Secuestro

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Fuyumi regresaba de del centro comercial cargando muchas bolsas, pues compro bastante.

Al llegar a su casa, con algo de dificultad saco las llaves y abrió, se quitó los zapatos para entrar y lanzar las llaves en el primer mueble que vio.

Se dirigió a la cocina dejando todas las bolsas que traía consigo en la mesa que ahí se encontraba. Estaba algo cansada así que decidió preparar un té para poder relajarse, después guardaría las cosas en su lugar.

Lleno la tetera, encendió la estufa y antes de colocar la tetera en la llama empezó a sentir algo, la misma sensación que tenía aveces cuando dormía, como si alguien la estuviera observando.

Jamás lo menciono a nadie, pero, había ocasiones que al dormir sentía que alguien la observaba, incluso solía sentir como si la acariciaran o la arroparan y de vez en cuando algún beso en la frente, pero al contrario de lo que se creería, se sentía bien y cómoda con eso, no entendía el porqué, aunque tampoco era que quisiera averiguarlo.

Lo único que le llegaba a incomodar era el sentirse observada constantemente, lo cual aveces la despertaba, pero nunca había nadie.

Justamente así se sentía ahora, sindo la primera vez que le sucedía en el día.

Volteo lentamente sin encontrar a nadie, como siempre, busco con la mirada por toda la cocina y nada.

Lo ignoro, regresando su vista a la estufa, pero justo cuando iba a colocar la tetera en la estufa alguien le tapo los boca y le impedía la movilidad de un brazo al sostenerlo con fuerza junto con su cuerpo en una especie de abrazo.

Por instinto uso sus fuerzas para girarse y con la tetera propinarle un golpe a quien la estuviera sosteniendo.

La tetera se le soltó de las manos y callo junto a los pies de quien antes la tenía sujeta, que también había caído a causa del golpe y ahora se encontraba quejándose de dolor.

Al míralo supo que se trataba del que ella conocía como Ren. Estaba confundida ¿Qué estaba pasando?. Escucho pasos y sin apartar la vista abrió un cajón del que saco un cuchillo para usarlo como arma defensiva.

Un tipo con un traje negro y una máscara entro a la escena mirando a su compañero en el piso desde el umbral de la puerta.

Twice: ¿Dabi?¿Qué te paso?¿Te caíste?.

Dabi: No, ¿Como crees? - dice sarcástico - Lo que pasa es que el piso estaba triste y le quise dar un abrazo.

Twice: ¿Encerio? - se tira al piso con los brazos extendidos -. Ya, ya, no estés triste, aquí estoy.

Ahora sí que estaba confundida. Dejo eso de lado y aprovecho la oportunidad para salir corriendo. Se dirigió a la puerta, pero apareció una chica que aún parecía ser menor de edad.

Himiko: Holi~. ¿Te han dicho que eres muy linda? Quiero ser igual a ti y chupar cada gota de tu sangre - eso sí la asusto, esa niña parecía una psicópata.

Mr Compress: Recuerda que la queremos viva - dice desde la planta alta, bajando de un salto.

Miro a su alrededor notando que estaba rodeada, la chica rubia estaba bloqueando el paso a la puerta, el que tenía un sombrero se interponía en las escaleras y tras de ella estaba el azabache y el de máscara quien se lanzó a ella.

Volteo rápidamente y puso el cuchillo al frente suyo causando que se lo clavara, soltó el cuchillo y él calló al piso.

Himiko: ¡Jin! - grita triste.

Fuyumi: Hay no, lo mate - se sostiene la cabeza.

Estaba completamente pasmada ¿Que había hecho?. De repente el hombre empezó a deformarse hasta convertirse en una especie de lodo.

Mi otra mitad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora