Fuera del límite

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Hawks se dirigía a las oficinas de la comisión nacional de héroes. Ahora mismo debería estar buscando a Fuyumi ¡Pero no! Lo solicitaban justo en esos momentos.

Eso le molestaba, soportaba que le prohibieran algún lazo afectivo, le dieran pocos descansos, controlaron su vida, incluso que si llegaba a fallar en su misión de infiltrado lo abandonarían y dejarían ver cómo un traidor, pero algo que no les podía permitir era meterse entre él y Fuyumi.

Mientras tanto la presidenta y jefes ejecutivos hablaban. Gracias a los micrófonos y minicámaras que le pidieron a Hawks que instalará en la guarida de la liga de villanos sabían que su noviesilla la tenían ellos, no sabían la ubicación, aunque no es que les interesará mucho. Desde su perspectiva, que estuviera desaparecida les convenía.

Hawks llegó y sin ningún tipo de cuidado entro a la oficina principal.

Presidenta: Buenas tardes. Siéntate, por favor.

Hawks: No gracias, solo vallan al grano - dijo frío.

Presidenta: Que humor. Está bien, últimamente no has estado muy presente en tus patrullajes en Fukuoka, sino que has estado en otras áreas, sobretodo en Musutafu, al igual que una parte de tu agencia ¿Nos podrías explicar a qué se debe?.

Hawks: Sabe bien que estoy buscando a mi novia, hace tiempo me di cuenta que ya sabían de mi noviazgo con la hija de Endeavor. No finja sorpresa, sabían perfectamente quien era Fuyumi, me enteré cuando me llamaron y por mera casualidad encontré un registro con información sobre ella.

Presidenta: En ese caso no será necesario discutir sobre tu romance. A lo que voy es que desperdicias mucho tiempo en una búsqueda que no a dado ni un solo resultado. Deja esa estupidez y concentrarte en tu misión actual. De todas formas Endeavor la está buscando, aunque lo más probable es que ya esté muert...

No pudo acabar su frase debido a que una gran pluma de un rojo intenso se clavo en el respaldo de la silla en la que estaba, muy cerca de su cuello.

Jefe 3: ¿Qué es esto Hawks?.

Hawks: Ya me estaba hartando. De gracias que no tenía la intención de darle, solo quería que se callara de una buena vez.

Jefe 4: ¿Qué crees que estás haciendo? Esto que acabas de hacer no es cualquier cosa.

Hawks: ¡¡¡Y ustedes no crean que Fuyumi es cualquier persona!!!¡Es la chica a la que amo y si para encontrarla tengo que arriesgar mi maldita misión, eso haré!¡Me importa un carajo si Japón se está cayendo a pedazos, no dejaré de buscarla! Y si me llegó a enterar que ustedes tienen algo que ver con su desaparición, me asegure de que caigan, no me importa si yo también lo hago ¡Me aseguraré de arrastrarlos al mismísimo infierno! Y tendré el apoyo de Endeavor - silencio, eso hubo por unos segundos que parecieron eternos -. Si eso era todo, yo me retiró.

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Dabi iba llegando a su casa. En cuanto acabo la reunión y vio que la loca y el bipolar fueron tras el pajarraco se fue sin que nadie lo notará, no quería tener que aguantar más las cosas que se les ocurrían.

Estaba algo pensativo, seguro después de lo que le confesó, Fuyumi lo odiaría y le tendría miedo, pero de nada le servía mentirle, en algún momento se daría cuenta y no quería que se hiciera ideas equivocadas como las de Toga.

Además la drogó, la poca confianza que había obtenido seguro se fue por el caño.

Saco la llave para poder abrir, lo primero que vio fue unos vidrios de un jarrón que estaba en la casa, eso no indicaba nada bueno.

Subió corriendo en busca de su hermana. La vio a punto de saltar por la ventana ¿Tanto lo odiaba cómo para suicidarse?. En cuanto vio que quiso dar el salto fue a ella rápidamente y la tomo de la cintura para jalarla dentro.

