Encuentro

481 26 2
                                    

Fuyumi seguía al ladrón como podía, pues aunque era rápida, aún estaba algo aturdida.

En la persecución descubrió que el ladrón era un chico más o menos de su edad de pelo marrón. Él fue quien le lanzó la onda que la hizo estrellarse contra la pared, lo descubrió gracias a qué el ladrón en un intento de librarse de ella le lanzó más ondas a través de sus manos que pudo esquivar apenas.

Ladrón: ¡¡¿Qué no te cansas?!!.

Fuyumi no respondió, solo seguía corriendo tras ese ladrón; en todo el transcurso no se habían topado con ningún policía o héroe así que estaba sola en esto.

Parecía una exageración. Su padre fácil le podría comprar otra mochila como esa y hasta mucho mejor, su teléfono no se encontraba dentro de la mochila, lo tenía en el bolsillo de su pantalón, y aunque no fuera así, como con su mochila, su padre le podría comprar otro sin problema; no cargaba ni un papel importante en la mochila ni nada valioso.

En pocas palabras, no tenía motivos para estar detrás de ese ladrón. Pero para ella si había un motivo que era la foto que tenía en su mochila, la foto de la familia que sueña tener algún día.

Sabía perfectamente que todo era un montaje pero aún así le tenía mucho cariño a esa imagen, además era uno de los recuerdos de su hermano mayor.

En el pasado solía haber 2 de esas fotografías ya que Toya también tenía esa actividad por la cuál se tomaron la foto, pero poco antes de la muerte de este, una de las fotos desapareció y ahora solo quedaba la que se encontraba en la mochila.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Mirko y Hawks se encontraban charlando aún en la azotea del edificio más alto del centro de la ciudad de Musutafu.

Mirko: Vaya, ¿Entonces tú día a estado algo aburrido?.

Hawks: Lastimosamente, sí.

Mirko: Deberías salir un poco de la rutina del héroe. Ya sabes, cuándo tengas un día libre se un ciudadano común y corriente. ¿Sabes? aquí hay una muy buena cafetería, te puedo llevar pero no así, vestidos como heroes llamaríamos mucho la atención, mejor en tu próximo día libre.

Hawks: Mmm... Lo pensaré, pero por ahora ¿Qué hago para divertirme?.

Mirko: Tengo una idea. ¿Ves ese parque? - apunta a una pequeña zona verde.

Hawks: Sí.

Mirko: Una carrera, quien llegue primero a ese parque gana y el perdedor tendrá que pagar la cuenta de la cafetería cuando vallamos, y debes saber que en esa cafetería suelo pedir mucho porque todo allí es muy bueno.

Hawks: ¿Carrera?. Estás loca.

Mirko: ¿Acaso el héroe más rápido teme ser vencido por una conejita? - dice en tono burlón.

Hawks: ¿Me estás diciendo cobarde?.

Mirko: ¿Qué? No, no, no, no - mueve las manos -, solo digo que si no eres tan veloz como dices no es necesario que te humilles.

Hawks: Quien será humillada serás tú.

Mirko: Sí como no - sonrió triunfante al haber logrado su cometido. Ambos se colocaron en posición en la orilla de la azotea -. En sus marcas.

Mi otra mitad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora