue abierta abruptamente tirándolo al piso. Levanto la vista viendo a Mirko, que había abierto la puerta de una patada.

Mirko examinó el lugar poniendo una mueca de desagrado, parecía que había pasado un tornado por esa sala. Era la típica escena de una adolescente que había sufrido su primera decepcion amorosa.

Un sofa con una gruesa cobija encima, botes de helado acumulados y tirados por doquier, una televisión que está mostrando una película de romance, ¡Ja!, solo faltaba el paquete de pañuelos para limpiarse las lágrimas.

Miro ahora a su amigo, seguía en el suelo tumbado sin ganas de nada, parecía más muerto que vivo. Estaba en pijama, con pantuflas, su cabello parecía un nido de ave mal hecho, en pocas palabras, Hawks era un complemento desastre.

Mirko: Wow estás hecho un asco.

Hawks: Gracias.

Mirko: levanta una ceja - ¿Te sientes bien? - lo ayuda a levantarse.

Hawks: *suspiro* No, Fuyumi me llamo para invitarme a comer y me negué porq... - es interrumpido por Mirko.

Mirko: ¡Ah, sí! Sobre eso - le da un puñetazo en la cara tirándolo nuevamente - ¡Eres un maldito tarado!¡¿Por qué rayos no aceptaste?! Yo sé que hoy tenías el día libre. Fuyumi se puso triste porque rechzaste la invitación ¿Y si se entera de que en realidad tenías tiempo, pero no quisiste ir?¡Así no se enamorara de ti!.

Hawks: Es mejor así - dijo triste.

Mirko: ¿A qué te refieres? - ya calmada y curiosa, pero en un instante su mirada se volvió amenazadora -. Por tu bien espero que no resulte que en realidad no estabas enamorado y que solo te confundiste, porque de ser así te mato por hacer que Shinya y yo perdiéramos tiempo ayudándote y porque al parecer lograste gustarle a Fuyumi, ahora ella es mi amiga y si solo la ilusionaste conoceras lo que es dolor.

Hawks: se sienta de golpe - ¡Pero claro que amo a Fuyumi!¡La amo mucho más que a cualquiera! *suspira* por eso es mejor que yo no esté cerca de ella - dice triste.

Mirko: No entiendo.

Hawks: Es que Fuyumi significa mucho para mí y al ser un héroe la pueden lastimar por mi culpa, yo no quiero eso ¡Prefiero un millón de veces la muerte antes que le hagan algo! Y la mejor forma de evitarlo es alejándome de su vida.

Mirko: Pero, ¿Que estás diciendo?.

Hawks: Ser un héroe puede traer consecuencias para los que quieres, el mismo Endeavor lo sabe y me lo dijo. Incluso All Might, el símbolo de la paz, lo sabía y por eso evito tener una pareja y familia, creo que haré lo mismo. Si quieren, tú y Edg pueden seguir siendo amigos de Yumi, digo, de Fuyumi, pero yo no podría, la amo demasiado para estar cerca de ella y no intentar que seamos algo. Tal vez si me mantengo alejado la termine olvidando o al menos pueda dejar que ella haga su vida sin mí, lejos del peligro.

Mirko: Aunque eso es lo más inteligente que has dicho en tu vida, no estoy de acuerdo ¿Estás dispuesto a sacrificar tu felicidad por algo que tal vez nunca pase?.

Hawks: No insistas Rumi, la decisión está tomada. Si eso era todo, te puedes retirar, quiero seguir con mi depresión para que mañana no me afecte tanto.

Mirko: frunce el ceño mirandolo por un momento - *suspiro* Adiós - cierra la puerta y se retira.

Hawks suspira para levantarse e ir devuelta a su comodo sofa, pero antes, aprovechando que estaba de pie fue por otros cuantos botes con helado.

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Fuyumi iba en camino a su casa sin su sonrisa habitual. Que Keigo no aceptará comer con ella, no le sentó bien.

Normalmente a Keigo le encantaba pasar tiempo con ella, pero estaba ocupado y lo entendía, aún así no podía evitar sentir esa tristeza que invadió su ser.

Durante los siguientes días intento reunirse con el rubio, pero siempre estaba ocupado y cuando trataba de mantener una conversación por llamada o mensaje él parecía evitar alargar la conversación, la ignoraba, no le contestaba o tardaba mucho en hacerlo.

Quizás estaba molesto con ella ¿Habrá sido porque no fue al cine?¿O tal vez fue el beso que le dio la última vez que se vieron lo que lo enfado o incomodo?¿Por eso la comenzó a ignorar?.

Pensar eso si que la hizo sentir mal, porque en verdad le encantaba la compañía del chico alado.

Mientras caminaba a coffee and more, en una esquina vio a una mujer rubia ya mayor como de la edad de sus padres en ropas viejas y rasgadas pidiendo limosna, como ella era de buen corazón se compadeció fácilmente de la situación y le dio una generosa cantidad de dinero.

Al principio la mujer no lo podía creer y llegó a pensar que la estaba engañando, dándole el dinero para después fingir que ella le había robado, o le pediría que hiciera una estupidez o se humillara por el dinero que, en realidad, le hacía mucha falta.

Pero al mirar a los ojos de la muchacha y esa dulce sonrisa que le brindaba supo que esa joven no se atrevería a tal atrocidad. No pudo evitar llorar por ver a alguien tan noble ayudando a un ser tan despreciable como ella.

Al verla llorar la chica se preocupo por ella ¿Encerio era una chica? Ante sus ojos era un ángel, le agradeció por la preocupación y el dinero y se despidieron.

Fuyumi llegó a la cafetería y entró para pedir una de las mesas interiores. Espero el descanso de su amiga para poder hablar con ella.

Rio: Entonces, ¿Que te sucede? Te veo algo desanimada. Sabes que puedes contarme lo que sea.

Fuyumi: Lo que pasa es que Keigo me ha estado ignorando y temo que sea porque ya no le agrade.

Rio: ¿Por qué crees eso?.

Fuyumi: No se, tal vez se enojo por no haber ido al cine con él o se empezó a incomodar por qué la última vez que lo vi lo bese para despedirme.

Rio: Yo no creo que sea algo así, tú eres alguien muy especial para él y se llevan muy bien, hasta parecen novios - dijo esto último de forma juguetona. Fuyumi se sonrojo y bajo su mirada.

Fuyumi: Ya te dije, solo somos amigos.

Rio: Cualquiera que los viera diría lo contrario, pero dime ¿De verdad te importa mucho su amistad?¿O es algo más?

Fuyumi: comienza a jugar con sus dedos mientras sigue con la mirada baja - Es que cuando estamos juntos me siento feliz, pero no es como con mis hermanos o amigos, es como si tenerlo junto a mi fuera suficiente para sentirme a salvo, siento que es alguien con que puedo desahogar todas mis penas, como si él fuera la pieza que me faltaba, que me completa. Creo, creo que... - guarda silencio y Rio la mira fijamente, Fuyumi se arma de valor y le devuelve la mirada con seguridad - Rio, creo, no, estoy segura que Keigo me gusta.