Ambos cayeron sentados con Dabi aún sosteniendo a Fuyumi mientras tenía la respiración agitada y la mirada perdida, hasta que reaccionó.

Dabi: ¡¿Qué rayos te pasa?!¡¿En qué diablos pensabas?! - era la primera vez que le gritaba desde que llegó, pero eran gritos llenos de preocupación, como los regaños de una madre a su hijo.

Fuyumi: ¡En salir de aquí!¡Ahora sueltame! - empezó a intentar liberarse del agarre.

Dabi: ¡Matandote!.

Fuyumi: Yo no ¡Ahh!¡Te dije que me sueltes!.

El de cicatrices la soltó y fue a la ventana para cerrarla, viendo el montón de nieve.

Con que eso era, no se quería suicidar, quería saltar al montón de nieve para escapar.

No pensó en revisar que en realidad estuviera dormida ¿Cómo olvidó que Endeavor les enseño ese truco? Y aún más importante, olvidó algo que él mismo había inventado.

Regreso a mirar a Fuyumi quién se había levantado e iba a salir de la habitación, impidiendolo al tomarla de la muñeca.

Dabi: Tú no irás a ningún lado - la jala para después cargarla al estilo princesa.

Fuyumi empieza a patalear y retorcerse en sus brazos mientras le lanzaba insultos y maldiciones.

A los ojos del varón se veía adorable, parecía una niña haciendo un berrinche después de que no le cumplieran un capricho.

Sonrió por eso hasta que el enojo se convirtió en llanto dejando de moverse para acurrucarse en su pecho. La recuesta sentándose a su espalda mientras le acaricia el cabello que se encontraba suelto.

Fuyumi: *snif* Yo solo quiero volver a casa, para estar con papá, mamá, Natsu y Shoto *snif* *snif*. Volver a ver a mis amigos y a mis alumnos, y volver a pasar tiempo junto a Keigo.

En ese momento sinte como quien estaba a su lado deja de acariciarla, volteo a verlo notando que tenía un rostro que no mostraba sentimiento alguno.

Dabi: No saldrás de aquí - dijo sin ninguna expresión.

Fuyumi: ¡No me puedes obligar a quedarme! - se sienta.

Dabi: Por supuesto que puedo. Si se me da la gana, ahora mismo te puedo amarrar para asegurar que no te puedas ni mover.

Fuyumi: Hazlo, no me importa. Buscaré la forma de liberarme aunque mis muñecas y tobillos sangren.

Dabi: No me atrevería a hacer algo que te lastime.

Fuyumi: Que amable, pero no me engañaras, no dejaré que me enredes en tus mentiras, no pienso caer.

Dabi: No son mentiras, lo que menos quiero es lastimarte.

Fuyumi: Pues no te sale bien porque me hieres de forma sentimental al tenerme como ave enjaulada y al querer acabar con lo que quiero.

Dabi: No es mi culpa que aprecies a esa basura de personas, y si te tengo encerada es por tu bien, pronto habrá una guerra y aquí estarás fuera del peligro.

Fuyumi: No creo ni una de las palabras que salen de tu boca, dame una sola razón por la que debería hacerlo.

Dabi: ¡¡Por qué soy tu maldito her...!! - se callo ¿Qué estaba haciendo? Por poco le revela su identidad - Olvídalo, solo vete haciendo la idea de que este es tu nuevo hogar.

Fuyumi: No lo haré, tú no eres nadie para decirme que hacer.

Suficiente, su temperamento ganó, era demasiado acumulado en un solo día. La tomo de ambas muñecas y la tumbo en la cama, no le iba a hacer nada, solo la dormiría para poder despejar su mente.

Estaba sobre ella, con una mano la sostenía mientras que con la otra intentaba colocarle la tela en su rostro, Fuyumi luchaba para evitar que esa tela la alcanzará, pero ambos fueron interrumpidos por una voz.

Himiko: ¿Qué estan haciendo?.

Mi otra mitad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora